A finales del mes pasado, Elon Musk cerraba el acuerdo de compra de Twitter, inaugurando una nueva etapa para la red social que, de momento, no puede ser más errática… o sí. Tendremos que esperar unos días más para saberlo.
A la ejecución de su plan de despidos masivos, dejando su plantilla de 7.500 empleados prácticamente en la mitad en la primera semana tras su llegada, se suma ahora el abandono voluntario de sus trabajadores. El detonante ha sido el ‘ultimatum’ dado a los trabajadores esta misma semana en el que les comunicaba que tendrían que “maximizar el trabajo” en la oficina, y trabajar las horas necesarias para hacer su trabajo “a alta intensidad”, lo que implicaba madrugada, noches y fines de semana. La respuesta ha sido contundente. La agencia Reuters cifra en más de 500 empleados los que escribieron mensajes de despedida en Slack, la herramienta de chat interna de la compañía, pero otros medios hablan de hasta mil empleados los que han optado por dejar la compañía.
Obviamente, esto puede dificultar la operativa de la compañía, si añadimos los despidos de hace tres semanas a los que ahora dejan la red social, y otros que las últimas semanas ha ido despidiendo por ser críticos. De hecho, ha habido intentos por parte del empresario y su equipo para convencer a profesionales que consideran relevantes.
Twitter Blue, otra astilla
Por otro lado, en la estrategia de Musk de diversificar ingresos era clave el servicio de suscripción Twitter Blue, que ofrece ventajas como la verificación azul y funciones premium, como la publicación de vídeos de mayor duración. Su objetivo era ampliar el alcance del servicio, antes reservado normalmente a políticos, celebridadas, periodistas, empresas, organismos públicos, etc., a todo el mundo. El resultado ha sido nefasto, probablemente por la precipitación, con impostores verificados que han dañado a empresas y personajes. Habrá que esperar al 29 de noviembre, en principio fecha prevista para relanzar el servicio.
Pero nos lleva a otro problema: los anunciantes dan la espalda al Twitter de Musk. Grandes agencias de publicidad, que representan a marcas como McDonald’s, Coca-Cola o American Express, van retirando el apoyo a la red, y esto sí también hace daño, porque la publicidad representa el 90% de los ingresos de la plataforma.
Otro tema polémico, sobre el que ya había dudas desde el principio: las cuentas bloqueadas. Durante esta semana, Musk ya ha comenzado a restaurar cuentas, empezando por la comediante Kathie Griffin, el psicólogo Jordan Peterson y el site de parodias conservedoras Babylon Bee, que el propio magnate anunció en su perfil en la red social el 18 de noviembre. Y este domingo la cuenta del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya ha sido restablecida, tras llevar a cabo una votación en la red social. Esta cuenta fue cancelada a raíz del asalto al Capitolio de Estados Unidos del 6 de enero de 2021, tras perder las elecciones.