Domingo Cavallo, Carlos Corach y Eduardo Menem, ex funcionarios del menemismo de los años noventa, reivindicaron las políticas aplicadas durante la presidencia de Carlos Menem e incluso consideraron que algunas serían necesarias actualmente.
En un acto en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, organizado por el diputado libertario Ramiro Marra, defendieron la convertibilidad, las privatizaciones, y reivindicaron la figura del fallecido expresidente Menem, aunque reconocieron que la desocupación fue algo que no resolvieron.
Marra, anfitrión del encuentro, sostuvo: “Vinimos a reivindicar la década del ’90 y a reconocer al gran líder que fue Carlos Menem, que condujo un gran equipo e hizo el mejor Gobierno de la historia”, dijo en el salón Dorado del Parlamento porteño, donde se convocaron una decena de funcionarios que integraron el Gabinete de esos años.
Allí, Corach, Cavallo y Menem presentaron el libro “Los Noventa, la Argentina de Menem”, que recopila testimonios de hombres y mujeres que participaron de la gestión menemista, algunos de los cuales estuvieron entre el auditorio, como Horacio Liendo, Julio Aparicio, Jorge Castro y Alieto Guadagni.
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En palabras de Corach, ex ministro del Interior, “nada de lo que fue en la década del ’90 podría haber sido sin Carlos Menem”, sobre quien consideró que “tuvo la concepción política de la búsqueda de la inclusión y la conciliación de los diversos sectores de la política”.
Cavallo, en tanto, defendió el plan de convertibilidad y lo consideró “un gran logro que permitió que la gente mantuviera sus ahorros en el país”, al tiempo que señaló que “para salir del entuerto actual es necesario pensar en volver a un régimen como ese”.
El exministro cuestionó “la pesificación compulsiva de la economía” adoptada por el expresidente Eduardo Duhalde, quien estuvo “mal asesorado”, y consideró que “el tema que quedó pendiente a resolver fue la desocupación”.
A su turno, Eduardo Menem destacó que el libro “es necesario como un aporte a la historia contemporánea política y económica de nuestro país” y para revertir “la demonización” que se hizo en torno a la gestión de su hermano.
“Recibimos en 1989 un Estado quebrado”, sostuvo y enumeró algunas de las políticas impulsadas, como las privatizaciones de las empresas públicas: “Casi todas las empresas privatizadas brindaron un excelente servicio”.
Sobre estas medidas, dijo, “algunos dirigentes no se animan a aplicarlas porque son políticamente incorrectas”.
AG / ED
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