A medida que el segundo mayor productor de cacao del mundo va perdiendo tierras de cultivo debido a la minería ilegal del oro, los fabricantes de chocolate comienzan a dimensionar la amenaza que esto supone para su futuro suministro de materias primas.
Este contenido fue publicado el 10 septiembre 2022 – 09:00
Serie especial SWI swissinfo.ch: Una perspectiva africana sobre el cacao
Originario de América Central y del Sur, el cultivo del cacao en África Occidental se registró por primera vez en 1868. Los archivos del Real Jardín Botánico de Kew hacen referencia a unos pocos árboles de cacao que prosperaban en la propiedad de la misión suiza de Basilea en Akropong, en lo que entonces se conocía como la colonia de la Corona Británica de Costa de Oro. Hoy en día, los países de África Occidental, Costa de Marfil y Ghana producen más del 60% de los granos de cacao del mundo y Suiza se ha convertido en sinónimo de chocolate
Esta relación, mutuamente beneficiosa, ha sufrido tensiones en los últimos años. Costa de Marfil y Ghana ya no se conforman con su escasa porción de 6 000 millones de dólares de la industria del chocolate, que asciende a 120 000 millones de dólares. Suiza, junto con la Unión Europea y Estados Unidos, está descontenta con la deforestación y el trabajo infantil en las regiones productoras de cacao de África Occidental. Ambas partes se presionan mutuamente para conseguir lo que quieren, pero la balanza de poder sigue estando muy inclinada a favor de los consumidores de cacao en comparación con los productores. Los ingresos combinados de los chocolateros suizos Nestlé (solo confitería), Lindt & Sprüngli y Barry Callebaut en 2021 fueron más de tres veces el valor combinado de los granos de cacao exportados por Costa de Marfil y Ghana el año anterior. Estas empresas, como principales interesadas, también están dando forma a la producción de cacao en el futuro.
Esta serie de seis artículos analizará cómo África Occidental está tratando de renegociar su papel en la industria del chocolate. Desde unir fuerzas y añadir valor hasta invertir en digitalización y sostenibilidad. Se trata de una batalla ardua, pero necesaria, para evitar convertirse en rehén de los precios mundiales del cacao y garantizar el sustento de los cinco millones de cacaoteros de la región.
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El camino que conduce a la comunidad de Yakubu Ousmane en el área tradicional de Kunsu, en el centro de Ghana, alguna vez estuvo flanqueado por generosas plantaciones de cacao, palmas aceiteras y naranjos. Sin embargo, durante los últimos cuatro años la tierra ha sido devastada por la búsqueda de uno de los recursos naturales más preciados de Ghana: el oro. Así, múltiples acres de fértiles tierras agrícolas que nutrían los principales cultivos comerciales del país se han convertido en estériles páramos con pilas de arcilla contaminada por el mercurio y profundos pozos peligrosamente descubiertos.
El sexagenario Ousmane recuerda los días en los que cultivar cacao le permitía vivir bien. Fue antes del 2018, cuando la minería ilegal (conocida localmente como galamsey) llegó para quedarse en Kunsu.
Una drástica transformación que le hace temer el futuro. “Las plántulas que cuidamos se están muriendo. Las vainas de cacao de los árboles también se están secando”, dice el exproductor de cacao. “La minería ilegal está destruyendo nuestra tierra, y ha vuelto las cosas realmente difíciles”.
Desde hace casi una década más de la mitad de las importaciones de grano de cacao de Suiza proviene de Ghana, así que la industria suiza del chocolate está cada vez más inquieta por el daño que la minería ilegal de oro provoca en las comunidades locales y en la oferta de esta materia prima fundamental.
El suministro estable de granos de cacao de calidad podría estar en peligro. La superficie de tierra destinada al cultivo de cacao en Ghana se redujo en 21% desde su punto máximo en 2017. La minería ilegal de oro es una de las principales razones, pero no la única, también están presentes factores como la sequía, las plagas y un rendimiento decreciente de los árboles de cacao más viejos.
El señuelo del oro
Kunsu posee todas las características de una operación típica de la minería ilegal: los ciudadanos extranjeros, de origen chino en este caso, trabajan con la población local. Hay jóvenes equipados con detectores de metal que buscan oro, y las excavadoras (que en Kunsu muestran el logotipo del fabricante chino de maquinaria pesada Zoomlion) se observan por todas partes, removiendo tierra y arrancando la vegetación existente.
Los mineros ilegales han dejado fuera del mercado a los productores de cacao. Informes de los medios de comunicación ghaneses afirman que pagan entre 6 000 y 40 000 cedis ghaneses (entre 640 y 1 064 dólares) por acre de tierras de cultivo. El precio depende del valor del cultivo que había en esa tierra, pero también de su proximidad con alguna mina de oro. Estos montos son entre 10 y 50 veces superiores a las ganancias que un productor de cacao obtiene por la venta anual de los granos de cacao de cada acre de sus tierras, esto es, entre 548 y 837 cedis ghaneses, según el Instituto de Investigación de Cultivos en Kumasi.
