- Ronald Ávila-Claudio – @ronaldavilapr
- BBC News Mundo
“La relación de Puerto Rico con la música es todo. Es una isla llena de talento y, si te crías ahí, creces viviendo y respirando música”.
Con estas palabras Bad Bunny intentaba explicar en 2018 a The Guardian cómo su tierra natal se convirtió en una “superpotencia” de la música pop.
Cuatro años después de su respuesta, el cantante y compositor de 28 años es uno de los artistas más destacados del mundo. Ocupa los primeros lugares en las listas de las plataformas digitales, logró el tour más lucrativo de 2022 hasta la fecha y continúa sumando premios.
En la última entrega de premios, los Billboard -entregados este jueves en Miami, obtuvo 9 galardones que lo convirtieron en el artista más premiado de una noche en la que otro puertorriqueño, Chayanne, recibió el Premio Billboard Icono por su trayectoria.
Pero más allá de eso, Bud Bunny se ha transformado en un ícono cultural que establece estándares de moda e impulsa ideas políticas, y cuya presencia en los medios es prácticamente diaria.
Su nivel de estrellato no hace más que contribuir a la idea de que en Puerto Rico, una isla de poco más de tres millones de habitantes (y una diáspora que suma cinco millones) ocurre un fenómeno muy peculiar: una enorme cantidad de sus cantantes alcanzan éxito internacional.
“Aun antes del streaming había una enorme conciencia sobre los artistas de Puerto Rico, porque lo veías en las listas [de éxito musical]”, afirma Leila Cobo, directora ejecutiva para contenido y programación latina de la revista Billboard.
“Tienen una enorme masa de músicos”, agrega la periodista colombiana.
Una larga historia de logros
Como establece Cobo, la presencia constante de los boricuas en el escenario artístico mundial se remonta a la primera parte del siglo XX, con intérpretes como Ruth Fernández o Cortijo y su combo, que recorrieron América Latina y EE.UU. aun antes de que existiera la televisión.
Así que sería imposible mencionarlos a todos en esta nota, pero algunos nombres de personalidades que triunfaron en las décadas posteriores de seguro te son familiares.
En la salsa, género nacido entre las comunidades latinas de Nueva York con una fuerte influencia de puertorriqueños, se destacaron artistas como Ismael Rivera, Héctor Lavoe y la agrupación el Gran Combo.
En el merengue cantantes como Elvis Crespo y Olga Tañón, mientras que en el latin pop astros que además de cantantes son actores y marcas establecidas como Ricky Martín, Jennifer López, Chayanne y Luis Fonsi.
En años recientes han sido los puertorriqueños quienes sientan las pautas musicales de los llamados ritmos urbanos, como el reguetón y el trap, estilos que se desarrollaron entre las comunidades pobres y marginadas de la isla.
Nicky Yam, Ivy Queen, Don Omar, Tego Calderón, Rauw Alejandro y Ozuna (por mencionar algunos) son parte de ese grupo de artistas, algunos con décadas de experiencia y otros de fama reciente.
Antes del ascenso del “Conejo Malo” el mundo también presenció el éxito de la canción “Despacito”, de Luis Fonsi y Daddy Yankee, que alcanzó siete premios Guinness, entre estos el de tema que más semanas estuvo número uno en la lista de Billboard y el video de música más visto en internet.
Y además Residente se convirtió en el artista latino con el mayor número de Grammys Latinos, con un total de 27, que logró tanto en solitario como junto a la agrupación Calle 13.
Luego de este veloz repaso de personalidades y logros, queda entonces una pregunta por responder: ¿por qué Puerto Rico es un terreno fértil para los músicos? Compartimos lo que nos dijeron tres expertas.
Ednita Nazario afirma que, aunque entre sus familiares nadie estaba vinculado a la industria del entretenimiento, la música siempre estuvo presente mientras crecía en su natal Ponce, una ciudad del sur de Puerto Rico.
En su hogar sus padres la expusieron a todo tipo de géneros: bolero, rock, música clásica. Pero, además, le permitieron participar de la música desde temprana edad. La ganadora del Grammy Latino pisó los escenarios por primera vez a los 7 años.
Era finales de la década de 1960 y ella se presentaba en clubes y en televisión con una agrupación llamada The Kid From Ponce. Varios años después, en 1973, debutó en el mercado discográfico; lo demás fue historia.
En sus más de 40 años de carrera ha conquistado Europa, Latinoamérica y EE.UU, para ser una de las cantantes de pop rock y baladas más prolíficas del territorio caribeño.
Y dice que el contacto con la música siendo una niña fue un factor determinante en su carrera.
Algo que también ha ocurrido con otros artistas boricuas, como Chayanne y Ricky Martín, quienes mucho antes del latin boom de finales de la década del 90 debutaron en bandas de jóvenes adolescentes.
“Las influencias de todo lo que estaba pasando a mi alrededor me ayudaron a encontrar mi propio lenguaje musical, mis capacidades y limitaciones”, le cuenta Ednita a BBC Mundo. Agrega: “la música es parte de nuestro diario vivir. Siempre está presente en la escuela, en la iglesia, en las fiestas, en la calle…”.
