El aumento de la longevidad y la reducción de las pensiones públicas obliga a planificar mejor los ingresos tras la jubilación. Fue la principal conclusión expuesta por los expertos en el foro organizado por LaInformacion.com sobre “Necesidad de planificación del ahorro a Largo Plazo”. El encuentro, moderado por Cristina Triana, subdirectora de La Información, contó con la intervención de José Carlos Vizárraga, director de Ibercaja Pensión; Inmaculada Domínguez Fabián, doctora en Ciencias Económicas y Empresariales y profesora en la Universidad de Extremadura; y David Igual, co-fundador y director de operaciones de Pensium.
José Carlos Vizárraga, de Ibercaja Pensión, destacó la importancia de que los ciudadanos comiencen a ahorrar “lo antes posible y con aportaciones periódicas”, para adquirir el hábito desde que son jóvenes, teniendo en cuenta que “cualquier cantidad, por pequeña que sea, es buena”. Además, expuso los múltiples vehículos financieros y de previsión social complementaria que existen en el mercado para hacerlo, incluidos los planes de pensiones y los futuros planes de empleo, y puso el acento en la necesidad del asesoramiento y de que tanto las entidades privadas como la administración pública contribuyan a fomentar la planificación financiera. “Desde el momento en que cualquier persona comience a trabajar y tenga ingresos es conveniente que dedique una parte de ellos al ahorro, con el fin de generar un patrimonio que compense los menores ingresos nominales que obtendrá tras la jubilación y el mayor número de años que probablemente vivirá.”
Cambios en las pensiones
Inmaculada Domínguez, de la Universidad de Extremadura, comenzó aclarando que no existe ninguna duda sobre la sostenibilidad futura de la Seguridad Social, pero añadió que lo que sí se producirá es “una disminución en la cuantía de las pensiones públicas, lo que requerirá una mayor planificación del ahorro y la previsión social”. Y coincidió también con el resto de expertos en que “la información y la educación son pilares básicos que hay que potenciar en todo el ciclo de vida de cotizantes y pensionistas”.
Recordó que las últimas reformas del sistema de pensiones en España han retrasado la jubilación desde los 65 a los 67 años (a menos que se sume 38,6 cotizados) y para contabilizar el 100% de la base reguladora son necesarios también 38,5 años. Por lo tanto, “el esfuerzo que se nos exige ahora para recibir lo mismo que antes de 2011, cuando se produjeron los cambios más profundos del sistema, supone cotizar más años y jubilarse más tarde; y si eso no es factible, minorará nuestra pensión”. Además, la fórmula de cálculo de las pensiones también se ha ido modificando progresivamente, “pasando de tener en cuenta solo los últimos dos años de la vida laboral (en la década de los ochenta del siglo pasado), a los últimos 15, los actualmente 25, y la posible ampliación a los 30 (con los 28 mejores) que se plantea actualmente.
David Igual, de Pensium, planteó que, en un contexto de mayor longevidad de la población y de menores ingresos tras la jubilación, los ciudadanos deberían “utilizar todos los activos que poseen, no solo financieros sino también inmobiliarios, para hacer frente a la nueva etapa”. Y aseguró que, en este sentido, saldrá al mercado “toda una nueva línea de productos que ayuden a cubrir estas necesidades futuras”. Según dijo, “en la última década la esperanza de vida ha aumentado en 4 años, y cada año se incrementa en 2 meses y medio más. Las personas que ahora tienen 65 cuentan con un horizonte de futuro de más de 20 años”. A principios de este siglo, había 3.500 españoles con más de 100 años, y en 2049 podrían ser 65.000. “Y es que la esperanza de vida de los que están naciendo ahora ya va a ser centenaria”.
Planes de empleo
Los participantes en el foro de LaInformacion.com analizaron los distintos escenarios y grupos de población, y coincidieron en la necesidad de encontrar soluciones específicas para cada uno de ellos. José Carlos Vizárraga defendió especialmente los planes de pensiones de empleo, que “constituyen una buena fórmula para ayudar a una gran masa de trabajadores a incorporarse al ahorro a largo plazo”. Mencionó también la posibilidad que dan “otros muchos productos financieros a los que podemos llevar cada mes una parte de nuestros ingresos”. Y se refirió a nuevas iniciativas que están surgiendo en el mercado, como la propuesta de Ibercaja en el Sandbox con Pensumo, una plataforma que liga las compras del usuario con el ahorro para la jubilación. “Se trata de una fórmula para personas de cualquier edad que permite a los retailers fidelizar clientes, a la vez que contribuyen a fomentar el ahorro”.
Sea con una fórmula u otra, Inmaculada Domínguez insistió en la importancia de que los jóvenes “comiencen a ahorrar lo antes posible dedicando a ello una cantidad fija y periódica, para que esta acción se convierta pronto en un hábito”. Y, por otra parte, abogó por seguir fomentando los estímulos fiscales en los planes de pensiones.
Mientras que David Igual resaltó la necesidad de recurrir al patrimonio inmobiliario como alternativa ya que, por ejemplo, el 90% de los mayores de 80 años tiene una vivienda en propiedad, “que deberían considerar como un activo que les puede dar rentabilidad y ayudar a pagar sus necesidades gestionándolo o alquilándolo”. En Pensium “les gestionamos esas viviendas y las ponemos en alquiler para ayudarles a pagar los gastos que no puedan cubrir con la pensión y que pueden ir desde el ingreso en un centro residencial hasta cuidados especiales”.
Productos mixtos
La evolución de los tipos de interés también fue objeto de análisis en la mesa redonda. El director de Ibercaja Pensión explicó que es un tema que preocupa especialmente a las compañías de seguros, que tradicionalmente han promovido el ahorro a largo plazo a través de los seguros de vida-ahorro y de las rentas vitalicias, unos productos que necesitan rentabilidades positivas en sus inversiones de renta fija y que han atravesado momentos complicados en los últimos años, pero cuya situación comienza a mejorar ahora. “Las rentas vitalicias, que han estado dormidas durante este tiempo, tienen unas excepciones fiscales muy importantes y ahora se presentan muy interesantes”.
Las nuevas perspectivas mejorarán la situación de los ahorradores, según el co-fundador de Pensium, ya que hasta ahora el coste de la vida continuaba subiendo, pero el dinero no estaba remunerado y perdía cada vez más poder adquisitivo. “Ahora parece que esta situación se va a recuperar”. Además, a juicio de este experto, la nueva etapa que comienza se caracterizará también por una nueva generación de productos “que incluirán tanto elementos financieros como inmobiliarios”.
Finalmente, la doctora en Ciencias Económicas y Empresariales, Inmaculada Domínguez Fabián, destacó que nos encontramos ante un escenario cambiante, lleno de nuevos retos, que requiere de más innovación y de un mayor asesoramiento, por parte de profesionales, al ahorrador. “Y no solo durante el periodo de aportación, sino en todas las etapas de la vida de su vida”.