La Feria del libro de Francfurt ha encontrado sus ‘reclamos’ para editores extranjeros en autoras españolas que conforman la “nueva narrativa”, como Marta Sanz, Irene Vallejo o Sara Mesa, y que han acaparado gran parte de la atención en estos días de ventas de derechos.
“Ha llamado mucho la atención ‘El infinito en un junco’, de Irene Vallejo y estoy seguro de que va a ser un éxito en Alemania porque este tipo de ensayo culto y con tema sociológico está funcionando”, ha señalado el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Daniel Fernández.
Pese a que aún resulta “prematuro” hablar de cifras de ventas -Fernández habla a un día del cierre de la feria de “la mejor de los últimos años” mientras que otros participantes mostraban preocupación por una caída en ventas en porcentajes de dos dígitos-, España ya ha llegado con “los deberes hechos” en cuanto a traducción.
“En alemán hay algo más de 400 traducciones en 2022 -con una inversión de cerca de 3 millones de euros de AC/E-. Comparado con el año 1991, donde superaron las 200 traducciones, esto nos hace ser optimistas en torno a las ventas. Es un desembarco y hemos recibido muchísima petición de libro español por parte de editores internacionales“, ha asegurado.
El editor de Edhasa ha explicado que habitualmente predomina “la sensación de que hay géneros que funcionan y, especialmente, en Alemania”, como son la novela negra y la histórica, pero que en esta edición “se ha descubierto” el interés por “toda una generación de nuevas autoras”.
“Hay nuevas narradoras femeninas, incluyendo alguna que hace ensayo, con esa sensación de que España está muy avanzada en derechos LGTBI. Son nombres como los de Marta Sanz, Sara Mesa -y yo he añadido a Inés Martín Rodrigo- que están funcionando”, ha señalado el presidente de los editores españoles.
Fernández considera “prematuro todavía” hablar de ventas, antes del cierre de la feria, porque “no hay un contador que diga qué se ha vendido”. “La gente está muy contenta y me han dicho que es la mejor Feria del Libro de Frankfurt en mucho tiempo, y lo cierto es que ha habido muchísimos contactos, movimientos y citas”, ha resaltado.
En cuanto a su experiencia personal, afirma que el volumen de negocio en distintas ediciones “varían con un poco de todo”. “Ha habido años en que han salido incluso diez títulos consolidados a otros en que solo dos o tres. Depende mucho, pero siempre queda la cosa romántica de leer un manuscrito y de la noche a la mañana contratarlo”, ha asegurado.
De las diferencias con el “desembarco” español a otros años en la Feria de Francfurt, ha explicado que “quizás la mirada del año 1991, cuando vinimos también como país invitado, es que era la mirada de Alemania sobre un país que consideraban un tanto exótico y periférico. Y ahora piensan cómo es que se están perdiendo la literatura española desde hace tanto tiempo”, ha señalado.