El dirigente del Colegio Médico, José Miguel Bernucci, afirmó que el sistema es financiera y socialmente inviable, mientras que la académica Vivianne Bachelet indicó que como país debemos definir si seguiremos financiando el negocio de la salud.
Lunes 29 de agosto 2022 9:19 hrs.
El futuro del aseguramiento privado a través de las Isapres, tiene sus días contados, señaló el secretario nacional del Colegio Médico, José Miguel Bernucci. Esta es una de las ideas que ha sonado con fuerza en el debate sobre futuro de las instituciones de salud privada de los últimos días, luego de la decisión de la Corte Suprema de frenar el alza de 7,6% en los planes de salud, con lo que se ha consolidado una idea que ya se venía instalando sobre la crisis terminal de estas entidades.
En medio de la discusión por la nueva Constitución, donde se apunta al cambio de paradigma con la construcción de un modelo de salud universal para todos sin exclusiones, los distintos actores coinciden en que el traspaso a ese sistema público no será de un día para otro, sino gradual. El problema de fondo que se tiene que abordar, como lo explicó la profesora asociada de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago de Chile, Usach, doctora Vivianne Bachelet, es la capacidad de lucro que tiene el sistema privado de seguro de salud, en relación a lo que es el derecho humano fundamental, como es la salud.
La crisis de las entidades, la judicialización del sistema y la discusión sobre el traspaso de su condición actual a la de seguros complementarios, ha aumentado la incertidumbre en la industria. La última resolución del Máximo Tribunal, es tan solo el aspecto coyuntural de un problema que se arrastra hace mucho años y que ha obligado a los usuarios a recurrir a los tribunales, cada vez que consideran que las alzas en los planes son arbitrarios y es una muestra más de lo inviable que es el sistema que se ha caracterizado por obtener millonarias ganancias, pero que no son traspasadas a las prestaciones de salud.
El colapso del sistema
Para el secretario nacional del Colmed José Miguel Bernucci, hay un tema que puede ser preocupante para los usuarios del sistema privado de salud, ya que la resolución de la Corte Suprema está fallando en forma y no en el fondo, principalmente “porque lo que ha hecho la Corte Suprema es decirle a la autoridad y a las Isapres que estas alzas en realidad no es que no se puede hacer, sino que no tienen la justificación suficiente para poder realizarla. En ese sentido, ha instruido a la autoridad a buscar la justificación para que esta alza se pueda llevar a cabo y por lo tanto, si la autoridad encuentra esa justificación y la argumenta, esta alza se va a poder aplicar”.
El dirigente gremial explicó que estas alzas responden a un proyecto de ley propuesto por un grupo de parlamentarios para congelar los precios en los planes de salud de las Isapres, para el periodo de la pandemia, que partió como un articulado único, pero se introdujeron cambios amparados por el superintendente de Salud del gobierno anterior, donde se planteó la tabla de factores con las razones y la forma en que podían se realizar esa tabla, para terminar con la judicialización que se producía trimestralmente. “Esa ley que fue discutida entre gallos y medianoche, es la que hoy finalmente estaría amparando y permitiendo que eventualmente se pueda producir está alza de precios”, indicó Bernucci.
Dado el escenario actual que enfrentan estas instituciones, el dirigente del Colmed afirmó que hace bastante tiempo, más de 15 años, vienen planteando que el sistema de Isapres es inviable. “Desde el punto de vista de cómo está diseñado económica y financieramente, es un sistema que iba a tender siempre al colapso. Lo que pasó ahora es que la pandemia, producto del aumento de costo lo que significa financiar más licencias médicas y financiar una pandemia, finalmente aceleró este proceso de inviabilidad económica que hoy día estamos viendo”, indicó.
