Cientos de personas se han manifestado hoy en las calles de València por el día Internacional del Migrante bajo el lema “tenemos derecho a tener derechos”. Decenas de asociaciones antirracistas han protestado en las calles de València recordando las 37 personas africanas asesinadas en la valla de Melilla o los tres temporeros muertos en una fábrica en ruinas a las afueras de València.
Con banderas marroquíes, egipcias, argentinas, hondureñas, colombianas, peruanas, ghanesas, argelinas, sudanesas, venezolanas, bolivianas y peruanas, a través de pancartas en dariya y en castellano, con batucada, gritos de bereberes o bailes de jóvenes venezolanos, con hiyab y con el pelo suelto, todos protestaron porque “migrar es un derecho igual que trabajar”.
La manifestación comenzó a las 11:30 en la plaza de toros de València y terminó sobre las 13:30 en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores en València, donde se leyó el manifiesto de la concentración en condena por la masacre de Melilla y los temporeros fallecidos a las afueras de València, dos de los principales motivos de la concentración de este año.
En su manifiesto también afirman que “no olvidamos las recientes palabras del ex inspector jefe de la Comisaría Centro de València, Ricardo Ferris, que incitando al odio hacia las personas extranjeras aseguró que ‘los inmigrantes eran delincuentes'”. En opinión de las asociaciones “de esta manera se alimentan bulos, insinuando que los migrantes invadimos y robamos los trabajos, que por cierto los españoles suelen desdeñar”.
“España fue hace pocos años un país de inmigrantes, y aún hoy muchos españoles migran en busca de oportunidades, pero con la diferencia de que ellos no necesitan exponerse a peligros en su experiencia migratoria, ni correrán el riesgo de acabar en unas cárceles llamadas Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), donde se priva de libertad a seres humanos sin haber cometido ningún delito”, explican.
La concentración discurrió con pancartas críticas con la actual Ley de Extranjería y también gritos de “RegularizaciónYA”, la campaña de recogida de firmas que ya ha superado los 500.000 apoyos y obligará que el Congreso de los Diputados tenga que debatir una regularización extraordinaria de todas las personas sin papeles en territorios español vía ILP (Iniciativa Legislativa Popular).
Entre las personas concentradas también estaban, además de asociaciones de migrantes de todo tipo de procedencia, varias trabajadoras del hogar y cuidados, que reivindicaban con pancarta que “no soy una más de la familia, soy una trabajadora con derechos” o “el trabajo del hogar y del cuidado es un sector esclavizado”.
En su manifiesto final frente a las puertas del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores, criticaron que “mientras que 37 subsaharianos murieron en junio de 202 entre la valla que separa Nador y Melilla, personas que tenían las mismas razones para pedir asilo como son los refugiados ucranianos han sido recibidos recientemente en España. Mientras unos fueron hostigados sin compasión, sufriendo una violencia desproporcionada por las fuerzas policiales marroquíes y españolas”.
Migraciones en positivo
Los manifestantes reivindicaron que “algunos se empecinan en ver la migración como algo negativo, como una amenaza y la llegan a criminalizar incluso asimilándola a la delincuencia“. En su opinión, “ignoran que las migraciones han sido y serán algo consustancial en la historia de la humanidad a pesar de las vallas, los muros y las barreras”.
Para muchos migrantes, el hecho de “no tener papeles”, según denuncian, “los arrojan a la precariedad y la exclusión social, los obligan a vivir como pueden en la economía sumergida y sometidas a abusos de todo tipo, sin contratos, con empleos de baja calidad, sin horarios, con salarios miserables y en condiciones de trabajo precarias. Eso lo sufren muchas mujeres trabajadoras delo hogar”.
Las entidades finalizaron la concentración clamando que “ser inmigrante no es un delito” y que “ningún ser humano es ilegal“. Además denunciaron el “racismo institucional que sufren las personas migrantes en las administraciones públicas, la discriminación por cualquier motivo y la existencia de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE)”. Por último exigieron, además de “la regularización de las personas extranjeras que viven en España en situación irregular”, “frenar la propagación de los discursos de odio y de incitación a la violencia contra las personas migrantes.