El canal de mtmad nos permite acercarnos a una versión de los famosos mucho más profunda que la que ofrecen en televisión. Y precisamente ahí, en su última entrega de vídeos, la exconcursante de La isla de las tentaciones y de La última tentación, Lucía Sánchez, ha contado cuáles son los proyectos de futuro que tiene en mente para emprender en 2023.
Aunque no quiere alejarse definitivamente de la televisión y reconoce que “había cosillas en el aire que con el tema del embarazo se fueron al garete”, la gaditana contempla crear una tienda online de ropa y un restaurante en su propio pueblo. Sin embargo, eso no implica el fin de su actividad en redes sociales, aunque ha admitido que le gustaría “invertir para tener un trabajo más fijo y más estable que el de las redes sociales”.
“Cuando saco alguna ropa en Instagram siempre me preguntáis y yo os etiqueto con los enlaces de los sitios de los que son. Por eso, cuando he visto los clicks y la aceptación que ha ido teniendo, he pensado que podía hacer un negocio de ropa de moda a mi estilo de forma online”, ha desvelado la televisiva. Una tienda que se basaría inicialmente en una web en Internet acompañada de su propio Instagram y que, en caso de funcionar bien, podría terminar convirtiéndose en una tienda física. “Yo soy una persona muy ahorradora y creo que plantear el negocio online y comprar la mercancía no sería tanta pérdida si sale mal como coger un local”, ha agregado.
Sin embargo, no es el único plan que Lucía tiene en mente. Y es que el mundo de la hostelería también le llama la atención. “Siempre voy a comer a un restaurante que me flipa, pero no voy a decir de qué porque a ver si me van a quitar la idea. Y como mi pueblo es verdad que tiene muchas cosas pero en otras escasea me gustaría montar un restaurante de ese estilo de comida y hacerlo superbonito y superbien decorado”, ha insistido.
Los posibles impedimentos y lo que tiene claro que no quiere hacer
Sin embargo, Lucía ha resaltado también cuáles son las dificultades que se puede encontrar a la hora de montar cualquiera de los dos negocios. “No sé cómo saldría montar un restaurante en mi pueblo porque hay veces que las cosas se van al traste”, ha destacado. Además, la gaditana ha reconocido “ser nula para montar algo”. “No sé qué tengo que hacer y me tendría que asesorar, enterarme bien y ponerme a montarlo”.
Peluquera de profesión, lo que sí tiene claro que no quiere hacer a día de hoy es montar un salón de belleza. “Siempre me ha gustado, pero te quita mucho tiempo”, ha lamentado resaltando el papel que siente que tendría que tener en un negocio de estas características. “Para que vaya bien tiene que estar ahí la duela para mirar y vigilar. Es algo que no me apetece nada ahora porque quiero dedicarme a mi niña y no estar doce horas en una peluquería”, ha zanjado.