Agregó que además, tiene que ver la inviabilidad social el sistema Isapres, que funciona en base a cautivar a las personas más jóvenes y que más ingresos generan al sistema, para expulsar al sistema público a las personas más enfermas y que menos ingresos llevan al sistema. “Si analizamos las causa del estallido social, por ejemplo el Programa de Naciones Unidas que sacó su libro Desiguales en el año 2016, las Isapres ya eran apuntadas como parte de las inequidades de la salud de nuestro país. Por lo tanto, la situación que estamos viendo hoy día, lamentablemente es la crónica de una muerte anunciada, tanto por un sistema inviable financieramente, como inviable socialmente”, puntualizó.
Frente al escenario político del país y a pocos días del plebiscito para decidir sobre la nueva Constitución, Bernucci afirmó que “el futuro del aseguramiento privado a través de las Isapres tiene sus días contados y esto es con la aprobación del texto constitucional del 4 septiembre o sin la aprobación del texto. En realidad gane el Apruebo o el Rechazo, el sistema de aseguramiento privado va a tener modificarse sustancialmente porque la situación no da para mucho más”.
El dirigente gremial afirmó que independiente del resultado del plebiscito, si se toma en cuenta la discusión pública en el año 2004, era impensable que alguien pudiera plantear el fin de las Isapres. Sin embargo, “hoy en día existe una opinión transversal que este sistema en realidad es inviable y se requiere un cambio probablemente de 180°. En este sentido, creemos que este cambio debe ser gradual y debe ser bastante lento. La experiencia internacional nos habla de cambios que han durado entre siete a 14 años”, precisó.
Bernucci afirmó que lo peor que puede pasar es que el cambio fuera abrupto, producto del quiebre de las Isapres. En ese sentido, el profesional afirmó que llamaron a la autoridad para que se tomen todas las precauciones y evitar problemas a las personas que están en el sistema con preexistencias y de los centros médicos y clínicas, que tienen deudas muy grandes con la Isapres, ya que la quiebra de una de ellas podría arrastrar a un centro médico y eso “pone en peligro en la reforma a la salud que se está planteando con el seguro único. Necesitamos todos los prestadores público y privado para poder aportar a la salud del país y lo peor que nos podría pasar es que estos prestadores privados cierren por las deudas que tienen con las Isapres”.
Lucro en la salud
Por su parte, la académica de la Escuela de Medicina de la USACh, Vivianne Bachelet, afirmó que la decisión de la Corte Suprema de frenar el alza en los planes de salud, está en línea con lo que se ha venido planteando acerca de las Isapres de hace más de 10 años y que las alzas de los precios han sido arbitrarias a juicio de todas las instancias judiciales. Recordó que también el Tribunal Constitucional se manifestó en contra de las alzas de carácter arbitrario por razón de discriminación por sexo y edad. Entonces “no es de sorprenderse, esto viene de una línea muy constante de ponerle algún tipo de techo a las utilidades, a la capacidad de lucro que tenga el sistema privado de seguro de salud, en relación a lo que es lo que es el derecho humano fundamental como es la salud”, precisó.
Durante décadas estas entidades de salud privada han obtenido millonarias ganancias. Sin embargo, de acuerdo con expertos, estas ganancias no fueron a parar al pago de prestaciones de salud, ni de licencias médicas, sino solo a hacer funcionar el sistema. Esto ha llevado a que desde distintos sectores se busque cambiar la visión que existe sobre este modelo. Al respecto, la académica expresó que efectivamente “desde hace mucho tiempo muchos venimos planteando que el lucro no puede ser parte de todo lo que es el ámbito de la prestación de salud y tampoco del financiamiento de la salud, es decir del aseguramiento, porque eso va en desmedro del resultado final que se busca que es que la condición de salud de las personas sea siempre la mejor a una eficiencia mayor. Es decir, que todos los recursos que ingresan, que se gastan en promover, proteger y resguardar la salud de las personas efectivamente vayan a ese fin y no a otros”.
