Una grave lesión de rodilla (la temible triada) truncó en el año 2006 la incipiente y prometedora carrera futbolística de Manuel Heredia, un joven de la barriada malagueña de El Palo a quien la vida le tenía reservado otro camino con el que poder disfrutar de sus dos grandes pasiones: el fútbol y la tecnología. Durante la convalecencia ocupó su tiempo en desarrollar un blog y creó la primera versión de lo que luego sería Resultados-futbol, el primer nombre de BeSoccer. Tras varios giros laborales, en 2009 decidió centrarse por completo en este proyecto que, a partir de 2013 y con la creación de la app, dio un salto gigantesco, cubriendo todas las ligas del mundo, de primera a quinta división. El portal malagueño se ha erigido en los últimos años como una de las grandes referencias internacionales del deporte, ofreciendo noticias y resultados y la mayor base de datos a nivel mundial sobre fútbol, con la que ya surten a muchos clubes. El pasado año, BeSoccer se mudó a una nueva sede en el polígono comercial Valdicio de Málaga capital: un inmueble de impronta más corporativa que cuenta incluso con campo de fútbol 3, cancha de baloncesto o gimnasio para uso de los empleados. Manu Heredia charla con La Opinión sobre la trayectoria de la empresa, sus retos, el éxito de la Málaga tecnológica y también de sus sueños de futuro en relación al club de sus amores, el Málaga CF.
Llevan más de un año en el nuevo edificio ¿Qué les ha aportado el cambio de sede?
Sobre todo visibilidad e imagen de marca porque a veces, en el mundo digital, no se aporta a algo todo el valor que tiene si no hay también un referente físico. El edificio es espectacular y responde a una filosofía muy vinculada a la que se da en EEUU en el ámbito del emprendimiento. La idea es dar todo tipo de servicios gratuitos al trabajador para facilitarle su día a día, por eso tenemos gimnasio, entrenador personal, bar, peluquería, fisioterapia… cuando vienen gente del extranjero y lo ven se sorprenden. Dicen «¡qué locura!», pero en realidad, en una empresa con tantos trabajadores y tanto volumen, yo hablaría mejor de una economía de escala. Te sale rentable tener un peluquero, un entrenador personal o un nutricionista.
¿Es importante la idea de hacer equipo entre los trabajadores, que se sientan cómodos?
A mí muchas veces me preguntan qué opino del teletrabajo. Y siempre digo lo mismo: a pesar de que soy una persona puramente digital y de que soy consciente de que hoy día se puede trabajar desde cualquier parte, considero que las empresas las hacen las personas, con sus relaciones personales. Para mí es muy importante que haya un equipo, que la gente se vea, que la oficina sea más un centro de reunión que casi un lugar de trabajo. Eso es clave.
¿Cuántas personas trabajan ya en BeSoccer? ¿Tienen espacio suficiente para absorber futuros crecimientos de plantilla?
Somos ya casi 250 trabajadores. Tenemos la mitad de la superficie disponible destinada a ocio y la otra mitad a lo que son los puestos de trabajo. Hay capacidad de albergar a más personas, y si no, en un futuro ya plantearíamos otras opciones, por ejemplo, que el actual edificio se quedara con la sede central de BeSoccer y buscar otro emplazamiento en Málaga para llevar alguna otra parte de la empresa. Porque mi idea es que Be Soccer esté siempre en Málaga, independientemente de que pueda haber algún trabajador fuera por su situación personal. En un plazo de tres años, por ejemplo, vería lógico que podamos ser unas 500 personas. También es verdad que las empresas tecnológicas no crecen de una manera aritmética, es decir, puede haber años donde el negocio suba mucho y el empleo se quede más estable.
Tengo entendido que BeSoccer es la segunda app de fútbol del mundo en cifras (la primera es la alemana OneFootball).
