La desigualdad salarial afecta directamente a las mujeres latinas, especialmente a las inmigrantes. Así lo reveló un estudio presentado por las organizaciones Justice for Migrants Women, Labor Council for Latin American Advancement (LCLAA) y la Comsión de Igualdad en el Empleo.
La brecha salarial que existe afecta a las trabajadoras hispanas de todas las industrias, incluidas a aquellas de profesiones menos pagadas del país. Esto sitúa a las mujeres en un lugar de desventaja económica, afectando
“Las latinas de todo el país y de todos los sectores están experimentando esta desigualdad. Tenemos que entender por qué esa disparidad”, señaló Mónica Ramírez, presidenta y fundadora de Justice for Migrants Women.
El estudio también mostró que por cada $0.56 que ganan las mujeres hispanas que trabajan a tiempo completo, los hombres devengan $1. Es decir, casi el doble por encima.
Los datos del US Census Bureau -de acuerdo con Ramírez-, además, señalan que entre 2016 y 2020, el promedio salarial para un hombre de clase media trabajando a tiempo completo fue de $50 mil 625 por año. Mientras que para las trabajadoras hispanas del mismo sector fue de $25 mil 304.
Los bajos salarios que ganan las mujeres latinas no solo afectan su economía. También, impactan de manera negativa en la calidad de vida de las familias y de las comunidades hispanas.
“Si las mujeres ganamos 47% más de lo que ganamos ahora o que los hombres, eso ayuda para que nuestros hijos tengan mejor educación, para pagar la renta de nuestras casas porque tenemos más poder adquisitivo, para nuestra alimentación y para nuestros planes de retiro”, explicó Yanira Merino, presidenta del Labor Council for Latin American Advancement (LCLAA).
Merino, experta en la organización de los trabajadores, además señaló, que debido a los bajos salarios, las trabajadoras hispanas no tienen planes de retiro, con pensiones “dignas” que suplan sus necesidades. Al largo plazo, esto también impacta en la economía de las familias y de las comunidades.
“Las estadísticas nos muestras de que las mujeres ganan 0.54 centavos menos. Nuestro trabajo es recordarle a la comunidad y a aquellos políticos electos, que esto no puede seguir y que tenemos que superarlo, sobre todo por los efectos que esto trae a nuestras comunidades”, apuntó la presidenta de la unión de sindicatos.
Derechos y sindicatos
Una de las alternativas que tienen las trabajadoras para conocer sus derechos, mejorar su situación laboral e identificar esas brechas salariales, es la afiliación a un sindicato laboral.
“El hecho de sindicalizarse, da a los trabajadores la capacidad de ampliar sus derechos, su voz, su seguridad, seguro médico, seguro de retiro de 40 horas. Históricamente los sindicatos ayudaron al avance de los trabajadores en su nivel económico a llegar a la clase media, pero lo que lamentamos es que muchas de las mujeres latinas no son sindicalizadas”, dijo Merino.
Los datos indican que las mujeres sindicalizadas pueden ganar más de $200 a la semana que una que no es parte de estos grupos de trabajadores.
“Los sectores en los que las mujeres trabajan más, es donde ganan menos. Por eso es importante una jornada como la hemos tenido junto a las otras organizaciones para informar a las trabajadoras sobre sus derechos o sobre cómo podemos romper esa brecha que existe, siendo los sindicatos una de las opciones”, afirmó.
Bajos salarios impactan en las mujeres
Por su parte, Mónica Ramírez, presidenta y fundadora de Justice for Migrants Women, aseguró que los bajos salarios también impactan en la salud física y mental de las mujeres.
“En la salud, cuando no nos alcanza para comprar comida, para guardar dinero para el futuro, para poder pagar la renta. Todo esto impacta también en la salud mental de las trabajadoras, por eso debemos hablar de este tema y trabajar juntas”, manifestó Ramírez.
Esta joven activista afirmó que una de las acciones que las trabajadoras deben tomar en cuenta y en serio para empezar a contrarrestar esta disparidad salarial es romper el silencia y dejar de pensar que este problema no afecta a sus familias.
“Tenemos que empujar a los políticos, a los dueños de negocios. Necesitamos hablar con nuestros compañeros de trabajo, con nuestras familias. No tenemos que mantener en secreto que el pago que recibimos es menor, tenemos hablar abiertamente para que tengamos un futuro mejor”, acotó Ramírez.
Por su parte, Lucy Rosas, abogada de la Comisión de Igualdad de Oportunidad en el Empleo (EEOC) apuntó que es necesario que las mujeres reconozcan sus derechos laborales para tener claridad de cuándo no es justa alguna situación en el trabajo o cuándo le salario que recibe es injusto.
“Las trabajadoras, especialmente las latinas deben saber que hay una ley de pago igualitario, que también prohíbe discriminación por género. En nuestra organización reforzamos estos, pero también es necesario que en el Congreso se trabaje para pasar otra ley para que todos los trabajadores y trabajadoras reciban un salario igual. Y también la comunidad debe hacer presión con sus congresistas y representantes”, aseguró Rosas.