Concluyó en Buenos Aires, Argentina, la 18º edición de la Asamblea General Anual y Leaders Forum de la Asociación Latinoamericana de Transporte Aéreo (ALTA), evento que reunió a los líderes del sector en la región con sus 154 miembros -que representan cerca del 80% del tráfico de América Latina y El Caribe-, y que abordó temas como los desafíos actuales y el futuro del transporte pospandemia.
En el marco del encuentro, los CEO’s de cuatro de las principales empresas de la industria -Avianca, Aeroméxico, Aerolíneas Argentinas y Copa Airlines- se dieron cita en el panel “The CEOs’ Journey” en el que terminaron coincidiendo en que existen dos tipos de desafíos a atender: la inflación, el alza de los impuestos, la devaluación de monedas locales y el alto precio de combustible, como aspectos a corto plazo; mientras que, a largo plazo, el desafío es la descarbonización.
Y es que la industria ya apunta a que la pandemia forma parte del pasado y que el reto está en cómo asegurar la reactivación considerando las tensiones geopolíticas fuera y dentro de la región, que suponen nuevos riesgos a la aviación y que hacen necesaria la cooperación y el trabajo conjunto de los gobiernos.
“La lección más importante, que siempre hay que tener en cuenta, es que las crisis son oportunidades. Ya no hay que ver el retrovisor, hay que ver hacia adelante y ver cómo crecemos, cómo nos desarrollamos”, dijo Andrés Conesa, CEO de Aeroméxico, una de las tres empresas que tuvo que entrar a un proceso de reorganización por el impacto de la crisis sanitaria.
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Las reorganizaciones
De hecho, ese fue uno de los temas abordados en el panel, considerando que dos de las compañías presentes vivieron sus propias reestructuraciones a partir de 2022.
Consultados por si era la mejor opción para afrontar la situación, Conesa dijo que “si entras por las razones correctas, se genera también una especie de círculo virtuoso, donde tanto la sociedad como los proveedores y clientes, terminan por darse cuenta de lo importante que es la empresa. Todo el mundo jala parejo para poder sacarla adelante”.
Y consideró que línea bandera de México, que fue la reestrucura corporativa más importante que se ha hecho en la historia de ese país, ha permitido determinar que es necesario, entre otras cosas, adecuar la Ley de Concursos Mercantiles. “Adecuarla para que, con elementos del Capítulo 11, se le permita a una empresa verdaderamente reestructurarse y no caer en un proceso de liquidación”, explicó.
Con él coincidió Adrián Neuhauser, CEO de Avianca, quien aseguró que la medida tomada por la firma además desencadenó “una discusión introspectiva de quién éramos, de por qué existíamos, de quién queríamos ser; dio un na visión mucho más unificada del por qué de la empresa y de qué es lo que estamos haciendo”.
Reconoció que son períodos de disonancia y ruido, pero que pueden terminar por delinear mejor hacia dónde van las empresas.
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Recuperación
Con muchos países terminando las restricciones impuestas por el Covid-19, los ejecutivos apuntaron a que hay muchas oportunidades para crecer. Así, destacaron el aporte del turismo como herramienta para continuar reactivando y potenciar la economía en estos tiempos de crisis.
En medio de estos esfuerzos se está produciendo un fenómeno conocido como “turismo de venganza o revancha”, que ya fue adelantado a DFSUD por el CEO de ALTA, José Ricardo Botelho.
En ese sentido, todos apuntaron a la rápida recuperación del sector. “Estamos con una recuperación que nos sorprendió por lo fuerte y lo sólido”, dijo Pablo Ceriani, CEO de Aerolíneas Argentinas.
Señaló que las operaciones de su compañía están a niveles entre 70% y 80%.
Por su parte, Pedro Heilbron, director ejecutivo de Copa Airlines, reconoció la rápida reactivación de los viajes por turismo, mientras siguen aún rezagados los de negocio. Y dijo que, si bien hay un desafío adicional por la entrada de nuevos actores al negocio, su apuesta es “no cambiar en nada su propuesta, sino mejorarla”.
“Tenemos que ser mejores, más competitivos y eficientes en lo que hacemos y esa es la fórmula. Pensamos hacer lo mismo, pero cada vez mejor”, señaló.
Consultado por nuevos mercados, dijo: “No nos interesa conquistar Europa y Asia ni ningún otro lugar del mundo.
¿Qué les quita el sueño?
Consultados entonces, por esos temas que preocupan a estos líderes de la industria aérea, todos coincidieron en el cómo lograr la recuperación en medio de altos precios e inflación que están golpeando con fuerza los ingresos de las familias y, por ende, la capacidad de viajar.
Para el argentino Ceriani, el punto crítico está en “la incertidumbre que tenemos todos de cómo va a evolucionar el mercado, qué va a pasar con la economía mundial. Lo que hagan los gobiernos para enfríar la economía puede llegar a tener consecuencias en el nivel de demanda, en el nivel de ingreso de las familias y de la demanda de los pasajeros”.
Particularmente en la nación austral, Ceriani destacó el esquema de los dólares, impuestos y retenciones.
Por su parte, desde México, Conesa apuntó a la estabilidad regulatoria, considerando que en el país no hay una política aeronáutica reciente. “La última fue en 2007, hace 15 años. Tienes que saber las reglas del juego, de cuáles son las condiciones en cuanto al desarrollo de infraestructura, cuál es la política de cielos abiertos, quintas libertades, concesiones aeroportuarias. Hay que asegurar un terreno parejo permanente que permita mayor desarrollo, generación de empleo y beneficios para el país y la clave está en lograr mayor claridad regulatoria”, dijo.
En su turno, Neuhauser señaló que, si bien hay externalidades que no se pueden controlar a diario, le quita el sueño aquello que sí se control: “Los daños que sí podamos evitar, las cosas que sí podemos controlar”. Y entre ello apuntó a la necesidad de que los gobiernos hagan más en cuanto a regulación, tasas aeroportuarias, aumentos de impuestos, que “son sobrecostos, que de alguna manera todos los pasajeros o la línea aérea, o los dos, serán los únicos que van a hacerlo cada vez más difícil”.
Por último, Heibron dijo que le preocupa que, por haber logrado seguir operando en medio de lo volátil de la situación externa, “que estemos por un camino de confianza y que nos detengamos por una gran pared de golpe o que nos caiga un jarro en la cabeza”.