Costa Rica es uno de los países de América Latina donde el ecosistema de bitcoin (BTC) y las criptomonedas ha tenido marcada presencia. Desde 2017 se adelantan proyectos relacionados con estos activos y, cinco años después, ya está en el top 100 del ranking mundial de adopción de bitcoin y criptoactivos.
Esta realidad ha permitido que en Costa Rica ya esté por discutirse un proyecto de ley que buscaría darle un marco jurídico al ecosistema. Se trata de la Ley de Mercados de Criptoactivos.
La llamada «Ley MECA» fue presentada hace unas semanas por los diputados de la Asamblea Legislativa Johana Obando, Jorge Dengo y Luis Diego Vargas.
CriptoNoticias contactó a la diputada Johana Obando, del Partido Liberal Progresista.
La legisladora expresó, en una entrevista exclusiva, que el proyecto de ley que presentó junto a sus colegas busca prevenir que el vacío legal que existe en su país pueda terminar atentando contra el ecosistema de Bitcoin.
Con ello hizo referencia a la postura de «tolerancia vigilante» que mantiene el Banco Central de Costa Rica (BCCR), la cual supone permitir el desarrollo del ecosistema de Bitcoin en la nación tica pero bajo la supervisión y autorización del ente monetario.
Para Obando, tras la postura de «tolerancia vigilante» del BCCR «en cualquier momento te pueden prohibir usar criptoactivos». Justo por eso, creyó necesario la creación de un marco jurídico “para que el mercado se acreciente”.
Piensa así que con una ley que legalice las operaciones con criptomonedas, Costa Rica «puede convertirse en un hub (centro) de inversión», según explicó.
«[Pero] tenemos el cuidado de no interferir en la política monetaria del país», indicó. «Esto quiere decir que, en nuestro proyecto, las criptomonedas no buscan reconocer a las criptomonedas como de curso legal, como sí se hizo en El Salvador» con bitcoin, añadió.
“Esto (el no reconocimiento de bitcoin como moneda en el proyecto de ley) se hizo para no afectar las reservas monetarias de Costa Rica y para que no haya choque entre lo que el BCCR acepta como moneda de curso legal y lo que nosotros (los diputados) queremos implementar. Hay un respeto absoluto a la banca de nuestro país, pública y privada”.
Johana Obando, diputada de la Asamblea Legislativa de Costa Rica.
Las fricciones de bitcoin con el sistema financiero costarricense
Por su parte, Nicolás Sulima, miembro de la junta directiva de Asoblockchain Costa Rica, afirma que la postura actual del BCCR ha traído «fricciones» entre el ecosistema y el sistema financiero tradicional de ese país.
En conversación con CriptoNoticias, el entusiasta de criptomonedas criticó que los bancos costarricenses deban regirse por criterios prudenciales «que les impide de buenas a primeras» relacionarse con el mercado de bitcoin.
«Sí se ha generado una afectación al ecosistema de empresas y usuarios de criptoactivos porque, de forma general, las entidades financieras prefieren no bancarizar los servicios a usuarios de este tipo de activos», criticó.
Sulima, cuya organización está dedicada a la educación y promoción de la adopción de bitcoin, sostiene el proyecto de Ley MECA dará «seguridad jurídica a los usuarios de criptoactivos» (incluyendo a las personas naturales, empresas y bancos).
El mensaje para todos sería que, en efecto, «las criptomonedas están permitidas» y que «ya no se parte de una interpretación del Banco Central, ni se depende de que éste lo ‘tolere», afirma.
Si bien no sabemos si tendrá un efecto en un uso más difundido de los criptoactivos en el país, sí se le brinda mayor claridad y seguridad jurídica a los que sí quieran utilizarlo y generar una actividad económica a partir de esta tecnología. Y con ese cambio podría venir mayor adopción.
Nicolás Sulima, miembro de Asoblockchain Costa Rica.
El proyecto de ley promueve una economía circular que atraiga inversión
En una línea de pensamiento semejante a la de Sulima, la diputada Obando precisó que el proyecto de ley puede generar «una economía circular en los lugares donde se acepten criptomonedas».
«[Con ello] estaríamos atrayendo un sector turístico importante, que son extranjeros con criptomonedas que vienen al país y que en este momento no pueden movilizarlas», apuntó.
Aunque es improbable conocer de antemano el impacto que esta ley pudiera tener sobre la adopción de bitcoin y las criptomonedas entre los costarricenses, la diputada señala que generará que más personas dejen de creer que el uso de estos activos responde a algo negativo.
