La Comisión de Constitución del Senado, aprobó la reforma constitucional que establece la obligatoriedad del voto en los comicios electorales. ¿Qué paso viene ahora? Corresponde que la iniciativa sea sometida a votación de la Sala del Senado.
Sábado 29 de octubre 2022 16:35 hrs.
Hasta ahora, sin mayores obstáculos está avanzando en el Congreso, la discusión y tramitación de la reforma constitucional que busca restituir la obligatoriedad del sufragio para las elecciones populares. Y a esta iniciativa el Gobierno le dio carácter de urgencia.
De hecho, el presidente de la Comisión de Constitución, Matías Walker y el senador Iván Flores, han valorado la rapidez del Ejecutivo para ingresar la iniciativa para su rápida discusión. En tal sentido, el senador Iván Flores aseguró que “con la urgencia que pone el Gobierno (al proyecto de voto obligatorio) queda claro que la participación ciudadana tiene que ser obligatoria en momentos que son extremadamente cruciales para el futuro del país y estamos muy contentos por eso”.
Desde el Gobierno, algunos ministros han dedicado tiempo en sus respectivas agendas para hablar, precisamente, del voto obligatorio. Por ejemplo, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, ha planteado que esta medida “llegó para quedarse”. Incluso, reconoció que su implementación ha sido una condición desde algunos sectores para concretar un acuerdo para el nuevo proceso constituyente, el mismo que, por estos días, está más bien entrampado en las negociaciones por falta de acuerdo.
En las últimas semanas, la comisión de Constitución del Senado, aprobó la reforma constitucional que establece la obligatoriedad del voto en los comicios electorales. Ahora la iniciativa será sometida a votación de la Sala del Senado.
Dicha reforma establece que “el sufragio será obligatorio para los electores en todas las elecciones y plebiscitos, salvo en las elecciones primarias. Una ley orgánica constitucional fijará las multas o sanciones que se aplicarán por el incumplimiento de este deber, los electores que estarán exentos de ellas y el procedimiento para su determinación”.
Advertencia a los “peligros” de la medida
Nicolás Freire, analista político, en conversación con la Radio y Diario Universidad de Chile, afirma que hay una primera discusión, en cuanto a la obligatoriedad del voto y la voluntariedad del mismo que se dio en contextos donde no teníamos, dice, el problema constituyente.
Freire, recuerda que desde 2012 se empezó a conversar del tema y después salió, finalmente, el voto voluntario. “En ese contexto, establecer la obligatoriedad del voto en virtud de la libertad individual, parecía lo correcto. Sin embargo, después nos dimos cuenta de que, con la baja participación, con el desencanto de la ciudadanía se hacía difícil no sólo el Gobierno como tal, sino también el tomar decisiones a nivel país, desde el punto de vista social, apelando al pacto social, sino era con la participación obligatoria”.
El académico de la Universidad Central sostiene que el escenario en Chile, en general, ha demostrado que hay un cambio de visión, más allá del 4 de septiembre, sino que el contexto del plebiscito ha demostrado la importancia que tiene la participación ciudadana en los procesos políticos. “Bajo esa arista hoy día creo que es sensato volver al voto obligatorio”.
Sin embargo, Freire hace hincapié en un aspecto que no siempre se aborda en las discusiones relacionadas con el tema del voto obligatorio y que tiene que ver con los peligros que en sí encierra este proceso democrático. A su juicio, “el voto obligatorio crea un terreno fértil para que entren determinados discursos populistas. Va a haber una masa de ciudadanos, de sectores de la ciudadanía, los más despolitizados que van a estar mucho más propensos a escuchar el discurso populista que, por lo demás, se ha venido instalando en algunos sectores políticos, tanto en la extrema izquierda como en la extrema derecha”.
