La creciente migración ilegal a Europa fue uno de los temas debatidos por los ministros de RR.EE. de Chequia y Eslovaquia, Jan Lipavský y Rastislav Káčer, respectivamente, este lunes en Praga.
El ministro Lipavský destacó que el tema de la seguridad adquiere actualmente una importancia excepcional en vista de la guerra que Rusia libra contra Ucrania y de la intensificación de las actividades en el tráfico de personas indocumentadas que vienen sobre todo desde Siria. El canciller checo sostuvo que en reacción a la ola de migrantes indocumentados, la República Checa reintrodujo recientemente de forma temporal controles en las fronteras con Eslovaquia, medida que afectó ciertamente las relaciones con ese país vecino.
Sin embargo, los migrantes llegan a Eslovaquia y Chequia desde el sur de Europa, y a través de estos dos países se dirigen a Europa Occidental, sostuvo Lipavský y agregó que la solución del tema de los migrantes ataňe a toda la Unión Europea.
“Nuestros países se encuentran en la ruta conducente a Europa Occidental, y hay que solucionar de alguna manera esta situación. Debemos enfrentar ese fenómeno a nivel de toda la Unión Europea, porque puede representar una amenaza a la seguridad de los Veintisiete en general. Hay que buscar una tal solución que permita que el Espacio Schengen vuelva a funcionar de forma normal”.
Por su parte, el canciller eslovaco, Rastislav Káčer, subrayó que su país considera importante conservar los logros alcanzados por la Unión Europea y buscar por ello soluciones en conjunto a los problemas, incluida la migración ilegal.
“El Gobierno eslovaco considera primordial conservar la fuerza y la unidad de Europa y los logros de los Veintisiete, para lo cual cabe solucionar los problemas que aparezcan de forma conjunta. Es importante mantener el espacio Schengen, o sea las fronteras abiertas. La frontera entre Eslovaquia y Chequia tratan de cruzarla diariamente decenas de migrantes indocumentados, la capital eslovaca Bratislava está situada en la frontera con Hungría y Austria, por lo que a través de ella fluye gran cantidad de migrantes. No queremos limitar ese libre paso de fronteras, pero para ello cabe buscar una solución a nivel de toda Europa. Hay que colaborar con los países destinatarios, como con los que forman las fronteras exteriores del espacio Schengen, así como con los estados vecinos de Schengen”.
Entre las posibles medidas a adoptar, el ministro Káčer mencionó la unificación del sistema de visados y el mejoramiento de la efectividad de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, Frontex.
Mientras tanto, el ministro checo del Interior, Vít Rakušan, reafirmó después de haberse reunido este lunes en Bratislava con sus colegas de Eslovaquia, Hungría y Austria, que la República Checa tiene previsto prolongar por más tiempo los controles en la frontera con Eslovaquia que reintrodujo la semana pasada por diez días en reacción al creciente número de migrantes indocumentados. Rakušan recordó que la afluencia de migrantes a Chequia se incrementó este año en 1200% en comparación con 2021.
El ministro checo acotó que esperaba una ayuda en este tema también de parte de Serbia, ya que una de las rutas de los migrantes conduce a través de la frontera serbio-húngara, que es la frontera exterior de Schengen.