Transición energética, cadena de suministro, desigualdad, huella de carbono, la empresa familiar, innovación, redes sociales, inflación, empleo, NFT. Estos y otros temas fueron protagonistas en la novena edición del Workshop de Jóvenes Investigadores en Economía y Empresa que ha reunido esta semana a más de 70 participantes en Calatayud. “Es un espacio en el que coinciden personas que están en la etapa inicial de su carrera investigadora con quienes ya tienen su tesis acabada y quieren seguir aprendiendo o compartir lo que han aprendido”, explica Sergio Ibáñez, coordinador de esta cita promovida por la Universidad de Zaragoza y profesor ayudante doctor en la misma.
“Por un lado, vemos en qué ámbitos se está trabajando y, por otro, establecemos lazos para analizar lo que hacemos en nuestros trabajos del día a día”, reconoce Ibáñez. Entre los aspectos que no se ven se encuentran problemas tan importantes como los relacionados con la salud mental. “Son cosas que hablamos mucho tomando un café, pero que no en sesiones específicas, por lo que este año incluimos una sesión para saber cómo abordar esas emociones que surgen en un proceso como la tesis doctoral que es un continuo vaivén emocional”, asume.
Otro de los factores en los que coinciden los participantes es la precariedad y la inestabilidad. “Por un lado hay que mejorar la relación y el intercambio de información con el mundo de la empresa. Por otro lado, también es necesaria una mayor estabilidad, para tener una carrera más clara y devolverle a la sociedad lo que nos ha dado”, apunta Pablo Vilas, inscrito del campus zaragozano y doctorando en contabilidad y finanzas. En este punto coincide Sofía Blanco, de la Universidad de León, que explica que “ahora tengo suerte de tener una beca, pero empecé sin ella compatibilizando dos años una media jornada y la investigación”.
Pero lanza un rayo de optimismo: “Cada vez hay más becas y ayudas e invito a que si les gusta, al final se consigue. Tarda pero si te gusta y eres bueno, llega”. En la cita, respaldada por el Ayuntamiento de Calatayud, la Comarca y el centro asociado de la Uned, los participantes también han tenido espacios de ocio, como una visita turística guiada a la ciudad a cargo de Carlos de la Fuente.
Imagen pública e inteligencia artificial
Entre los temas abordados, en el caso de Vilas, y tras algo más de tres años de trabajo, su ponencia se centró en analizar si las empresas que más atención de la sociedad reciben mejoran sus indicadores ambientales y sociales. “Es algo que hemos podido confirmar con la teoría de la legitimidad: necesitan una percepción de que sus acciones son buenas”, explica. En su caso ha sido con datos de Google Trends sobre las búsquedas en internet y con los análisis que realizan importantes agencias. “Hay un debate de hasta qué punto es algo que se hace por interés económico o hay conciencia real”, plantea.
Por su parte, Blanco, que forma parte del grupo de investigación MKTing y está realizando su tesis doctoral, explica que están analizando 150.000 post de Instagram sobre visitas turísticas en León. “Lo hacemos con inteligencia artificial a través de un sistema que nos dice qué hay en la imagen: si hay personas, su sexo, la edad, sus emociones, si hay un paisaje, un monumento…”. Ahora, el siguiente paso es volcar toda esa información para que instituciones o empresas puedan ver qué perfiles les visitan, qué genera más interés.