Telémaco 4: El imposible retorno (Dolmen Editorial) es la traca final de la exitosa saga escrita por Kid Toussaint, dibujada por Kenny Ruiz (El cazador de rayos, Barcelona) y coloreada por Noiry (Tamara Álvarez). Una tetralogía que es una versión libre de La Odisea de Homero, donde hay elementos muy fieles al texto original y otros donde los autores dejan volar la imaginación.
Destaca su estética, potente y dinámica, que combina el lenguaje del manga y del cómic francobelga.
El dibujante Kenny Ruiz nos presenta el espectacular colofón a la serie: “Es el cierre del primer ciclo, de toda la aventura. Y la conclusión de todas las subtramas, porque a lo largo de la serie hemos abierto un montón de pequeñas aventuras por cada uno de los protagonistas, y nos las hemos apañado para que, en una misma acción multitudinaria, todos los personajes encuentren la solución a su conflicto, a veces más, más feliz y otras veces menos. Un pilón de acción, un pilón de mitología y mucho, mucho corazón”
Una adaptación libre de ‘La Odisea’
En este cuarto volumen, somos testigos de como Telémaco por fin logra encontrarse con Ulises. Pero el joven descubrirá que su padre no es como esperaba. Mientras tanto, el mundo sigue en guerra con los mirmidones, Policasta ha encontrado una aliada en Helena para enfrentarse a su padre y se acerca el momento en que Céfiro deberá destruir Ítaca… Y por si todo esto fuera poco, Circe, los lestrigones, los cíclopes y Escila y Caribdis se dirigen a Esparta para ajustar cuentas con todo el mundo…
Preguntamos a Kenny hasta qué punto son fieles a la historia original: “Toda la parte que hace referencia exclusivamente a Ulises, a la guerra de Troya y a los reyes que estuvieron involucrados en el conflicto, es tal cual la historia de Homero”.
“Es en la Telemaquia, el episodio que Homero dedica al viaje que hace Telémaco buscando a su padre y que en realidad es como una especie de prólogo a La Odisea, muy corto y muy impreciso, donde hemos liberado la fantasía. O sea, todo lo que le ocurre a Telémaco es nuestra aportación y una revisión de lo que Ulises contó qué le ocurrió. Pero todo lo que hace referencia a los reyes clásicos es bastante fiel”.
Personajes femeninos adaptados a la actualidad
Mientras Ulises se iba de aventuras con los amigotes, la encargada de defender el reino, durante 20 años, fue su esposa, Penélope. Y aunque en la obra original fuese un personaje secundario, Kid Toussaint y Kenny Ruiz le dan un protagonismo mayor y una actitud más acorde a la actualidad, al igual que a Helena de Troya, Policasta o Casífone.
“Yo creo que hacer una nueva versión de una obra solo tiene sentido si la traes a los tiempos actuales -asegura Kenny-. El corazón de la historia es inalterable. Nadie va a quitar a Homero de la historia de la humanidad. Así que si lo que quieres es realmente conocer cómo él trató a los personajes en aquella edad, te recomiendo que recurras al material original, por supuesto. Pero nuestra intención es que el valor de su historia se adapte a las nuevas generaciones. Por tanto, los personajes tienen que estar conectados con el sentir y el vivir de nuestro tiempo”.
“Por eso, aunque en La Odisea de Homero estas mujeres eran secundarias, nosotros las hemos hecho protagonistas y les hemos dado la oportunidad de desarrollar personalidades que eran muy fuertes en la obra original y tenían mucho potencial, pero que por los tiempos en los que se hizo no estaban explotadas”.
“La única fortaleza de Telémaco es su fe en sí mismo”
Aunque la colección se titule Telémaco, Kenny asegura que la acción es muy coral: “A Kid el título le da mucha rabia porque siempre dice que debería ser algo así como La dicharachera banda de Telémaco y sus amigos, porque para él siempre ha sido una historia coral en la que todos tenían el mismo nivel de protagonismo. Pero Telémaco es un poco la voz cantante porque es el que inicia la búsqueda”.
“A mí me encanta que el personaje protagonista no tenga la presión de ser el “Puchi”, el héroe que lo sabe todo, que es inquebrantable y que siempre tiene un plan -continúa el dibujante-. Todo lo contrario, Telémaco es, probablemente, el más ingenuo, y quizá su única fortaleza es su fe en sí mismo, quizá más por inconsciencia que por conocimiento. Y deja el resto de roles que necesita la aventura a los otros personajes”
“Por eso, por ejemplo, tenemos a Policasta como la líder, la intrépida, la estratega… Y a Casífone con sus tejemanejes. Cada uno ocupa su lugar y es un poco como cualquier grupo de colegas, donde en realidad nadie es el todo del grupo” -añade el dibujante-.
¿Manga europeo?
