Y mientras las familias y los pequeos empresarios estn en esta situacin, algunas grandes empresas y la banca obtienen fuertes beneficios, tambin el Estado recauda ms impuestos. Es hora de exigir que todo ese exceso de beneficios ayude a los que ms padecen la crisis, no que se queden en el bolsillo de los ciudadanos, como dice el PP, porque entre los ciudadanos no todos los necesitamos de igual modo. Que vayan a las familias que los necesitan y al enorme tejido de pequeos empresarios que necesitan sobrevivir a esta crisis. Porque esas familias trabajadoras y esas pequeas empresas s son la sangre de la economa, seor Garamendi, y cuando vienen mal dadas es la primera que se derrama.