Agregó que “el voto obligatorio va acompañado de otras cosas, por ejemplo, en mayores programas de capacitación ciudadana, desde la arista ministerial como a nivel país, es decir, mayor información respecto de la actualidad política. Va acompañado también, lo digo por citar un ejemplo, de legislaciones respecto de la difusión de noticias falsas, en redes sociales, incluso, en medios de comunicación donde también se instalan noticias falsas. El voto obligatorio, no nos va a resolver el problema, si no va acompañado de otros elementos que se tienen que poner sobre la mesa”.
Fortalecer la participación
La diputada, Joanna Pérez, sostuvo que es necesario el voto obligatorio para fortalecer la democracia con más participación y, por lo tanto, “la idea es implementarlo en todas las elecciones y plebiscitos futuros”.
La parlamentaria también comparte la idea de que el voto obligatorio no se trata de un proceso que pueda ir solo, sino que “tiene que ir acompañado de que los partidos políticos tengan mayores espacios de participación, que haya espacios también para los movimientos, por ejemplo, que la gente se sienta que participa. Por eso, cuando un 30% decidía sobre el 70% que no participaba, eso con el voto obligatorio no se va a dar más, le hace bien al país, elimina los clientelismos, los populismos que, sin duda, surgen cuando no hay una fuerte cultura cívica”.
Legislar con calma
La senadora y vicepresidenta de la Cámara Alta, Luz Ebensperger, quien también integra la Comisión de Constitución y Justicia, ha manifestado en el marco del debate del voto obligatorio, que, si bien, se quiere aplicar para todas las elecciones, no hay que legislar apresuradamente. “También la experiencia nos ha señalado que legislar, apresuradamente, pensando en casos puntuales nos hace muchas veces equivocarnos”.
La parlamentaria de la Unión Demócrata Independiente (UDI), sostuvo que “probablemente, estamos pensando que este voto obligatorio se apruebe a eventuales elecciones próximas que vemos en el horizonte, pero si eso es así, es cosa que lo mismo como se hizo en el plebiscito de salida, cuando se haga la reforma constitucional, para lo que venga, se establezca ahí”.
De lo voluntario a lo obligatorio: “Raro”
Cabe señalar, por otro parte, que el sociólogo y director de Tú Influyes, Axel Callís, ha señalado a la Radio y Diario Universidad de Chile, su extrañeza de que el país de tener un voto voluntario, pase a uno obligatorio.
“Lo raro nuestro es que somos el país que pasó de lo voluntario a lo obligatorio, algo que no ocurre nunca. Es primera vez, porque esta cosa en el mundo electoral es como raro”.
Según Callís, “si esto (del voto obligatorio) fuera bueno, los países con buenas democracias lo imitarían y no lo imitan. Argentina tiene voto obligatorio, Brasil, Perú también tienen voto obligatorio y ningún país europeo tiene voto obligatorio, salvo una parte de Bélgica y una parte de Australia, todo el resto es voluntario, entonces es para hacernos pensar cómo hicimos la regresión”.
Hasta ahora, sin mayores obstáculos está avanzando en el Congreso, la discusión y tramitación de la reforma constitucional que busca restituir la obligatoriedad del sufragio para las elecciones populares. Y a esta iniciativa el Gobierno le dio carácter de urgencia.
De hecho, el presidente de la Comisión de Constitución, Matías Walker y el senador Iván Flores, han valorado la rapidez del Ejecutivo para ingresar la iniciativa para su rápida discusión. En tal sentido, el senador Iván Flores aseguró que “con la urgencia que pone el Gobierno (al proyecto de voto obligatorio) queda claro que la participación ciudadana tiene que ser obligatoria en momentos que son extremadamente cruciales para el futuro del país y estamos muy contentos por eso”.
Desde el Gobierno, algunos ministros han dedicado tiempo en sus respectivas agendas para hablar, precisamente, del voto obligatorio. Por ejemplo, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, ha planteado que esta medida “llegó para quedarse”. Incluso, reconoció que su implementación ha sido una condición desde algunos sectores para concretar un acuerdo para el nuevo proceso constituyente, el mismo que, por estos días, está más bien entrampado en las negociaciones por falta de acuerdo.