El estilo de Kenny Ruiz combina lo mejor del manga y el cómic europeo. “Es una mezcla complicada -confiesa Kenny-. Llevo toda mi carrera intentando encontrar la forma de meter la energía que tiene el manga en el escueto espacio que nos permite el bande dessinée. Y al final me he quedado donde más cómodo me visto. También es verdad que cuanto más exploraba la composición de la página, más loco me he vuelto y la editorial y el guionista me han dado más apoyo”.
“Pero eso nos ha llevado a romper el formato de las 46 páginas -añade-. Este cuarto tomo tiene 72 páginas, es casi un tomo doble. Eso me ha permitido desarrollar un poco más la acción y las actitudes de los personajes, que es lo que siempre echo de menos en el bande dessinée, donde el formato estrangula el espacio a los personajes. Estoy muy contento con el equilibrio que hemos alcanzado, pero sí que es verdad que es una cosa híbrida, que por suerte parece que el público, sobre todo el europeo, ha reconocido, esta vez sí, como algo natural”.
Además de la mitología griega, Avatar, los Pitufos o los Teletubbies son algunas de las influencias que podemos encontrar en el cómic. “Yo hice ilustraciones de los Teletubbies hace un tiempo, así que a lo mejor sale de ahí el tema” -confiesa Kenny-.
Una gran colorista
Destacar también que cada escenario del cómic tiene su luz, su color particular, algo que Kenny atribuye a Noiry, la colorista: “Es la artista más apabullante que conozco, tiene un talento arrollador que combina mágicamente con una profesionalidad asombrosa. No solamente es que no me ha dejado nunca tirado, sino que siempre acepta el reto de meterse en más movidas en menos tiempo y además subiendo la calidad. Tengo una suerte asombrosa por poder trabajar con ella”.
“Noiry -continúa- tiene una inteligencia narrativa que va más allá de solamente poner colores bonitos. Ella narra con el color. Cuando hablamos de cómo vamos a hacer la secuencia, más que darle indicaciones de “quiero esto en azul o en rojo”, hablamos de como tienen que ser los escenarios. Este tendría que ser más tóxico, este tiene que dar mal rollo, este tiene que ser alegre… y ella encuentra esos recursos infinitos que tiene combinando colores que nadie se atrevería a combinar nunca. Y siempre subyace la saturación más de lo que parece”.
“Ella tiene un proceso muy intelectual, muy inteligente… en el que analiza mucho cómo funciona tal gama con tal personaje. Siempre me sorprende. Para mí, ella es el espíritu de Telémaco. Porque Kid y yo lo damos todo, pero creo que lo que hace que todo tenga conexión es que el color de Noiry unifica el tono del guion con la estridencia de mi dibujo. Para mí es la artista del siglo“
Un homenaje a los Pitufos
Aunque lo de colorear a los Lestrigones (un pueblo de gigantes antropófagos que aquí se convierten en enanitos) con los colores de los Pitufos no fue cosa de ella. “Eso se le ocurrió a Kid -nos cuenta Kenny-, porque quería que fueran los ‘Pitufos chungos’. Kid Toussaint juega todo el rato al engaño y aprovecha los huecos que dejan las descripciones de Homero. Homero los define como gigantes, pero no dice su auténtico tamaño, solo que son aterradores y muy molestos. Y Kid lo interpreta como un grupo de haters, un poblado de Pitufos en el que nadie se entiende“.
“En los Pitufos -añade-, ves que en cada viñeta hay 100 Pitufos y todos están haciendo cosas superbién organizadas. Pero aquí no se entienden, como una conversación de Twitter, pero en pueblo. Para mí fue todo un reto porque yo no leí los Pitufos de pequeño. No era fan de Peyo. Pero cuando estudié sus páginas… ¡Es alucinante como dibuja este hombre! Y la cantidad de gags que podía meter por viñeta. Aprendí un montón haciéndolo. Y es genial que Telémaco nos permita homenajear desde a Metal Gear hasta los Pitufos”.
Destacar también que cada tomo resume la historia, en la primera página, con el estilo de los mosaicos griegos. “Eso lo hicimos porque me encantan los prólogos de las películas de los 90 de Disney. Por ejemplo, en La bella y la Bestia te cuentan el prólogo de la historia con las vidrieras del castillo. Me parece que es una manera estupenda de poner al espectador en el contexto de la historia que va a descubrir, utilizar el arte de la época en la que se va a ambientar“.
“Por eso buscamos algunas ideas parecidas -confiesa-. La verdad es que la peli de Hércules de Disney nos dejó sin las más brillantes, pero llegamos a esto de los mosaicos y junto a Noiry trabajé para crear unos pinceles específicos que nos permitían dibujar estos mosaicos. Son páginas con las que me lo paso muy bien porque, además, tienen mucho fan service. Si eres fan de La Odisea es la oportunidad de dibujar a dioses o a otros reyes que no aparecen tanto en la serie”.