Huella china
Aunque la minería de oro no regulada siempre ha existido en Ghana, empezó a atraer el interés de los buscadores chinos y otros extranjeros alrededor de 2006, según un informe de 2015 del Centro Internacional de Crecimiento. Un salto en los precios del oro a principios de 2008 desencadenó una fiebre del oro y la llegada de un gran número de mineros extranjeros, en su mayoría chinos del condado de Shanglin, en la provincia de Guangxi, conocida por la extracción de oro.
“Los mineros chinos introdujeron un mayor nivel de mecanización, sobre todo el uso de excavadoras y plantas de lavado, lo que llevó a que se dedicaran mayores extensiones de tierra a la minería, con una mayor degradación del medio ambiente”, señala el informe.
La mayor represión contra los mineros chinos tuvo lugar en 2013. El servicio de inmigración ghanés detuvo a 884 chinos por minería ilegal (el 93% de los extranjeros detenidos) y deportó a 713 (el 67% de los deportados) por no tener permiso de trabajo.
Sin embargo, los chinos son solo una parte de la red de minería ilegal de oro. Un estudio británico-ghanés de 2014 culpaba a un nexo de empresarios y compañías chinas, traficantes de oro, jefes tradicionales y empresarios locales de la rápida expansión de la galamsey, como se conoce a la minería ilegal. Los precios del oro han aumentado un 30% en los últimos cinco años, lo que garantiza que la minería ilegal siga siendo una propuesta atractiva.
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Adicionalmente, el dinero proveniente del oro tiene una derrama hacia otros miembros de la comunidad, particularmente hacia las mujeres cuyas oportunidades de generación de ingresos son limitadas en las zonas rurales. Ellas realizan un proceso de lavado en las tierras sobrantes que les permite extraer restos de oro (una práctica conocida localmente como kolikoli).
“Si digo que la minería ilegal no me ha ayudado, estaría mintiendo”, dice Hawa Yakubu, madre soltera de cinco hijos, quien desde hace cinco años se dedica a buscar restos de oro en Kunsu. Pasa su tiempo libre en el rastreo de oro a pequeña escala, en vez de vender productos en algún quiosco.
Preocupada por su seguridad, Yakubu evita el epicentro de la actividad minera ilegal en Kunsu, que está dominada por hombres y que es una zona que puede volverse violenta. Ella prefiere escarbar en los márgenes más tranquilos de las minas.
Oro versus cacao
En abril, la Junta del Cacao de Ghana (COCOBOD) realizó la primera encuesta a gran escala sobre el galamsey, sus conclusiones revelaron que alrededor de 19 000 hectáreas de plantaciones de cacao habían sido tomadas, o afectadas, por la minería ilegal de oro entre 2019 y 2020, una zona que equivale al doble de la superficie de Zúrich.
Imágenes satelitales muestran como un total de 27 839 hectáreas de cultivo de cacao de primera calidad fueron arrasadas por completo por la minería ilegal de oro en 2013, un dato que se extrapoló a 43 879 hectáreas en 2015, según un estudio publicado en 2017 por investigadores de la Universidad de Cranfield. Las estimaciones de COCOBOD y los datos satelitales sugieren que Ghana ha perdido entre 0,8% y 2% de sus tierras de cultivo de cacao por el galamsey desde el 2013, y alrededor del 23% de la superficie total cultivada con cacao se ha visto afectada de alguna forma por la contaminación de la minería.
El costo para Ghana es significativo. Se necesitarían alrededor de 250 millones de dólares para sanear las tierras y el agua contaminada por la minería de oro exclusivamente en el oeste de Ghana, según el Centro Internacional de Crecimiento, un centro de investigación con sede en Londres que promueve el crecimiento sustentable. Lo anterior se suma a una significativa pérdida de los ingresos fiscales para Ghana (alrededor de 2 200 millones de dólares en 2016), según las estimaciones del Ministerio de Recursos Naturales.
La industria del cacao de Ghana no puede permitirse el lujo de perder más plantaciones de cacao. En los últimos dos años, COCOBOD ha destinado 230 millones de dólares de un préstamo de 600 millones de dólares del Banco Africano de Desarrollo a la rehabilitación de 156 400 hectáreas de cacao. Los árboles cacaoteros de estas tierras eran demasiado viejos o estaban infectados con la llamada plaga del retoño hinchado, así que tuvieron arrancar de raíz y plantar nuevos árboles. Por ello, lo último que COCOBOD quiere es que estas granjas rehabilitadas sean víctimas de la minería ilegal del oro.
Inquietudes suizas
Los productores de chocolate suizos, que dependen en gran medida del cacao ghanés, han intentado disuadir a los agricultores de abandonar sus cultivos de cacao ofreciéndoles incentivos que ayuden a garantizar una continuidad en el suministro de cacao de buena calidad.