En las últimas semanas, la comisión de Constitución del Senado, aprobó la reforma constitucional que establece la obligatoriedad del voto en los comicios electorales. Ahora la iniciativa será sometida a votación de la Sala del Senado.
Dicha reforma establece que “el sufragio será obligatorio para los electores en todas las elecciones y plebiscitos, salvo en las elecciones primarias. Una ley orgánica constitucional fijará las multas o sanciones que se aplicarán por el incumplimiento de este deber, los electores que estarán exentos de ellas y el procedimiento para su determinación”.
Advertencia a los “peligros” de la medida
Nicolás Freire, analista político, en conversación con la Radio y Diario Universidad de Chile, afirma que hay una primera discusión, en cuanto a la obligatoriedad del voto y la voluntariedad del mismo que se dio en contextos donde no teníamos, dice, el problema constituyente.
Freire, recuerda que desde 2012 se empezó a conversar del tema y después salió, finalmente, el voto voluntario. “En ese contexto, establecer la obligatoriedad del voto en virtud de la libertad individual, parecía lo correcto. Sin embargo, después nos dimos cuenta de que, con la baja participación, con el desencanto de la ciudadanía se hacía difícil no sólo el Gobierno como tal, sino también el tomar decisiones a nivel país, desde el punto de vista social, apelando al pacto social, sino era con la participación obligatoria”.
El académico de la Universidad Central sostiene que el escenario en Chile, en general, ha demostrado que hay un cambio de visión, más allá del 4 de septiembre, sino que el contexto del plebiscito ha demostrado la importancia que tiene la participación ciudadana en los procesos políticos. “Bajo esa arista hoy día creo que es sensato volver al voto obligatorio”.
Sin embargo, Freire hace hincapié en un aspecto que no siempre se aborda en las discusiones relacionadas con el tema del voto obligatorio y que tiene que ver con los peligros que en sí encierra este proceso democrático. A su juicio, “el voto obligatorio crea un terreno fértil para que entren determinados discursos populistas. Va a haber una masa de ciudadanos, de sectores de la ciudadanía, los más despolitizados que van a estar mucho más propensos a escuchar el discurso populista que, por lo demás, se ha venido instalando en algunos sectores políticos, tanto en la extrema izquierda como en la extrema derecha”.
Agregó que “el voto obligatorio va acompañado de otras cosas, por ejemplo, en mayores programas de capacitación ciudadana, desde la arista ministerial como a nivel país, es decir, mayor información respecto de la actualidad política. Va acompañado también, lo digo por citar un ejemplo, de legislaciones respecto de la difusión de noticias falsas, en redes sociales, incluso, en medios de comunicación donde también se instalan noticias falsas. El voto obligatorio, no nos va a resolver el problema, si no va acompañado de otros elementos que se tienen que poner sobre la mesa”.
Fortalecer la participación
La diputada, Joanna Pérez, sostuvo que es necesario el voto obligatorio para fortalecer la democracia con más participación y, por lo tanto, “la idea es implementarlo en todas las elecciones y plebiscitos futuros”.
La parlamentaria también comparte la idea de que el voto obligatorio no se trata de un proceso que pueda ir solo, sino que “tiene que ir acompañado de que los partidos políticos tengan mayores espacios de participación, que haya espacios también para los movimientos, por ejemplo, que la gente se sienta que participa. Por eso, cuando un 30% decidía sobre el 70% que no participaba, eso con el voto obligatorio no se va a dar más, le hace bien al país, elimina los clientelismos, los populismos que, sin duda, surgen cuando no hay una fuerte cultura cívica”.
Legislar con calma
La senadora y vicepresidenta de la Cámara Alta, Luz Ebensperger, quien también integra la Comisión de Constitución y Justicia, ha manifestado en el marco del debate del voto obligatorio, que, si bien, se quiere aplicar para todas las elecciones, no hay que legislar apresuradamente. “También la experiencia nos ha señalado que legislar, apresuradamente, pensando en casos puntuales nos hace muchas veces equivocarnos”.
