Esta semana los mercados financieros en Estados Unidos (EU) tuvieron, en términos generales, un comportamiento negativo; por supuesto en esto tuvo mucho que ver la posición dura del presidente de la Reserva Federal (Fed) Jerome Powell, cuando en la reunión de Jackson Hole le dijo a los mercados en forma tajante que la Fed iba a seguir incrementando la tasa de interés de referencia lo que fuera necesario, hasta que se logre la meta de regresar la inflación a niveles de 2%. Esta declaración deja claro que las tasas seguirán subiendo, sin importar si a consecuencia de ello se genera una recesión.
El viernes, el ajuste de los mercados fue severo, pero la mala racha siguió durante toda la semana debido a que los datos económicos de EU aún están lejos de contemplar un enfriamiento. En la semana que terminó, la información económica mostró que esa economía está lejos de haber perdido fuerza; en primer lugar, en el mes de agosto se crearon 315,000 nuevos empleos, aunque menor la cifra a los 520,000 que se generaron en julio, no deja de ser un buen dato que demuestra que la fortaleza del sector laboral sigue siendo importante. También salió arriba el Índice de Actividad Manufacturera y la Confianza del Consumidor, por todo lo anterior los índices accionarios no pudieron revertir la tendencia negativa de la semana. Me parece a mí que ahora las bajas son excesivas, hay que recordar que los mercados tienden a exagerar de igual manera tanto las buenas como las malas noticias, sobre todo en el corto plazo. Esta situación tenderá a mantenerse hasta que no se tenga información de datos reales que indiquen que la Actividad Económica de la primera economía del mundo empieza a declinar, y con ello la inflación.
Creo que los inversionistas se equivocan si piensan que lo anterior no va a suceder; la economía en EU podrá contraerse en el futuro próximo, de eso yo no tengo la menor duda. Los mercados aún seguirán reflejando incertidumbre, pues hay temas importantes aún no resueltos, quizás el más relevante es que no está claro cuándo empezará la tendencia a la baja de la inflación en forma sostenida; es posible que aún falten algunos meses para que esto suceda. Así mismo, ya se le olvidó a la gente que el mundo está enfrentando una guerra muy seria en Europa, lo cual no se veía desde hace 45 años; esta guerra sigue afectando no solo a Europa, sino al mundo en su conjunto, y además representa riesgos enormes de que se pueda escalar, y ni qué decir de las tensiones entre China y EU, que están complicando el panorama económico. Con la pandemia, tema aparentemente resuelto, no así en China, el mundo sigue viviendo un enorme desconcierto de lo que será la nueva normalidad; todo lo anterior genera angustia e incertidumbre, y lo único que pueden hacer los inversionistas es ser pacientes. La verdad creo que se vale ser moderadamente optimista y no ser fatalista, este mundo en el que vivimos ha mostrado muchas veces su capacidad de recuperarse; el hecho que hoy se lastimen los mercados es porque la economía de EU todavía no se enfría, para mí es un signo de que la probabilidad de un aterrizaje suave es más alta de lo que se piensa. La fortaleza de las principales variables económicas de nuestro vecino del norte no las debemos de menospreciar, su plataforma de producción, su clase media, sus avances tecnológicos y capacidad de consumo, así como su fortaleza financiera son factores determinantes para que sean los primeros en salir adelante, como siempre ha sucedido.
Manuel Somoza