Infraestructura, esa sigue siendo la palabra clave para el desarrollo de Vaca Muerta, una roca que recibe todos los perforadores de 45 concesiones otorgadas por la provincia de Neuquén (solamente 12 de ellas están en desarrollo masivo y continuo). El gasoducto Néstor Kirchner, que estaría listo en junio del año que viene según el ambicioso objetivo de Enarsa, sería nada más que el primer paso para una ampliación más seria del sistema de transporte de producción de petróleo y gas.
Ese fue el tema de análisis de uno de los paneles del Energy Forum realizado en Buenos Aires con la organización de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham).
Ese espacio contó con las voces de Gabriela Aguilar, gerenta general en Argentina y vicepresidenta para Sudamérica de Excelerate Energy; Ricardo Ferreiro, director general de Desarrollo de Negocios, Gas & Power y Comercial de Tecpetrol; Rodolfo Freyre, vicepresidente de Gas, Energía y Desarrollo de Negocios de Pan American Energy y Matías Campodónico, CEO de Dow.
“Muchas veces miramos el potencial de exportación hacia mercados asiáticos, pero con todos los cambios que se están dando mundialmente tenemos un mercado bastante cerca que es el regional. Tenemos a Bolivia, que ha sido el hub regional exportando a Brasil y Argentina, y hoy por hoy tenemos la posibilidad de convertirnos nosotros en el hub regional”, dijo Aguilar en la apertura del panel.
La crisis hídrica en Brasil obligó al país de Jair Bolsonaro a importar gas natural licuado. En Chile, el presidente Gabriel Boric continúa con la política de descarbonización de sus antecesores y el gas natural se volverá un recurso valioso. Esos dos mercados le brindarían sumar a la Argentina horas de vuelo como país exportador antes de salir a Europa con GNL, algo que llevará tiempo.
“Por un lado, tenemos mercados emergentes que están ávidos de recibir GNL. Ya no son mercados asiáticos, están cruzando el Atlántico con 25 días de navegación”, comentó la referente de Excelerate Energy.
“Tenemos que maximizar las interconexiones tanto de gas como de energía eléctrica para exportar por gasoductos y líneas de alta tensión”, señaló Freyre de PAE. “Las obras locales de gasoductos van a potenciar las exportaciones de gas a Brasil, sustituir a Bolivia y, eventualmente, exportar a Chile a través del norte. Queda mucho camino por recorrer”, añadió.
El siguiente problema a atender para la Argentina es el declino de la producción de Bolivia, un histórico proveedor para estabilizar el suministro ante los vaivenes entre invierno y verano del mercado argentino. Para eso, el acondicionamiento del sistema de gasoductos será indispensable para aprovechar a nivel local todo el gas posible de Vaca Muerta y de Tierra del Fuego, llevar por caños a la región y en paralelo avanzar con algunos de los proyectos de GNL, siendo el más grande el que tienen en carpeta YPF y Petronas.
“Es una excelente señal que esté en marcha la primera fase del gasoducto Néstor Kirchner. Ojalá todo fluya para que lo tengamos listo en el invierno. El GNL está a precios prohibitivos, así que tenemos que poner el foco en eso. Hay que trabajar rápidamente con la segunda etapa”, apuntó Ferreiro de Tecpetrol.
“Un tema urgente y necesario es reemplazar a Bolivia. El norte argentino no se abastece de los barcos de GNL, entonces hay que hacer la segunda parte del GNL y revertir el sistema de transporte para poder reemplazar el gas de Bolivia que está declinando”, remarcó.
Además del transporte de la producción, la elaboración local empieza a tener un rol fundamental. Empresas como Dow y Compañía MEGA son claves para agregarle valor al gas natural de la Cuenca Neuquina, incluso llevándola al exterior a países como Brasil y Estados Unidos.
En ese sentido, Matías Campodónico de Dow destacó el rol de la petroquímica para agregarle valor al gas de Vaca Muerta. La compañía está principalmente en Bahía Blanca, tiene participación en Compañía MEGA y hasta es socia de YPF en el yacimiento El Orejano. “Nosotros somos consumidores principalmente de etano, pero el resto del polo petroquímico también aprovecha el butano, el propano y la gasolina natural, que también son productos de exportación con alto valor agregado e industrial”, indicó.
El escenario de disputa en Europa con las sanciones a Rusia convirtieron al viejo continente en un consumidor enorme de GNL y que busca la diversificación de sus proveedores.
En la Argentina hay recursos gracias a Vaca Muerta, la demanda existe a escala regional y en Europa, y existen posibilidades de financiamiento para las obras necesarias como una planta de GNL. ¿Qué le falta a la Argentina? Gabriela Aguilar plantea como respuesta: “Nos falta un diálogo político de consenso para crear las condiciones macroeconómicas, legales y regulatorias para que nos crean y tengamos proyectos sustentables de largo plazo. En eso, el sector privado tiene mucho que trabajar junto con los gobernantes para ayudarlos en esta tarea tan difícil”.