Después de alrededor de 11 temporadas como golfista profesional, ocho de ellas en el circuito asiático, y de proclamarse tres veces campeón de España en distintas categorías, Javi Colomo (Mérida, 1984) ha decidido apartarse un poco de la competición. Pero no del golf. En 2019 retomó su papel de instructor de este deporte y acaba de cofundar MyGolfClass, una plataforma tecnológica que propone revolucionar el mundo de la formación deportiva mediante tecnología y la experiencia de usuario.
¿Por qué aparcó la competición?
Es una rueda en la que o estás al 100% o dejas de ser competitivo. La enseñanza también me apasiona. Hay varias circunstancias: temas económicos, familiares, hay que estar fuera de casa mucho tiempo… y poniéndolo en una balanza tuve que tomar esa decisión.
¿Cómo surgió la idea de trasladar la formación al formato online?
A mediados de 2019 me puse a full time con las clases y hablando con un alumno planteamos la posibilidad de tener una página web donde ofrecer mis servicios online. Montamos una sencillita y empezó a funcionar. Luego llegó el confinamiento y fue un momento ideal para que la gente entrenara en su casa e hiciéramos seguimientos online. Mi exalumno me propuso hacerlo mucho más grande y fuimos a por ello. Nació porque dio la sensación de que había una buena oportunidad y de que a la gente le resulta más fácil entrenar desde cualquier lugar que desplazarse para una clase presencial. Eso también existe y nunca va a dejar de existir, pero estar online es vital.
La pandemia ayudó.
Con el desconfinamiento hubo otro bum del golf que hacía tiempo que no había y fue una locura. La gente no podía salir pero sí podía hacer deporte al aire libre, con lo cual fue una locura. Gente que lo había dejado durante muchos años lo retomó y gente que se arrastraba por sus colegas pedía clases desde el inicio porque eran principiantes que querían probar. Para el mundo del golf fue muy bueno el tema de la pandemia.
¿Cómo funciona MyGolfClass?
Ofrecemos un método de aprendizaje por videoanálisis. El alumno manda un par de vídeos de su movimiento, el swing, y a partir de ahí lo analizamos, le hacemos un plan personalizado de formación y entrenamiento para que mejore lo que se considera en ese momento y esos ciclos se repiten. Luego ellos nos mandan un feedback y al cabo de un tiempo, una vez que lo han trabajado, nos vuelven a mandar otro videoanálisis para ver la evolución y por dónde van mejorando. Se hace de una manera muy fácil y asequible, porque cada uno lo hace a su ritmo.
¿Es una manera de hacer más asequible un deporte que se considera caro?
Sí, 100%. Pero al final eso es un estigma que lleva el golf durante muchos años. Es verdad que antes solo la gente de alto poder adquisitivo jugaba al golf, pero ahora es muchísimo más popular y puedes tener un juego medianamente completo por 200 o 300 euros, que es lo que te va a costar cualquier bicicleta o unas zapatillas buenas. En grandes ciudades como Madrid la suerte que tenemos es que tenemos canchas y campos de golf públicos, y por un precio muy asequible uno puede practicar y jugar al golf. Así que el material tampoco es tan caro. Nosotros lo que queremos es abarcar también todo ese abanico de personas que no se pueden permitir dar clases privadas de manera semanal. De esta forma es mucho más asequible, sin duda.
Es un deporte muy asociado a directivos. ¿Qué es lo que les atrae?
El directivo de gran empresa es una persona ambiciosa, a la que le gusta superarse a sí mismo y, además, lleva mucha responsabilidad. El golf tiene un poco de eso. Es un reto personal que en grandísima medida depende de ti. Para las personas a las que les gustan los retos es un deporte perfecto. Además, aparte de ser saludable, no solo física sino mentalmente, es muy sociable. Se utiliza para hacer negocios. Puedes estar en un recorrido durante cinco horas con las mismas personas, con lo cual ya puedes empezar a establecer un vínculo de alguna manera. Supongo que el momento correcto para hacer el negocio es posterior a esa ronda, pero tú ya has podido charlar, conocer e intimar un poco más con esas personas.
También requiere preparación mental.
Es lo que marca la diferencia. Al final, todos le damos muy bien a la bola y tenemos una buena técnica. Tienes que tener un mínimo de condición física, pero la parte psicológica, la de creer en ti, sobre todo en momentos de dificultad, es la que importa. Por eso quiero aprovechar ese aprendizaje de vida que he tenido durante tantos años para llevarlo al tema de los negocios. Porque puedes dudar sobre el rumbo del negocio y tener la capacidad de aguantar mucho más que otra gente o la de pivotar y moverte por otro lado. Creo que está muy relacionado, yo he sido mi propia empresa durante muchos años y ahora estamos en otro negocio, pero hay que aprovechar lo anterior.
¿Es un deporte virtualizable?
He viajado mucho a Corea y ahí ya se veían torneos de golf en simuladores. Dentro de una especie de garaje o de nave, pegas contra una lona y el propio simulador te hace la simulación del vuelo de la bola. Hay torneos y es muy divertido. La tecnología siempre está para divertir y para mejorar las cosas, pero la realidad del golf es que es un deporte que no puedes controlar. 2+2 nunca van a ser 4. El que juega en el mismo campo con las mismas condiciones a las nueve de la mañana, luego pasa tres horas después y es totalmente distinto porque ha cambiado la humedad, el viento, la temperatura. Y todo eso es imposible de medir.