La cineasta, afincada en Madrid desde hace décadas, ha compaginado su actividad como productora con su labor como formadora y ha ejercido también distintos cargos de representación en instituciones ligadas al cine y a la cultura, como el Consejo Navarro de Cultura del que actualmente forma parte.
“Recibí la noticia encantada, me pareció un reconocimiento estupendo a muchos años de trabajo y a que es verdad que siempre llevaré y llevo evidentemente conmigo a Navarra. Es muy difícil despegarte de tus raíces”, señala tras renegar del tópico de que “nadie es profeta en su tierra”, dice con humor.
En todo caso considera la suya una labor de equipo y comparte el merecimiento del premio tanto con quienes han formado parte de sus equipos de rodaje como de quienes los han facilitado, como los vecinos de las localidades navarras donde tan bien acogida se ha sentido en los rodajes, el último en Lekunberri para la plataforma Netflix, la serie “Tú no eres especial”, que todavía ocupa algo de su tiempo con el cierre de algunos trámites, aunque ya se ha estrenado en unos 200 países.
VINCULADA SIEMPRE A NAVARRA
“Siempre he estado muy vinculada a Navarra, es difícil que me despegue”, dice quien además de socia empresarial es pareja sentimental de otro cineasta navarro, Montxo Armendáriz. Así, “es fácil” tener muy presente sus orígenes en sus trabajos, tanto en los guiones como en las localizaciones, para las que “enseguida nos sale referencia a Navarra, porque es lo que nos conocemos los dos”.
Además, a la hora de rodar procura seguir una máxima en su proceder: “Que puedas volver a un sitio donde hayas rodado. Ya no que te hagan la ola, porque igual has dejado algo mal hecho, pero que puedas volver. Y yo puedo decir que puedo volver a todos, y eso me parece lo más importante”, señala.
El premio, para cuya entrega no hay todavía una fecha, también es especialmente acogido porque da visibilidad a una profesión, la de la producción cinematográfica, no muy conocida y para la que “falta pedagogía”, aunque “se parece a muchas otras profesiones, porque realmente es gestión”.
PRODUCTORA Y PEDAGOGA
Y a ella le sigue fascinando, dice una Oria que recuerda que ha conseguido integrar en su vida dos facetas profesionales que le definen, la de formadora (estudió Pedagogía en Navarra e incluso se dedicó a la docencia en sus primeras experiencias laborales) en la Escuela TAI, donde imparte clases de Producción Ejecutiva en Máster, Grado y Diplomatura, y la de productora en su empresa Oria Films.
“Yo intento trasladar esas dificultades de la profesión a los chicos y chicas que están en clase, pero también la emoción de que al final eres el que pone la primera piedra, el primer folio con alguien y eres el que está hasta el final. Eres como el padre o madre del proyecto. Incluso contratas al director, y a todos los demás”, dice explícita.
Sobre el auge que en los últimos años tienen los diferentes paisajes de Navarra, apunta a la particularidad de contar con una hacienda foral, “una particularidad y privilegio” que permite incentivar fiscalmente los rodajes y ser más competitivos.
“Si a eso le sumas que Navarra tiene unos ambientes maravillosos y diferentes unos de otros, y tiene unos espacios fantásticos para rodar… Y luego, que la gente la verdad es muy agradable. En general los compañeros que van a rodar ahí es lo que destacan sobre todo, que la gente les acoge muy bien”, asegura.
Como ejemplo pone el más reciente en su caso, en Lekunberri: “Llegamos y nos integramos. No éramos unos extraños, es que acabamos siendo como de allí. Trabajábamos como estaba trabajando el de la ferretería o el de otro comercio”.
“Intentas buscar el bien de todos y molestar lo menos posible, pero molestamos, y mucho. Pero luego hicimos un pase en la plaza en septiembre, y acudió una pasada de gente y de ilusión. Fue superbonito”, recuerda agradecida.
APOSTAR POR PROYECTOS QUE “TIENEN PELÍCULA”
En cuanto a la elección de sus proyectos, Puy Oria reconoce que le atrae especialmente que una propuesta “te pique el gusanillo de querer saber más, que te dé curiosidad”, dice recordando como ejemplo las conversaciones con guerrilleros e historiadores antes de rodar ‘Silencio roto’ de Montxo Armendariz.
“Estuvimos mucho tiempo hablando con ellos, y de pronto era como que quería saber más, y más, y más del tema”, señala para advertir de que en casos así es cuando tú ves: “Esto tiene una película”.
Cuando encuentra una historia o se la proponen para producir, la decisión de hacerlo tiene mucho que ver con apreciar que “tiene mensaje. A mí que tenga mensaje me interesa, que no sea una historia sin más. Como producción la puedo hacer, si duda, pero para producirla yo prefiero que vaya más allá”.