Hace cuatro años, el gigante suizo de la alimentación Nestlé pagó a los productores de cacao de Kunsu una prima de 14% sobre el precio de venta del mercado a cambio de sumarse al ‘Plan de Cacao’ de la compañía. El objetivo era mejorar el rendimiento y la calidad de los cultivos cacaoteros, para ello, Nestlé les proporcionaba plantas de alta calidad y capacitación constante en materia de buenas prácticas agrícolas.
Pero la intervención de Nestlé no logró frenar la minería de oro. En un viaje de observación realizado por SWI swissinfo.ch a Kunsu, confirmamos que muchos árboles de cacao han sido devastados por la minería.
Contactamos a Nestlé para hablar sobre el tema, pero la empresa declinó hacer comentarios sobre la situación en Kunsu. Los informes oficiales del grupo dan cuenta, no obstante, de que más de 18 000 agricultores ghaneses se beneficiaron de las formaciones en buenas prácticas agrícolas de Nestlé. Otros pesos pesados del chocolate suizo también crearon esquemas similares: el programa ‘Forever Chocolate’ de Barry Callebaut benefició a 17 000 agricultores y ‘Agricultura’ de Lindt & Sprüngli llegó a 69 000 campesinos el año pasado. Se estima que las empresas suizas han invertido en mejorar las condiciones de producción de 7% de los 1,5 millones de productores de cacao de Ghana para asegurar que tendrán un suministro de materia prima de buena calidad.
“Podemos confirmar que la minería ilegal de oro está afectando negativamente a las comunidades productoras de cacao”, confirmó un portavoz de Barry Callebaut a SWI swissinfo.ch.
Nyonkopa Cocoa Buying Ltd., filial ghanesa de Barry Callebaut dedicada a la adquisición de insumos, declaró públicamente en 2021 que “la minería ilegal está afectando al sector del cacao, perjudicando la adquisición de cacao y la producción de chocolate”.
Sin embargo, el impacto es difícil de cuantificar, ya que hay otros factores, como el clima, las plagas y los precios, que también influyen en la producción de cacao.
“Hasta ahora, no es posible evaluar detalladamente la afectación que tiene la minería ilegal de oro sobre nuestra cadena de suministro”, dijo un portavoz de la firma suiza de chocolate Lindt & Sprüngli a SWI swissinfo.ch a través de un correo electrónico. “Sin embargo, asumiendo que esas actividades ilegales continuaran, podríamos esperar un impacto negativo en el cultivo de cacao, por ejemplo, en términos de impacto ambiental”.
La disminución de la demanda de cacao por el cese de actividades de minoristas y restaurantes provocada por la pandemia de COVID generó un excedente de este insumo en el mercado global en 2020/2021. Sin embargo, la Organización Internacional del Cacao (OIC) pronostica que habrá un déficit en 2021/2022 porque hay una demanda creciente de cacao, y esto complicará el suministro de cacao de buena calidad para los chocolateros suizos.
Otras medidas
El gobierno de Ghana también intenta eliminar la minería ilegal de oro. El tema se convirtió en una de las prioridades de la agenda política del 2017, cuando el presidente Nana Akufo-Addo expresó que la lucha contra galamsey era tan crucial que estaba dispuesto a jugarse la presidencia -una futura reelección- con tal de combatirla. Se impuso una prohibición temporal a las operaciones mineras a pequeña escala (legales e ilegales) en 2017 y 2018, mientras se lanzaron operaciones militares contra mineros ilegales y se realizaron múltiples arrestos, entre ellos, de ciudadanos chinos involucrados en el negocio. Las leyes mineras fueron reformadas en 2019 y se impusieron penas mínimas de 15 años de prisión a los culpables del delito de minería ilegal.
¿Un cambio se avecina?
Sin embargo, el cambio podría estar en camino a medida que el gobierno transforma su estrategia para enfrentar la realidad que aqueja al campo cacaotero. En 2019, la Comisión de Minerales de Ghana, reguladora del sector minero, introdujo un Esquema de Minería Comunitaria (CMS en inglés) diseñado para convertir a los pequeños mineros ilegales en mineros formales, permitiéndoles minar en áreas específicamente designadas para ello, bajo la supervisión gubernamental, y respetando ciertos criterios de seguridad y ambientales.
Kunsu sería una de las regiones beneficiarias de este esquema. En febrero pasado, el gobierno anunció que cinco concesiones mineras serían adjudicadas en esta región para operarse bajo el Esquema Comunitario de Minería lo que permitiría, según las autoridades, crea 5 000 empleos. El gobierno se puso como meta aprobar 100 proyectos CMS en Ghana antes de que concluya el 2022, con objeto de generar 220,000 nuevos empleos.
Pero para garantizar que los planes de la minería comunitaria no se sumen al problema de la desaparición de las tierras cultivables en zonas cercanas a las minas de oro, la Comisión de Minerales de Ghana también acordó durante un encuentro celebrado con COCOBOD en abril que compartirán información sobre la ubicación de las tierras de cultivo de cacao. Esto permitirá a la Comisión de Minerales de Ghana impedir que estas áreas queden disponibles para los nuevos esquemas de minería.
Adaptado del inglés por Andrea Ornelas
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