Muchos adoradores del Bitcoin aseguran que su criptomoneda es la única válida, y las demás son estafas o especulación. ¿Qué hay de verdad en ello?
Las criptomonedas levantan pasiones, y enfrentan a los que las apoyan, y a los que las critican. Pero dentro de los que las usan, están los llamados Maximalistas o puristas del Bitcoin. Aseguran que el bitcoin es la única criptomoneda válida, y el resto son estafas, o éticamente inaceptables. ¿Tienen razón?
La periodista Jemma Kelly de Finantial Times es una experta en criptomonedas y escribe a menudo sobre el tema. Así que está habituada a los reproches, tanto de los que las apoyan, como los que las critican.
Pero ha detectado algunos argumentos de los adoradores del Bitcoin, que se meten con el resto de criptos. Básicamente vienen a decir que el Bitcoin es una forma de vida y un salvavidas para muchas personas, mientras que las otras criptos, término que desprecian, son “moralmente reprochables“. ¿Realmente hay diferencias, en términos de validez, entre el Bitcoin o el Ethereum, por ejemplo?
Estos maximalistas o puristas del Bitcoin argumentan que la filosofía que hay detrás del Bitcoin es única, al ser la primera. Recuerdan que el Bitcoin no nació como una cripto para hacerse rico, sino como una moneda descentralizada para liberarse de los bancos y la política. La “moneda del pueblo”, como llegó a llamarse.
También, que el sistema Proof-of-Work que usa Bitcoin, basado en la potencia de cálculo de las tarjetas gráficas (y en el consumo energético indecente y desproporcionado, añadimos nosotros), es el único que garantiza la descentralización.
Es cierto, como dicen estos puristas del Bitcoin, que muchas de las criptomonedas son estafas, y que el resto básicamente han nacido para especular con una estructura piramidal, no para operar con ellas como una moneda.
Y aunque lo que comentan sobre los orígenes del Bitcoin también es cierto, la realidad actual es muy distinta. Tal como explica Jemma Kelly, el Bitcoin no ha terminado convirtiéndose en una moneda, y hoy en día no se usa como tal. Además opera con la misma estructura piramidal que el resto, basada en añadir continuamente nuevos miembros.
En cuanto a la descentralización, a día de hoy el Bitcoin no está descentralizado. Muchos mineros se agrupan en “pools”, y grandes empresas y corporaciones poseen la mayor parte de los Bitcoins. Está lejos de ser “la moneda del pueblo”.
FInalmente, ser la primera no garantiza ser la mejor. Otras tecnologías desarrolladas más tarde, el Proof-of-Stake al que ha cambiado Ethereum, es infinitamente más eficiente energéticamente, y más ética. Queda por ver si también igual de segura…
La realidad es que, con sus puntos fuertes y débiles, el Bitcoin es básicamente lo mismo que otras criptos. El Finantial Times argumenta que en realidad estos puristas del Bitcoin buscan diferenciarse del resto. Porque si hay muchas criptos, y ya suman más de 21.000, las inversiones se dispersan, y es muy dificil ganar valor. Y ese es, en realidad, el gran problema de las criptomonedas.