Ese contacto musical que tienen los puertorriqueños desde su niñez no ocurre en el vacío. Por un lado, cuentan con instituciones académicas de música en todos los niveles de estudio e, incluso, existe desde la década de 1940 una legislación que impulsa la creación de centros de enseñanza llamados “escuelas libres de música”.
Por otro lado, Leila Cobo señala que “Puerto Rico ha sido pionero en producir música colaborativa”, algo que beneficia a los artistas nuevos, porque les da la oportunidad de entrar en contacto con cantantes que tienen una carrera ya formada.
El featuring, como se le conoce en inglés a las colaboraciones, es común en géneros como la salsa y el reguetón.
“Gente como Daddy Yankee ha sido muy influenciada por los salseros, por gente como Cheo Feliciano”, dice la ejecutiva.
“Años antes, en la época de la salsa, los tenías a todos trabajando juntos, como en la Fania, aunque ese grupo no era enteramente boricua. Ahora todos los nuevos reguetoneros me hablan de cómo Yankee los ayudó”.
El mercado local
Cobo añade que, para lograr internacionalizar a esos artistas que desde temprana edad comienzan en la música, hace falta una industria local robusta, que les permita “tocar” antes de dar el salto al exterior.
“Tener el talento no es suficiente, tienes que poder tocar. En Puerto Rico, al ser una sociedad tan musical, siempre hay demanda y hay un mercado muy activo”, sostiene.
La periodista habló de cómo los cantantes boricuas se presentan en importantes escenarios de la isla, como el Coliseo de Puerto Rico, y son apoyados de forma masiva por el público.
En agosto, por ejemplo, Bad Bunny vendió tres funciones en este recinto, y rompió el récord de asistencia con 60.000 personas y ganancias millonarias.
Ante el interés por sus shows, Benito Martínez (nombre propio del artista) avaló que su evento fuese transmitido en 13 plazas públicas a las que llegaron unas 100.000 personas y, en paralelo, estuvo al aire en un canal de televisión, lo que permitió al resto de sus fans verlo desde sus hogares.
Pero también hay eventos pequeños en los que suelen presentarse músicos tanto nuevos como con largas carreras, como lo son las llamadas fiestas patronales, actividades tipo carnaval que se celebran en la mayoría de los 78 pueblos de Puerto Rico y que suelen ser auspiciadas por los gobiernos municipales.
La propia Ednita dice que dichos eventos han sido parte esencial de su carrera, porque además de aportar a su sustento económico, le sirvieron para “practicar” antes de llegar a otros países.
Getty
El boricua ha ganado el Grammy Latino en 27 ocasiones, tanto como solista como junto a la banda Calle 13. También tiene 4 Grammys anglosajones.
Source:
“Nos podemos presentar en la isla porque el público nos apoya”, comenta.
De igual forma, opina que los puertorriqueños son una audiencia “exigente”, algo que supone un reto, pero que les ayuda a “refinar” sus presentaciones.
“Cuando llegué a México por primera vez, tenía ocho discos y una carrera de 15 años”, cuenta. “Para ellos era una artista nueva, pero tenía experiencia manejando a la prensa, realizando entrevistas y seguridad escénica”.
La industria local también permite obtener experiencia a los productores, manejadores de talento y técnicos, que son igualmente importantes para que los músicos tengan éxito, continúa Cobo.
Desde principios del siglo los nacidos en el territorio estadounidense son ciudadanos del país norteamericano, algo que para la vicepresidenta de Billboard es un factor importante por el acceso que tienen los cantantes boricuas a su inmenso mercado.
“En mi opinión se han beneficiado de la cercanía con EE.UU. Por ser un territorio, pueden transitar sin limitaciones, y ha hecho que haya un intercambio cultural muy fructífero y que la música de Puerto Rico se haya beneficiado de una industria musical que está tan cerca”, le dice Cobo a BBC Mundo.
No obstante, para la periodista puertorriqueña Ana Teresa Toro, quien cubre temas culturales, esta premisa “no se sostiene”, al menos en el presente.
“La música hoy día viaja más allá de las personas”, en un momento en que las plataformas digitales permiten que las creaciones artísticas sobrepasen fronteras sin que un realizador tenga que salir de su país
“Las redes rompen ese tema del acceso. El artista puertorriqueño hace propuestas musicales como cualquier otro. Quien determina el éxito es el público que lo consume. El acceso a los medios es más equitativo ahora que antes, cuando se dependía de las estructuras formales, como compañías de discos y canales especializados”, argumenta, por su parte, Ednita.
Por el contrario, Toro señala que las comunidades boricuas en EE.UU. han servido “como anfitriones o puentes” para otros migrantes latinoamericanos porque “ya cuentan con espacios en la industria musical”.
Esa integración de nuevas voces latinoamericanas en el panorama del pop mundial, como la enorme influencia que ahora tienen los cantantes colombianos y sudamericanos en géneros como el reguetón, hace que los puertorriqueños tengan que competir por su espacio en el mercado, acepta Cobo.
Pero esto les impulsa a buscar audiencias que anteriormente exploraban menos, como el público de España.
“Así que la música puertorriqueña, lejos de contraerse, creo que está expandiéndose”, dice.
Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.