“Quiero hablarles hoy de la violencia de género que sufren nuestras hijas en el noviazgo, porque es un tipo de violencia del que no se habla. Mi hija sufrió violencia sexual y estamos luchando para que ella salga de esa situación”, compartió María N.
De acuerdo con la Línea Nacional de Violencia Doméstica del país, cada 24 minutos una mujer sufre violencia. La hija de María es una de ellas.
Esta madre, compartió su testimonio con otras que asistieron a la inauguración del Mes de la Concientización de la Violencia de Género en la Escuela Carlos Rosario, en Washington DC, organizada por La Coalición Latina Contra la Violencia de Género del área del DMV.
“Mi hija me dijo que su novio la obligaba a tener relaciones sexuales sin protección y que le decía que, si ella no lo hacía, era porque no lo quería. Cuando ella me cuenta, resulta que estaba embarazada. En ese momento eso me impactó demasiado”, aseguró la madre.
Un informe de la Coalición Nacional contra la Violencia Doméstica, de finales de 2021, señala que una de cada cinco mujeres sufre abuso o violencia sexuale al menos una vez en su vida.
El 45.5% de los casos apuntan a que el agresor es la pareja o expareja de la mujer.
La hija de María quedó embarazada y decidió abortar. En este momento ambas se enfrentaron a otra consecuencia del abuso.
“Cuando ella buscó al novio para hablar de esto, él la bloqueo, no le contestaba el celular y ella se puso más triste. Conseguí el dinero para el proceso, ella quedó lastimada psicológicamente porque ella no esperaba que el novio le diera la espalda y ha sido difícil para que se recupere”, contó la madre.
Dilcia Molina, de la organización Madre Tierra, apuntó la importancia de desarrollar actividades dirigidas para las mujeres latinas en español, sobre el tema de la violencia de género, para generar consciencia y para crear un sentido de denuncia.
“Hemos tenido un golpe duro y bajo con la resolución de Roe v. Wade y esto ha impactado directamente a las mujeres latinas, de color, indígenas, migrantes y pobres. Esto nos sigue afectando, seguimos viviendo otras formas de violencia”, aseguró Molina.
Además, aseveró que muchas mujeres continúan siendo obligadas a tener más hijos, a no asistir al médico y no negociar en “la vida íntima”.
Violencia de género en aumento
Natalia Otero, directora de la organización DC Safe, que asiste a mujeres víctimas de violencia doméstica y sexual, explicó que el problema sigue siendo complejo y que las razones por las que las mujeres no denuncian son variadas.
Otero señaló que la principal razón por la que las mujeres que son abusadas continúan bajo el círculo de la violencia tiene que ver principalmente con el temor a denunciar por su situación migratoria y económica.
“Antes de la pandemia, atendíamos aproximadamente a 6 mil mujeres por año. Ahora esa cifra ha aumentado. Estamos atendiendo cerca de 11 mil mujeres cada año. Hemos visto que los casos van en aumento y que cerca del 50% de las víctimas son mujeres latinas”, apuntó.
Por su parte, Lilian Medina, de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, afirmó que la violencia sexual hacia las mujeres es producto también de las políticas públicas punitivas que prohíben el derecho a la salud sexual.
“Estas cosas pasan en el noviazgo y en las relaciones íntimas. La mayoría de las mujeres hemos experimentado algo parecido. El hecho de que las mujeres no puedan tomar decisiones sobre sus cuerpos pone en riesgo a las que ya están sufriendo violencia en una relación abusiva”, dijo Medina.
Una causa de la migración
La violencia de género es una de las principales causas de la migración de mujeres desde Latinoamérica hacia Estados Unidos.
De hecho, el Congreso incluyó el año pasado este problema a la lista de temas que se deben tratar en la región del Triángulo Norte, en Centroamérica para abordar las raíces de la migración y las posibles acciones para combatirla.
“Nos hemos dado cuenta de que hay muchas similitudes de la situación y por eso es necesario abrir puentes para tramar procesos de articulación y de incidencia política de acciones en conjunta en relación con el tema migratorio. ¿Por qué las mujeres y las niñas migran?”, dijo Nitza Seguí, presidenta de Latina en Poder.
El miedo paraliza
El grupo de mujeres acotó que la causa principal por la que las mujeres no denuncian está asociada con el miedo.
Otra de las mujeres que compartió su testimonio aseguró que durante muchos años se quedó con su pareja, que abusaba psicológica, física y sexualmente de ella por temor a ser deportada.
María, por su parte, afirmó que para ella y su hija ha sido difícil porque las secuelas que ha dejado la violencia sexual provocaron afectaciones en la salud mental de ambas.
“Yo solo escuchaba que se vive violencia en el noviazgo. Ahora lo viví con mi hija y es duro. Por eso le pido a las madres que hablen con sus hijas, que las apoyen”, finalizó María.
La coalición de mujeres desarrollará durante octubre una serie de actividades para informar entre la comunidad latina sobre la violencia de género, cómo hacer denuncias y a dónde acudir en caso de que necesiten asistencia.
También tiene planeado una concentración en línea que incluye a otras organizaciones latinoamericanas que trabajan en la creación de planes de atención víctimas de violencia.