El metaverso industrial es el tema de actualidad en la industria de la tecnología.
Ha llegado para quedarse y la industria ha hecho uso de la mayoría de los elementos que lo impulsan: la Realidad Virtual (VR), la Realidad Aumentada (AR) y la Inteligencia Artificial (AI).
Empecemos con la Realidad Virtual: se caracteriza por las simulaciones en tiempo real y las interacciones con entornos 3D, capacita a los ingenieros y gerentes de planta con soluciones para el diseño y evaluación de nuevas líneas de fabricación, para monitorizar y solucionar problemas remotos e incluso controlarlos a través de estas simulaciones.
Esta experiencia inmersiva, el sentimiento de que un usuario de Realidad Virtual percibe el entorno digital como real, nos permite recorrer toda una línea de producción y aprender procesos específicos de la línea donde antes necesitábamos objetos físicos. Gracias a las simulaciones basadas en inteligencia artificial podemos evaluar el impacto de las decisiones antes de tomarlas, incluso cuando hay en juego distintos objetivos.
Añadido a este entorno, los dispositivos de Realidad Aumentada, como las tabletas o las gafas inteligentes nos proyectan la información necesaria sin obstrucciones del mundo real, cuando se producen errores nos mandan instrucciones paso a paso y así proporcionan los trabajadores de primera línea, los que dependen de sus manos para reparar, mover o mantener objetos reales, procedimientos de mantenimiento más rápidos y flexibles.
Estamos viendo que la Realidad Aumentada promete un enorme potencial para facilitar las tareas manuales, lo que permite ahorrar tiempo, mejoras en la calidad y eficiencia de los problemas.
El Metaverso presenta su gran influencia en la situación de la industria y es considerado como la siguiente (r)evolución industrial ya que impulsa sinergias en tiempos de reacción o en la detección de errores, agrega valor al ayudar a disminuir el número de piezas defectuosas (gracias al ilimitado número de simulaciones que son posibles en el mundo virtual), reduce el tiempo de inactividad no programado y los costos de cumplimiento.
Pese a los grandes beneficios de implantación, como toda nueva tecnología tiene sus riesgos de adopción: Están los organizativos, como la aceptación y el conocimiento por la gerencia y empleados y, los asociados con la heterogeneidad del negocio.
Veamos en detalle dónde encontramos esta diversidad de elementos:
- Los nuevos proyectos involucran múltiples ubicaciones: las soluciones que planteamos deben permitir acceder a datos reales en cualquier lugar y en cualquier momento.
- En la operativa de cada una de las ubicaciones entran múltiples sistemas: de comisionado, de control, de mantenimiento y un largo etc…
- Por último, adicionalmente a los sistemas, los procesos de producción generan volúmenes inmensos de datos en tiempo real en cada uno de los sites que necesitan ser compartidos y comparados a nivel corporativo.
¿Por qué decimos entonces, que el Metaverso Industrial fusiona las ventajas del mundo real con el mundo digital?
Para empezar, es imprescindible solucionar las necesidades de homogeneización de la información para hacer del Metaverso la convergencia perfecta de diferentes mundos.
El metaverso llega a todos los escenarios posibles, nos proporciona una representación virtual con facilidad de acceso a objetos físicos y nos dota de contexto y tiempo real de lo que estamos observando, ya sea superponiendo información de los equipos en entornos reales (con gafas aumentadas) o en entornos virtuales.
Con la contextualización de la información, independientemente de cuál sea la fuente de datos; ingeniería, de proveedores o información de los sites, conseguimos una presentación del ciclo de vida completo del proyecto.
Así el metaverso además de unir el mundo físico y el virtual nos incluye todos los componentes que acabarán conformando el producto, desde el diseño hasta el final de la línea de montaje, ya sea la mecánica, el software o la electrónica, borrando de esta forma la barrera temporal entre diseño y fabricación.
Rocío Pérez
Pre-Sales Engineer en AVEVA y profesora de IoT en Mioti
Este artículo aparece publicado en el nº 541 de Automática e Instrumentación pág. 22.