Rusia clandestinamente ha invertido más de 300 millones de dólares desde 2014 para tratar de influir en políticos y otros funcionarios de más de una veintena de países extranjeros, según un cable del Departamento de Estado de Estados Unidos recién divulgado.
El secretario de Estado, Antony Blinken, quien firmó el cable difundido el martes, cita una nueva evaluación de la inteligencia estadounidense sobre iniciativas de Moscú para ayudar a políticos que le sean afines. El cable no identifica a los políticos, pero asevera que Estados Unidos le está dando información clasificada a ciertos países individualmente.
Es el intento más reciente de Estados Unidos por publicar evaluaciones de inteligencia sobre los planes políticos y militares de Moscú, tal como hizo a comienzos de año, cuando difundió reportes, que resultaron ser ciertos, de que Rusia se estaba preparando para invadir Ucrania.
Muchos de los asesores del presidente Joe Biden en seguridad nacional tienen extensa experiencia en temas rusos y estaban en el gobierno cuando el presidente ruso Vladimir Putin lanzó su ambicioso operativo para tratar de influir en las elecciones estadounidenses del 2016 y del 2020.
Una fuente oficial se negó a divulgar cuánto dinero, según estimaciones estadounidenses, Rusia ha gastado en Ucrania, cuyo gobierno desde hace tiempo acusa a Moscú de injerencia.
El funcionario, que habló con la prensa a condición de anonimato, rechazó comparaciones entre las actividades rusas y el financiamiento que Estados Unidos da a iniciativas políticas y mediáticas en todo el mundo. Putin está gastando sumas enormes “para manipular democracias desde adentro”, afirmó el informante.
El Departamento de Estado tomó la medida inusual de divulgar un cable diplomático que fue enviado a embajadas y consulados de Estados Unidos en todo el mundo, muchos de ellos en Europa, África y el sur de Asia.
El cable, que llevaba la estampa de “sensible” pero no de material clasificado, contiene una serie de argumentos para ser mencionados por los diplomáticos en sus reuniones con los gobiernos anfitriones, sobre el tema de la injerencia rusa.