Comestibles Ricos ha encontrado su propia fórmula para manejar la ‘papa caliente’ de la economía que le ha tocado afrontar en los últimos años. Calcula que a cierre de 2022 aumentará 45% sus ingresos, pese a un dólar y una crisis de suministro que no ayudan. “Dígame, ¿cómo hace uno para mitigar un costo de 300%, por más que ajustes internos que usted haga?”, pregunta Amanda Silva, directora general de Comestibles Rico, empresa fabricante de marcas como papas Super Ricas y Todo Rico. Pero parece tener la respuesta: la empresa está celebrando en sus 60 años el lanzamiento de su primer Informe de Sostenibilidad, está exportando a cuatro mercados, proyecta expandirse a Centroamérica, y planea una nueva planta de producción en el país.
¿Cómo está hoy la empresa?
Haciendo lo que hacemos desde hace 60 años: trabajar para sacar adelante un proyecto empresarial, esencialmente un proyecto social, que permita que la gente que esté ligada a la organización vea en la compañía la posibilidad de realizar sus sueños, de cumplir sus metas y hacer un aporte al país. Colombia está necesitando del apoyo de todos los colombianos, de los industriales y los que hemos hecho patria en este país. Trabajamos el sector de snacks, de alimentos empacados, que están un poco estigmatizados.
Nosotros este año hemos tenido un crecimiento muy importante, veníamos de una pandemia que con los cierres totales de tiendas nos dejó un bajón de ventas de 40%. Nos llevó más o menos año y medio volver a recuperar los estándares de venta que teníamos; pudimos conservar los trabajos de casi 1.000 empleados directos y otros 1.000 indirectos. Eso al final nos permitió recuperarnos; el año pasado terminamos con unos $236.000 millones. En este año esperamos cerrar con un 45% más de ventas en términos de pesos. Estamos trabajando y facturándoles a los proveedores agrícolas más de $12.000 millones mensuales; compramos, más de 35.000 toneladas.
¿Cómo los ha afectado la inflación de los alimentos?
Hemos logrado un avance muy importante que esperamos capitalizar, siendo un año tan difícil como este en el tema de rentabilidad. En el primer semestre, cuando la papa se puso a más de 300%, tuvimos que seguir manteniendo la operación, no dejar de producir. No podíamos cerrar una planta como esta, pero sí con la esperanza de que en el segundo semestre pudiéramos tener una razonable recuperación. Estamos luchando para lograrla en términos económicos, con varios programas que montamos, con alianzas, con los proveedores, contrataciones de largo plazo, con nuevas modalidades y negociaciones, de forma que podamos seguir anticipando el mercado que nosotros hemos ayudado a construir en este país.
¿Y qué viene en 2023?
Para el año entrante tenemos nuevos lanzamientos que van a entrar a impactar, a responder a las expectativas de los consumidores, en las líneas fuertes nuestras, los mixtos y las papas. Nosotros tenemos la planta en Bogotá y vamos a hacer un proceso de crecimiento. Vamos prontamente a hacer una planta nueva en otra parte del país, que nos permitirá hacer la expansión nacional y fortalecer en los sectores en que estamos entrando. Nosotros somos muy fuertes en toda la parte de Cundinamarca y Boyacá, donde nacimos y crecimos, pero estamos también en Antioquia, en Meta, en los santanderes, en Tolima. Vamos a entrar a la Costa Caribe. Ahí también tenemos mucho trabajo por hacer, buscando tener una mejor competitividad en términos de costos logísticos. El tema de la logística en Colombia para todas las industrias es un problema, no solamente para poder cubrir el territorio nacional sino también para las exportaciones.
¿A dónde exportan?
Nosotros estamos exportando a España, Inglaterra a Estados Unidos; también a Panamá. Haciendo un camino importante, y ahora con este tema del dólar, se vuelve más importante. Estamos llegando fuerte a cuatro mercados, y de resto estamos en desarrollo de embarques a varios destinos, especialmente a Centroamérica. Buscamos fortalecer mucho EE.UU., los productos especiales, nostálgicos y otros en desarrollo de las necesidades que nos están planteando quienes buscan llevar productos de Colombia al exterior.
¿Cómo lidian con el dólar caro y la crisis de suministro?
Obviamente nos han afectado. Pero nosotros veníamos planeando algunas estrategias para buscar la mitigación de eso. Usted va haciendo ajustes de procesos, trabajando otras alternativas que, al sumar todos los procesos en la cadena de valor, le permitan a usted ir equilibrando el resultado. No ha sido nada sencillo. Tuvimos que hacer incrementos de precio. Este es un negocio en que no se incrementan los precios tan fácilmente. Nosotros hemos sostenido los precios tres y cuatro años, pero eso va en detrimento de la posibilidad de sostener muchas cosas para que las cadenas de valor al final generen lo que se necesite. Entre ellas, cumplir con todas las obligaciones.