El liderazgo intelectual (LI), se ha revalorado esencialmente porque hoy las personas, los consumidores, no solo buscan que las empresas hablen sobre sus productos o servicios, sino también esperan que los altos ejecutivos de una organización estén al frente y al centro en temas importantes, no solo en su propia industria, sino también en los problemas sociales actuales.
Cuando se aborda el LI, se trata de encontrar formas de conectarse con la audiencia y entregarles la información que desean. Después de todo, el contenido de calidad sigue siendo el rey, y el 94 % de las personas dice que el contenido de baja calidad cambiaría su opinión sobre el creador.
Pero los directores ejecutivos y otros líderes, incluidos los expertos, vienen en todas las formas, tamaños y temperamentos. La mayoría son por lo regular inteligentes y reflexivos, por eso están en esas posiciones, pero eso no los convierte en comunicadores naturales o influenciadores instantáneos.
No es fácil convertirse en un líder de opinión. Es una tarea permanente que exige generar una cantidad sustancial de contenido valioso y estar cómodo al tomar una postura sobre los problemas de su industria. En algunos casos, y dependiendo de cada sector, adoptar una posición controvertida, podría dividir su base de clientes, por lo que debe considerarse cuidadosamente si tiene la disposición para convertirse en un LI y si ese enfoque es adecuado para sus objetivos comerciales y de reputación.
Lo recomendable es empezar poco a poco. La primera incursión de un líder no tiene que ser pontificia sobre el estado de la civilización. Se debe de comenzar con lo que el líder en ciernes domina en su propia tienda. Sea cultura organizacional, producción, mercadotecnia, investigación, innovación, en lo que realmente destaca, es de interés público y lo puede convertir en un referente.
Un principio básico del liderazgo innovador es que los ejecutivos deben ser oportunos y actuales. Las personas lo seguirán porque tiene algo que decir sobre las noticias del día y que se “adelantará” en la historia con sus ideas, aportando explicaciones y contexto.
Es difícil ser un LI si sus reflexiones solo aparecen de vez en cuando. Los periodistas a menudo buscan en las redes sociales expertos para citarlos. LinkedIn proporciona una plataforma perfecta, no solo para mostrarse con temas de especialidad, sino también para comentar y compartir el trabajo de otros. Este es un buen medio para posicionarse como un referente en el tema de su interés.
El LI viene en una variedad de formas. Claro, queremos que el CEO comente sobre las regulaciones de emisiones, sobre la inclusión y la equidad. Pero la otra parte del LI es la experiencia. Pueden existir otros talentos en la empresa que no están necesariamente en puestos directivos, pero son expertos en su campo y pueden ser buenos explicando temas complicados.
Y ¿cuáles son los beneficios de convertir a un CEO o a un especialista de una empresa en LI?
- Al igual que el equipo de relaciones públicas puede ayudarlo a convertirse en un LI, ser un líder de pensamiento alimenta las oportunidades de relaciones públicas para su organización. Cuando sea percibido como un experto, más periodistas, blogueros y personas influyentes lo abordarán en busca de su opinión.
- Brindar información valiosa y precisa de manera constante genera credibilidad e identidad. Será más respetado por sus colegas, haciéndolos más propensos a colaborar en cualquier forma que puedan. Los clientes también confiarán y sentirán que se les ha dado algo de valor, lo que hará que sea más probable que elijan a su negocio en lugar de un competidor.
- Una gran cantidad de contenido es creado todos los días, y uno de los recursos más populares de los creadores para encontrar nuevas ideas y tendencias es a través de LI. Si los creadores de contenido hacen referencia a su trabajo, obtendrá más difusión; incluso, podría hacer que lo inviten a colaborar.
- Como LI, será invitado a conferencias, mesas de discusión, entrevistas o foros profesionales.
Convertirse en un LI puede ser una experiencia gratificante que lo lleve a ganarse una audiencia leal y una red sólida de personas influyentes que lo ayudarán a impulsar su negocio. Requiere dedicación y el tipo de personalidad correcta, pero son la actitud y la consistencia adecuadas, lo que pueden llevar una marca a nuevos niveles.