Seguimos en esa posición, acercándonos poco a poco a los primeros y avanzado mucho en diferentes líneas de servicios. Be Soccer es la mayor base de datos sobre fútbol de todo el mundo, y alrededor hemos ido creando estos servicios. Mi aspiración es, más que ser la app líder del mundo, convertirnos en la principal empresa tecnológica de fútbol del mundo: consultoría, proveedores de datos, formación… Queremos convertirnos en algo así como el Bloomberg del mundo del fútbol. Todo el que trabaja en cualquier ámbito de la economía al final termina trabajando con Bloomberg (bolsa, inversiones, marca privada). Pues nosotros queremos ser algo parecido, pero siempre en el ámbito del fútbol y la tecnología. Los tres grandes pilares de Be Soccer siempre serán fútbol, tecnología y Málaga (ríe).
¿Cuántos usuarios reúne actualmente BeSoccer?
Ahora tenemos 40 millones de usuarios al mes y en septiembre, por ejemplo, llegamos a los 11.000 millones de impresiones mensuales. Este año estamos creciendo muchísimo en tráfico. La app de BeSoccer cuenta ya con casi 200 millones de descargas. El mercado africano es una de nuestras principales bazas, con un 30%, otro 30% sería para Europa y el resto se reparte entre Latinoamérica y Norteamérica. Nuestro objetivo ahora es hacernos más fuertes en mercados como Reino Unido y Alemania pero es difícil penetrar en ellos. Son mercados muy caros y que tienen su propio ecosistema de aplicaciones. En Gran Bretaña un usuario suele consultar los deportes en Sky Sport, les cuesta apostar por una aplicación extranjera. Es algo que también pasa en España, donde la gente prefiere informarse en productos tecnológicos de aquí, como el nuestro.
Dirigir BeSoccer, con la dimensión que ha alcanzado, ¿puede dar vértigo? ¿Cómo está estructurada la compañía?
En la empresa hay un CEO, Miguel Pretel, que actúa como director general (la parte de información y tecnología), y un responsable de la parte de BeSoccer Pro, Enrique Salvatierra (que trabaja con los clubes y en el ámbito de la consultoría deportiva). Esos son las dos grandes áreas de la empresa. Por debajo están los diferentes jefes de departamento. Y yo, que soy el fundador, me dedico a decidir el tema estratégico y de producto. Doy la última opinión y estoy muy metido en la parte tecnológica, que es la que más me gusta. No tenemos comité técnico de expertos pero a mí eso no me da vértigo. Tenemos la empresa muy bien estructurada y tenemos unos procesos muy sanos. Hay una base muy sólida para crecer, pero sin que sea una empresa muy encorsetada. Muchas veces, cuando entran fondos de inversión o esos comités técnicos, las decisiones se dilatan mucho en el tiempo. Y es algo que siempre he querido evitar. Lo que me gusta, como he dicho, es la tecnología y el fútbol, así que he estructurado la empresa de forma que me permita dedicarme a eso, que es donde más aporto.
Supongo que está recibiendo muchas ofertas por su empresa. ¿Qué postura mantiene ante ellas?, ¿se plantearía en algún momento vender?
Ahora no estoy interesado en eso. Hace un par de meses vino una gran empresa europea que trabaja también en el sector del fútbol con una oferta de más de 50 millones de euros (no llegó a ser algo formal, sólo conversaciones, pero andaba por ahí). Les dije que no. Sí podríamos quizá estar dispuestos a desprendernos de una participación pequeña (un 5% por ejemplo), pero no queremos una venta total que nos haga perder el control de la compañía, porque tenemos todavía mucho recorrido y sería un error. Seguimos en conversaciones, pero más en el sentido de incorporarlos de partner estratégico.
Hace unos meses, en una conferencia, comentó que sólo vendería BeSoccer a una empresa como Amazon.
De cara a un futuro, hay un punto donde sí me podría plantear seriamente una venta: que fuera algo diferente, que aportara un gran valor a la ciudad. En Málaga, por ejemplo, ya pasó que vino Google y compró Virus Total. O que el fondo sueco EQT adquirió la mayor parte de Freepik. A lo mejor si viniera una empresa como Amazon yo también me lo plantearía, por el empaque que una operación de este tipo daría a Málaga. El requisito para cualquier empresa compradora sería también que yo y mi equipo se quedasen en la empresa. Pero ya digo, yo estoy muy contento, y para plantearme algo de este tipo a futuro sería por cosas con sentido, que fueran importantes.
