Hoy, 28 de octubre, se cumplen dos años exactamente de que recibí la oportunidad de empezar a escribir mis reflexiones en EL INFORMADOR, diario que durante 105 años ha sido baluarte del periodismo. Expresar ideas en este medio es una gran responsabilidad y un halago el poder hacerlo. (Carlos Álvarez del Castillo, muchas gracias.)
Aquella primera colaboración llevaba por título ‘El nuevo poder electoral latino’ y hacía referencia a la elección presidencial del 3 de noviembre, donde Donald Trump buscaba la reelección y Joe Biden cifraba su esperanza de ocupar la oficina Oval de la Casa Blanca y terminar con un movimiento populista que amenazaba la vida política del país vecino.
Dos años después, el tema de la influencia de los latinos en los procesos electorales continúa siendo un tema relevante en Estados Unidos. De acuerdo con un estudio del Pew Research Center, 34.5 millones de latinos son elegibles para votar en las elecciones de medio término del próximo 8 de noviembre, que son cruciales para el control del Senado y de la Cámara de Representantes. Ese núcleo de votantes ha tenido un crecimiento brutal desde las elecciones del 2018, con un 62 por ciento. Son los votantes hispanos el grupo racial y étnico de más rápido crecimiento en el proceso electoral, con un incremento de 4.7 millones de votantes -desde ese mismo periodo-, indica el reporte.
De acuerdo con datos oficiales, se proyecta que los latinos representan el 14.3 por ciento de los votantes elegibles, que significa el doble de quienes podían hacerlo en las elecciones de hace 22 años. Y como dato adicional, la cuarta parte de los votantes latinos se radican en el Estado de California.
En la actualidad, los demócratas tienen el control de ambas cámaras -Senado y Representantes-, sin embargo, las turbulencias políticas, con un presidente que ha ido a la baja en aceptación entre los ciudadanos, con una estela de populismo de Donald Trump, quien a pesar de sus conflictos legales como funcionario y personales pesa mucho entre los republicanos y un enorme sector del electorado, han provocado turbulencias en el electorado.
Según un sondeo del periódico The New York Times y Siena College, aunque la corriente pro Trump ha crecido entre los latinos en Estados Unidos, no se han logrado materializar los sueños republicanos sobre una reorientación en la percepción para que favorezcan las posturas de ese partido. Sin embargo, es muy común -a nivel nacional- escuchar a líderes comunitarios, que en el pasado se pronunciaban abiertamente demócratas, hoy se inclinan por algunas propuestas republicanas.
El sondeo reveló “que los demócratas habían mantenido un control sobre la mayoría de los electores latinos, motivados en parte por mujeres y por la creencia de que los demócratas seguían siendo el partido de la clase trabajadora. En general, es más probable que los votantes latinos estén de acuerdo con los demócratas en muchos temas: inmigración, política sobre el control de armas, cambio climático. También es más probable que vean a los republicanos como el partido de la élite y como el movimiento que tiene posturas extremas. Además, una mayoría de los electores latinos, el 56 por ciento, piensa votar por los demócratas este otoño, en comparación con el 32 por ciento que pretende votar por los republicanos. Pero en la consulta también se ven señales preocupantes para el futuro del mensaje de los demócratas”.
La moneda está en el aire para los cambios en el Senado estadounidense. Lo que sí es una realidad es la importancia que representan los votantes latinos, quienes tradicionalmente han sido demócratas y hoy pasan por un punto de inflexión en la política de los Estados Unidos y que pueden inclinar la balanza en el otro sentido. ¿Usted, qué opina?
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