La parlamentaria de la Unión Demócrata Independiente (UDI), sostuvo que “probablemente, estamos pensando que este voto obligatorio se apruebe a eventuales elecciones próximas que vemos en el horizonte, pero si eso es así, es cosa que lo mismo como se hizo en el plebiscito de salida, cuando se haga la reforma constitucional, para lo que venga, se establezca ahí”.
De lo voluntario a lo obligatorio: “Raro”
Cabe señalar, por otro parte, que el sociólogo y director de Tú Influyes, Axel Callís, ha señalado a la Radio y Diario Universidad de Chile, su extrañeza de que el país de tener un voto voluntario, pase a uno obligatorio.
“Lo raro nuestro es que somos el país que pasó de lo voluntario a lo obligatorio, algo que no ocurre nunca. Es primera vez, porque esta cosa en el mundo electoral es como raro”.
Según Callís, “si esto (del voto obligatorio) fuera bueno, los países con buenas democracias lo imitarían y no lo imitan. Argentina tiene voto obligatorio, Brasil, Perú también tienen voto obligatorio y ningún país europeo tiene voto obligatorio, salvo una parte de Bélgica y una parte de Australia, todo el resto es voluntario, entonces es para hacernos pensar cómo hicimos la regresión”.
Hasta ahora, sin mayores obstáculos está avanzando en el Congreso, la discusión y tramitación de la reforma constitucional que busca restituir la obligatoriedad del sufragio para las elecciones populares. Y a esta iniciativa el Gobierno le dio carácter de urgencia.
De hecho, el presidente de la Comisión de Constitución, Matías Walker y el senador Iván Flores, han valorado la rapidez del Ejecutivo para ingresar la iniciativa para su rápida discusión. En tal sentido, el senador Iván Flores aseguró que “con la urgencia que pone el Gobierno (al proyecto de voto obligatorio) queda claro que la participación ciudadana tiene que ser obligatoria en momentos que son extremadamente cruciales para el futuro del país y estamos muy contentos por eso”.
Desde el Gobierno, algunos ministros han dedicado tiempo en sus respectivas agendas para hablar, precisamente, del voto obligatorio. Por ejemplo, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, ha planteado que esta medida “llegó para quedarse”. Incluso, reconoció que su implementación ha sido una condición desde algunos sectores para concretar un acuerdo para el nuevo proceso constituyente, el mismo que, por estos días, está más bien entrampado en las negociaciones por falta de acuerdo.
En las últimas semanas, la comisión de Constitución del Senado, aprobó la reforma constitucional que establece la obligatoriedad del voto en los comicios electorales. Ahora la iniciativa será sometida a votación de la Sala del Senado.
Dicha reforma establece que “el sufragio será obligatorio para los electores en todas las elecciones y plebiscitos, salvo en las elecciones primarias. Una ley orgánica constitucional fijará las multas o sanciones que se aplicarán por el incumplimiento de este deber, los electores que estarán exentos de ellas y el procedimiento para su determinación”.
Advertencia a los “peligros” de la medida
Nicolás Freire, analista político, en conversación con la Radio y Diario Universidad de Chile, afirma que hay una primera discusión, en cuanto a la obligatoriedad del voto y la voluntariedad del mismo que se dio en contextos donde no teníamos, dice, el problema constituyente.
Freire, recuerda que desde 2012 se empezó a conversar del tema y después salió, finalmente, el voto voluntario. “En ese contexto, establecer la obligatoriedad del voto en virtud de la libertad individual, parecía lo correcto. Sin embargo, después nos dimos cuenta de que, con la baja participación, con el desencanto de la ciudadanía se hacía difícil no sólo el Gobierno como tal, sino también el tomar decisiones a nivel país, desde el punto de vista social, apelando al pacto social, sino era con la participación obligatoria”.