¿Cuál piensa que es la gran aportación a Málaga de empresas como la suya y de otras del calibre de Virus Total, Freepik o Uptodown, con cuyos fundadores mantiene estrechos lazos de amistad?
Al final te conviertes en ejemplo para nuevas generaciones. Lo que pasa es que, tal y como yo veo ahora mismo la situación, diría que el atractivo que está teniendo Málaga para atraer a tantas empresas tecnológicas extranjeras está limitando en cierto modo ese talento emprendedor. Si yo empezara ahora mismo, por ejemplo, quizá estaría trabajando para una de estas grandes corporaciones que han puesto su sede aquí o incluso para las startups locales que han surgido estos años, pero no terminaría poniendo mi propia empresa. Hay que dejar hueco en la ciudad para nuevos emprendedores, y que no todo sean grades empresas de fuera que se instalan aquí. Ya ni siquiera hay perfiles suficientes para atender toda esa demanda.
¿Cómo se percibe a Málaga desde fuera?, ¿se valora el éxito que está alcanzado la ciudad?
A Málaga, en general, se la ve como una de las grandes ciudades tecnológicas. De hecho, a mí estos días algunas personas me han comentado la noticia de los nuevos vuelos directos Málaga-Nueva York. Todo eso llama mucho la atención y, si se une a las infraestructuras que tenemos y al ecosistema empresarial, podemos decir que es una ciudad que lo tiene todo, pero tampoco vayamos a relajarnos o a vanagloriarnos de todo esto. Pensemos en los siguientes pasos a dar, que tengan lógica y que no rompan el ecosistema que se ha creado. Empresas como BeSoccer en determinados momentos hemos sido frágiles e igual no hubiésemos salido adelante si todo hubiera sido apostar por compañías de fuera. Creo que a veces nos falta eso, apostar más por nuestras propias empresas.
Le pregunto ahora por el Málaga CF, que desde hace años atraviesa una delicada situación ¿Dónde se ve dentro de unos años?, ¿le ilusionaría algún día poder ayudar al club situándose al frente del mismo?
Es algo que siempre he pensado. Ahora mismo estoy de presidente de El Palo, el equipo de mi barrio, después de que este año falleciera el anterior presidente (Juan Romero Godoy). Estoy bastante implicado y, de alguna manera, conociendo de primera mano cómo es llevar un club de fútbol, cogiendo algo de experiencia, aunque sea en otra categoría. Al final se aprende mucho. De cara a un futuro yo siempre lo digo: como malagueño y malaguista, estaré en el momento en que haga falta. Pero sí es verdad que la situación ahora mismo en el Málaga CF es un poco complicada. Lo es a nivel deportivo (aunque eso tiene solución) y, sobre todo, a nivel institucional. Me preocupa cómo está el club, con los problemas judiciales, el desgobierno… siempre que voy fuera, otros presidentes de club me dicen: «Tú algún día serás el presidente de Málaga». Pero es verdad que sería algo que, para que pasase, tendría que llegar de manera natural, con el apoyo de empresas de la ciudad y con un proyecto concreto.
¿Y cómo tendría que ser?
Un proyecto diferente. Algo como lo que en su momento pasó en el Betis cuando salió Lopera. Hubo un grupo de empresarios importantes de allí que reunían en torno un 40% del capital del club, junto a una gran masa social que tenía el resto. De ese 40% salió una junta directiva y fue una manera de hacer un proyecto de gran sostenibilidad en el tiempo. Lo que no puede ser es que venga alguien de fuera, que utilice al equipo como si fuera un juguete y que, como no le dan lo que pide, se va y deja al club como ha quedado.
¿Daría entonces un paso al frente si las circunstancias se dieran?
Si apareciese un proyecto adecuado de este tipo para el Málaga CF estaría encantado en liderarlo. Estaría dispuesto por la ciudad, aun sabiendo que exponerse de esa manera es algo superpeligroso para una persona como yo, que no tiene necesidad. Pero si todo eso sale de manera natural, yo estaré para lo que haga falta.