El primer presupuesto federal bajo el gobierno liderado por Anthony Albanese ha señalado que bitcoin (BTC) seguirá tratándose como un activo digital, y no será gravado como una moneda extranjera.
Esta aclaración se produce en respuesta a la adopción por parte de El Salvador de BTC como moneda de curso legal en septiembre del año pasado; el gobierno australiano esencialmente descarta un cambio de clasificación a pesar de que se utiliza como moneda en El Salvador y la República Centroafricana.
El presupuesto federal se publicó el 25 de octubre y afirma que BTC quedará bajo el “tratamiento fiscal actual de las monedas digitales, incluido el tratamiento fiscal de las ganancias de capital, cuando se mantenga como una inversión”.
“Esta medida elimina la incertidumbre tras la decisión del Gobierno de El Salvador de adoptar bitcoin como moneda de curso legal y se retrotraerá a los ejercicios de renta que incluyan el 1 de julio de 2021”, dice el documento presupuestario.
En declaraciones a Cointelegraph, Danny Talwar, jefe de impuestos de la empresa australiana de contabilidad de criptoimpuestos Koinly, sugirió que la adopción de BTC por parte de El Salvador ha hecho poco para influir en las opiniones de la Oficina de Impuestos de Australia (ATO) y del Tesoro, ya que siempre han mantenido que bitcoin debería gravarse como otros activos digitales:
“Las normas fiscales sobre divisas en Australia siguen un tratamiento basado en los ingresos y no en el capital. Desde 2014, la orientación de la ATO ha declarado que los criptoactivos no son moneda extranjera a efectos fiscales, sino que son activos CGT para los inversores.”
Como tal, bajo la clasificación de un activo digital, los inversores de BTC estarán sujetos a los requisitos del impuesto sobre las ganancias de capital cuando obtengan un beneficio por la venta del activo.
Los porcentajes varían, ya que las ganancias suelen incluirse en el impuesto sobre la renta, con un tipo máximo del 45%. Sin embargo, si el activo se ha mantenido durante más de un año, los inversores reciben un descuento del 50% sobre el impuesto a pagar por un evento de impuesto sobre las ganancias de capital.
En comparación, el tipo impositivo general para las ganancias procedentes de la inversión en divisas es del 23.5%, y supondría un fuerte descuento para los inversores si BTC se clasificara en esta categoría.
“El Ministerio de Hacienda publicó en septiembre un borrador con una propuesta de legislación para incorporarla a la ley”, añadió.
Sin embargo, Talwar señaló que no todo está grabado en piedra para las leyes de tributación de los activos digitales, ya que está en curso una “revisión de la Junta de Impuestos sobre el tratamiento fiscal de los activos digitales en general”.
En cuanto a las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC), este tipo de monedas respaldadas por el gobierno caerán bajo las “reglas de divisas extranjeras”.
Aunque la perspectiva de una CBDC australiana parece estar todavía bastante lejos, se han producido avances recientes en este ámbito.
A finales de septiembre, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) publicó un libro blanco en el que se esboza un plan para llevar a cabo un proyecto piloto de CBDC denominado “eAUD” en colaboración con el Centro de Investigación Cooperativa de Finanzas Digitales (DFCRC).
Se espera que se publique un informe sobre el proyecto piloto a mediados del próximo año. El RBA será responsable de la emisión de eAUD, mientras que el DFCRC supervisará el desarrollo y la instalación de la plataforma.
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