El académico de la Universidad Central sostiene que el escenario en Chile, en general, ha demostrado que hay un cambio de visión, más allá del 4 de septiembre, sino que el contexto del plebiscito ha demostrado la importancia que tiene la participación ciudadana en los procesos políticos. “Bajo esa arista hoy día creo que es sensato volver al voto obligatorio”.
Sin embargo, Freire hace hincapié en un aspecto que no siempre se aborda en las discusiones relacionadas con el tema del voto obligatorio y que tiene que ver con los peligros que en sí encierra este proceso democrático. A su juicio, “el voto obligatorio crea un terreno fértil para que entren determinados discursos populistas. Va a haber una masa de ciudadanos, de sectores de la ciudadanía, los más despolitizados que van a estar mucho más propensos a escuchar el discurso populista que, por lo demás, se ha venido instalando en algunos sectores políticos, tanto en la extrema izquierda como en la extrema derecha”.
Agregó que “el voto obligatorio va acompañado de otras cosas, por ejemplo, en mayores programas de capacitación ciudadana, desde la arista ministerial como a nivel país, es decir, mayor información respecto de la actualidad política. Va acompañado también, lo digo por citar un ejemplo, de legislaciones respecto de la difusión de noticias falsas, en redes sociales, incluso, en medios de comunicación donde también se instalan noticias falsas. El voto obligatorio, no nos va a resolver el problema, si no va acompañado de otros elementos que se tienen que poner sobre la mesa”.
Fortalecer la participación
La diputada, Joanna Pérez, sostuvo que es necesario el voto obligatorio para fortalecer la democracia con más participación y, por lo tanto, “la idea es implementarlo en todas las elecciones y plebiscitos futuros”.
La parlamentaria también comparte la idea de que el voto obligatorio no se trata de un proceso que pueda ir solo, sino que “tiene que ir acompañado de que los partidos políticos tengan mayores espacios de participación, que haya espacios también para los movimientos, por ejemplo, que la gente se sienta que participa. Por eso, cuando un 30% decidía sobre el 70% que no participaba, eso con el voto obligatorio no se va a dar más, le hace bien al país, elimina los clientelismos, los populismos que, sin duda, surgen cuando no hay una fuerte cultura cívica”.
Legislar con calma
La senadora y vicepresidenta de la Cámara Alta, Luz Ebensperger, quien también integra la Comisión de Constitución y Justicia, ha manifestado en el marco del debate del voto obligatorio, que, si bien, se quiere aplicar para todas las elecciones, no hay que legislar apresuradamente. “También la experiencia nos ha señalado que legislar, apresuradamente, pensando en casos puntuales nos hace muchas veces equivocarnos”.
La parlamentaria de la Unión Demócrata Independiente (UDI), sostuvo que “probablemente, estamos pensando que este voto obligatorio se apruebe a eventuales elecciones próximas que vemos en el horizonte, pero si eso es así, es cosa que lo mismo como se hizo en el plebiscito de salida, cuando se haga la reforma constitucional, para lo que venga, se establezca ahí”.
De lo voluntario a lo obligatorio: “Raro”
Cabe señalar, por otro parte, que el sociólogo y director de Tú Influyes, Axel Callís, ha señalado a la Radio y Diario Universidad de Chile, su extrañeza de que el país de tener un voto voluntario, pase a uno obligatorio.
“Lo raro nuestro es que somos el país que pasó de lo voluntario a lo obligatorio, algo que no ocurre nunca. Es primera vez, porque esta cosa en el mundo electoral es como raro”.
Según Callís, “si esto (del voto obligatorio) fuera bueno, los países con buenas democracias lo imitarían y no lo imitan. Argentina tiene voto obligatorio, Brasil, Perú también tienen voto obligatorio y ningún país europeo tiene voto obligatorio, salvo una parte de Bélgica y una parte de Australia, todo el resto es voluntario, entonces es para hacernos pensar cómo hicimos la regresión”.
Síguenos en