«Cuando se pone en la palestra pública un tema tan importante como la economía de las criptomonedas, la gente lo ve como algo que sí entra en el marco de seguridad jurídica», agregó Obando.
De acuerdo con sus estimaciones, a partir de ahí habrá más interés por parte de los costarricenses y comenzará la utilización masiva de los criptoactivos.
Dos caras de la adopción de bitcoin en Costa Rica
Sin embargo, a pesar de lo expresado en párrafos previos, la percepción sobre la adopción del ecosistema de Bitcoin en Costa Rica tiene otra cara.
Si bien es cierto que el país centroamericano es sede de una ciudadela bitcoiner (Bitcoin Jungle) que aglomera a varias comunidades, y existen una serie de proyectos y empresas en Costa Rica que giran en torno al ecosistema, hay quienes no ven un crecimiento sostenido del indicador adoptivo en esa región.
Travis Miller, CEO de la compañía BitcoinATM21, conversó con CriptoNoticias. Su empresa instaló uno de los siete cajeros automáticos de bitcoin que están operativos en el país centroamericano.
A juicio de este entusiasta de criptomonedas, el mercado de bitcoin es «muy débil» en Costa Rica, pues la atención de los usuarios está enfocada en «luchar contra el alto costo de la vida debido a los altos impuestos», además de la inflación.
«Puse un cajero, para probar el mercado, en uno de los centros comerciales más famosos de Costa Rica (Centro Comercial San José). Y tengo otro en camino (…) Pero no hay suficiente demanda de más cajeros automáticos en este momento en ese país», explicó Miller.
Para Miller, la adopción de bitcoin en Costa Rica es «lenta en comparación con otros mercados latinoamericanos». Esto, posiblemente haciendo referencia a El Salvador, Colombia, México, Puerto Rico y Panamá, que son los países latinoamericanos con más de estos aparatos operativos, según las cifras ofrecidas por el servicio de CoinATMRadar.com.
La visión de Miller sobre el mercado costarricense es distinta a la Nicolás Sulima, quien considera que la adopción del mercado ha crecido desde 2018, fecha en la cual la Asoblockchain inició sus operaciones.
«En el sector público existe una percepción de poco uso (de las criptomonedas), pero Costa Rica tiene varias comunidades donde aumenta cada día más la adopción y uso de criptoactivos», recordó.
Sulima dijo esto haciendo referencia a las localidades de Dominical, Uvita y Ojochal, que forman parte de Bitcoin Jungle, todas ubicadas al suroeste de Costa Rica, en la provincia de Puntarenas. Allí hay más de 30 comercios en los cuales se puede pagar usando bitcoin.
«Hemos observado que la adopción y aceptación de los criptoactivos ha aumentado desde la fundación de AsoBlockchain en el 2018 a la fecha», insistió Sulima.
El directivo indicó que no maneja cifras que hablen del comportamiento de la adopción, pero mostró el mapa que contabiliza el aumento en el número de comercios que aceptan bitcoin como medio de pago en la zona donde se ubica Bitcoin Jungle.
Y podría estarlo, tomando en cuenta que la energía eléctrica en Costa Rica proviene de fuentes renovables, uno de los grandes incentivos para los mineros de Bitcoin y otras criptomonedas que buscan un lugar rentable en el cual asentar sus operaciones.
Un país que no quiere quedarse atrás en el uso de bitcoin
Sobre este tema de la adopción, la firma Sherlock Communicatios afirmó en 2021 que en Costa Rica se aceptaba «abiertamente» el uso de BTC y criptomonedas.
Basándose en una encuesta realizada en esa fecha la firma aseguró que Costa Rica adoptó a bitcoin y su ecosistema de una manera “extremadamente rápida”. Un hecho que permitió que, desde entonces, varios comercios comenzaran a aceptar pagos con activos digitales.
No obstante, los resultados de la encuesta de Sherlock Communicatios permitieron determinar que una gran parte de los costarricenses se sienten rezagados respecto a otros países, en términos de adopción de bitcoin.
Los datos señalan que un 19% de los encuestados piensa que esa nación está progresando en materia de adopción, mientras que un 15% prevé un mayor crecimiento en los próximos años. Solo un 12% piensa que las criptomonedas no tienen futuro en ese país.
Visto lo anterior, el panorama adoptivo de Costa Rica, sin duda, está lejos de ser uniforme. Hay voces que contrastan en relación a los niveles de interés por el ecosistema, y detrás de ellas ha surgido una intención legislativa que busca enmarcar jurídicamente al mercado, haya o no haya adopción.