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El tema del dinero siempre es peliagudo, y más en un momento tan idílico como el de los preparativos de tu gran boda. Pero si sabes cómo tratar el asunto no tienes por qué sentirte mal. De hecho, tener atada esta cuestión es más importante que decidir el ramo de flores, la vajilla y hasta la lista de invitados. Está demostrado que es uno de los asuntos que generan mayor conflicto entre las parejas y que crean más estrés. Así que empieza bien tu matrimonio y aborda esa conversación que no te has atrevido a tener hasta ahora. No importa que estéis a las puertas de daros el “sí, quiero”. Formula a tu pareja estas preguntas y te asegurarás una luna de miel perfecta.
¿Cuál es tu situación financiera?
Qué apellido le vais a poner primero a vuestros hijos es algo que puede esperar, pero conocer la economía de tu pareja no. Si le quedan ocho cuotas por pagar del coche o tiene un préstamo, deberías saberlo. “Compartir esta información es como arrancar una tirita –afirma Christina Kramlich, directora senior de patrimonio de la compañía financiera SoFi–, pero es mejor que llevarse una sorpresa después”. Omitir las deudas es la forma más rápida de acabar en crisis.
¿Cómo has pensado gastar tu salario?
Muchas parejas nunca hablan de sus propósitos financieros, cuando esto es fundamental. ¿Queréis viajar? ¿Preferís tener hijos pronto? ¿Comprar una casa es una prioridad? “Puede que tengáis distintos objetivos (y eso está bien), sin embargo es bueno saber si vuestras expectativas de felicidad a largo plazo son muy diferentes –dice Kramlich–. Si lo son, no tendréis que cancelar la boda (los polos opuestos se atraen), aunque sí encontrar el punto medio”.
¿Qué presupuesto destinas para el día a día?
En los aspectos financieros no conviene improvisar, así que lo mejor es que elaboréis una tabla con los gastos cotidianos compartidos. “A partir de ahí puede haber variaciones. Por eso aconsejo llevar un control de cara a evitar conflictos –afirma la experta–. Vale la pena que dediquéis unos minutos todas las semanas para revisar las partidas de gastos del hogar y hacer los ajustes que acordéis”.
¿Dispones de una partida para emergencias?
Sentimos dar malas noticias, pero, sí o sí, vais a tener imprevistos, así que mejor trazar un plan para hacerles frente y no tener que asumir después un descubierto en la cuenta corriente. “Deberías disponer de unos ahorros equivalentes a seis meses de sueldo. Eso os dará la tranquilidad para asumir situaciones de emergencia. Y si los tenéis en una cuenta a plazo fijo, además os generarán un interés”, señala Kramlich.
¿Quieres que compartamos cuentas?
“Esto es muy personal. Tener autonomía financiera está bien, pero conviene abrir una cuenta común para pagar desde ella los gastos principales de la casa”, concluye la especialista.
¿Tienes un plan de jubilación?
Vale, esto parece estar a años luz, pero hay que empezar a preparar el retiro desde ya. Si comenzáis a los 25 años y conseguís ahorrar 5.500 euros al año, teniendo en cuenta los rendimientos, podríais disponer de un interesante colchón cuando os jubiléis.
Bien hecho
Natalia de Santiago, autora de ‘Invierte con poco’ (ed. Planeta), te da las claves para sacar rendimiento a vuestro dinero.
- No toquéis el colchón: Ese dinero siempre tiene que estar disponible, no se puede usar.
- Sólo lo ahorrado: Si pedís un crédito, que sea para una casa o montar un negocio, no para invertir. Para eso están los ahorros.
- Paso a paso: Empezad a invertir una cantidad pequeña fija al mes y automatizadlo.
- Diversificad: Los fondos de inversión son una opción; están regulados y su fiscalidad es favorable.