Con el debate en torno a la suspensión de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en suspenso, ahora en el Frente de Todos vuelven a la carga para que sé conforme una mesa política que contribuya a democratizar el espacio y a acercar posiciones sobre los temas que dividen a esa coalición de Gobierno, instancia que genera resistencia de parte del Presidente Alberto Fernández.
A la propuesta que en esa dirección plantearon semanas atrás los ministros Sergio Massa (Economía) y Eduardo “Wado” de Pedro (Interior), así como el integrante del Gabinete bonaerense, Andrés “el cuervo” Larroque, ahora se sumaron el diputado nacional Máximo Kirchner y el intendente Jorge Ferraresi (Avellaneda), quienes dispuestos a poner el asunto en el tapete, salieron a meterle presión al Jefe de Estado.
Para el caso, en una entrevista concedida este domingo al programa El Método Reboard, Máximo cuestionó la ausencia de debate hacia el interior del Frente de Todos, ante lo cual, advirtió que “los problemas de la Argentina son muy grandes” para una mesa de toma de decisiones “tan chica”.
En ese sentido, y al referirse a la necesidad de crear una mesa política, el líder de La Cámpora afirmó que con “con que esté Cristina, que esté Massa, Daer, Pérsico” y “Wado” de Pedro, se conforma, al tiempo que se mostró renuente a integrar la misma, al señalar: “Yo ni quiero estar, pero tiene que haber un lugar donde debatir las cosas”.
Por su parte, Ferraresi consideró el último viernes que uno de los principales temas que enfrenta la alianza oficialista “tiene que ver con estructurar” ese espacio, para lo cual, evaluó como “necesario hacer una mesa política para profundizar lo que tenemos que profundizar y generar un programa”.
El exministro de Hábitat aseguró que este “es un tiempo” en el que le parece “clave tender puentes” entre todas fuerzas políticas que conforman el Frente de Todos.
Vale recordar que en su momento, fueron varios los gobernadores, entre ellos el bonaerense Axel Kicillof y el chaqueño Jorge Capitanich, los que salieron a reclamar la conformación de un instrumento que permita democratizar el debate interno en el FdT, pedido al que se sumaron otros tantos intendentes.
Lo sorprendente del caso es que pese a estos múltiples pedidos, el mandatario nacional resiste en silencio esa alternativa, pese a que tras la derrota electoral de 2021, planteó la necesidad de avanzar en esa dirección.
Durante el acto por el Día de la Militancia de ese año, Alberto dijo aspirar a “que el tiempo que se inicia, no sea un tiempo de silencio entre nosotros” y expresó su deseo de que “el Frente de Todos se abra y que cada uno pueda opinar y encontrar la síntesis que nos permita avanzar en la Argentina”.
Ahora, debilitado ante la falta de una resolución clara a temas candentes como la espiral inflacionaria y a la ausencia de la distribución de la riqueza, lo que redunda en la perdida del poder adquisitivo de los salarios, un Jefe de Estado ensimismado en el laberinto que le plantea su futuro político, prefiere aislarse y asumir decisiones en soledad, lo que lejos está de contribuir a la unidad del espacio, tema que él mismo viene reclamando con insistencia.