El gigante de las telecomunicaciones AT&T decidió unirse con Discovery, empresa de contenidos, para también generar un gigante de video bajo demanda, que fue aprobada en agosto por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), y actualmente baraja opciones para lograr la combinación de activos en la plataforma de HBO Max.
Pero la unión de estas compañías ha encendido la alertas al advertir de riesgos de competencia en el mercado de contenidos, debido a que Warner Media, parte de Discovery, tiene una participación sustancial en la provisión y licenciamiento de programas infantiles para TV de paga, abierta y streaming, por lo cual el IFT desarrolla una investigación al respecto, según una fuente cercana al proceso.
Algo similar podría detonar la más reciente intención de fusión, pero no la última en la industria de las telecomunicaciones. Izzi busca adquirir a su principal competidor en el segmento de televisión de paga, Megacable, al vislumbrar un potencial para crear una empresa mejor posicionada para competir en este sector.
La fusión de ambas empresas derivaría en una concentración del mercado de TV de paga de 84%, cuyo sector ya es liderado por Televisa.
La compañía presidida por Enrique Yamuni, que hasta ahora ha rechazado la oferta de Televisa, cerró 2021 con 22.5% de participación de mercado de televisión restringida, ocho puntos arriba si se compara con un año previo cuando contaba con 14.5%. Televisa, en contraste, reportó una participación de 61.5% al término de 2021, lo que implicó una pérdida de siete puntos frente a 2020, cuando la empresa tenía 68.5%, de acuerdo con datos del IFT.
Especialistas coinciden que en los procesos de fusión de empresas, tanto el IFT como la Cofece deben analizar de manera profunda los efectos que pueden derivar de la unión de activos en ciertos mercados, como el streaming, que aún está poco explorado y no regulado por las autoridades de competencia.
Víctor Manuel Frías, socio de la firma Greenberg Traurig y experto en temas de competencia económica, asegura que el tema de fusiones y adquisiciones está siendo un reto para los reguladores a nivel internacional debido a que se enfrentan a nuevos modelos de negocio que derivan a partir de las tecnologías y servicios.
Si bien el IFT y la Cofece enfrentan este reto, también se suma la falta de personal para investigar de manera detallada este tipo de movimientos, aunado a la falta de coordinación entre ambos entes de competencia para trabajar juntos para aprobar uniones de activos que sólo ha derivado en retrasos.
“En México ya tenemos una reputación de ser un país lento para estos procedimientos. El reto que tienen las autoridades es lograr un balance para que las empresas puedan hacer mayores inversiones que deriven en un mejor servicio al consumidor y, al mismo tiempo, evitar que los agentes económicos crezcan tanto que puedan ejercer una posición dominante en el mercado”, señala Frías.
En el caso de la intención de la fusión de Izzi con Megacable, además de afectar la competencia en la industria de la televisión restringida, también generará distorsiones en la infraestructura al colocarse como una empresa de predominio de red, especialmente de fibra óptica, principal insumo para ver plataformas de video bajo demanda, advierte Jorge Moreno Loza, abogado de telecomunicaciones y titular del despacho de Expanzione.
“El tema de desarrollo de nuevos modelos de negocio va a generar problemas de competencia, especialmente de empresas de mucho calibre que tienen recursos para invertir y que buscan mercados en los que no hay una competencia efectiva o que no haya alguien que pueda detenerlos”, apunta el especialista.
De momento, no se ha hecho una revisión sobre cómo las fusiones pueden traer oportunidades de cierre de brecha digital. “Desgraciadamente todas esas concentraciones o estas nuevas formas de fusionarse son para servicios en las mismas poblaciones o regiones”, concluye el especialista de Expanzione.