La académica expresó que estas instituciones tradicionalmente han tenido un alto gasto en administración y por otra parte, son expresión de la “mercantilización de la salud, es decir cuántas transacciones de tipo comercial se tiene que producir para que una persona pueda tener acceso a su atención en salud, si es que tiene alguna enfermedad. Si uno le saca todo eso al sistema, lo que queda en el fondo es un sistema mejor financiado, trabajando a una mejor eficiencia y con grados más igualitarios de cobertura para las personas”.
Bachelet afirmó que no hay dudas que las Isapres enfrentan una situación compleja, pero es una condición necesaria para su subsistencia en cuanto a que sean negocios, aumentar el precio de los planes por sobre el IPC año a año. “Evidentemente que eso le da los márgenes que se requieren para decir que este es un negocio saludable considerando a la salud como un bien de consumo. Entonces yo creo que efectivamente las pone en una situación y el hecho que no haya podido aumentar los precios los últimos dos años en una situación de mayor restricción financiera que no les acomoda”, indicó.
Frente a esta realidad, la académica indicó que se debe definir si “queremos como país, seguir financiando el negocio de la salud en el ámbito por ejemplo del aseguramiento privado. Bueno esa es la decisión que tenemos que tomar el 4 de septiembre, cuando vayamos a votar por una nueva Constitución que en efecto limita y cambia completamente las condiciones en las cuales se lleva a cabo toda la estructuración de la salud”, dijo la académica.
En ese sentido abundó que “la nueva Constitución no dice que no va a haber prestadores privados y deja mucho espacio a la ley para fijar las reglas finales de esto, pero sí determina que tiene que haber una preeminencia de un sistema nacional de salud como prestador en base a una atención primaria fuerte. Entonces los incentivos en el mundo en general y en particular lo que estamos viendo en Chile, es tratar de avanzar a sistema más igualitarios que no impliquen gastos catastróficos para las personas, fuertemente fundado en la atención primaria y mucho más eficientes”
En caso de colapso de las Isapres, Bachelet indicó que el sistema público está en condiciones de absorber toda la demanda, pero esto no pasa de forma automática. “El legislador y los gobiernos que vengan en el presente y en el futuro, van a tomar todos los resguardos para que la transición sea gradual, nadie está pensando que este es un cambio de un día para otro”, indicó.
Puntualizó que “el asegurador público que va a quedar si es que existe un fondo único de financiamiento en salud que es lo que se está pretendiendo hacer como reforma ahora, evidentemente va a reunir el 7% de todos de los cotizantes tanto de los que están en las Isapres como en Fonasa, por lo tanto, la torta aumenta y hay espacio para un mayor financiamiento fiscal”.
Agregó que también hay modalidades de recurrir a los prestadores privados, que no van a desaparecer y van a seguir estando vigentes en el país como una capacidad. “Otra cosa es que se le ponga techo al lucro o definitivamente se elimina el lucro de la prestación cuando hay recursos públicos involucrados. Esto ya se hizo en educación, ahora por qué no se puede hacer en salud. Obvio que también tenemos que avanzar en salud”, precisó Vivianne Bachelet.
El futuro del aseguramiento privado a través de las Isapres, tiene sus días contados, señaló el secretario nacional del Colegio Médico, José Miguel Bernucci. Esta es una de las ideas que ha sonado con fuerza en el debate sobre futuro de las instituciones de salud privada de los últimos días, luego de la decisión de la Corte Suprema de frenar el alza de 7,6% en los planes de salud, con lo que se ha consolidado una idea que ya se venía instalando sobre la crisis terminal de estas entidades.
En medio de la discusión por la nueva Constitución, donde se apunta al cambio de paradigma con la construcción de un modelo de salud universal para todos sin exclusiones, los distintos actores coinciden en que el traspaso a ese sistema público no será de un día para otro, sino gradual. El problema de fondo que se tiene que abordar, como lo explicó la profesora asociada de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago de Chile, Usach, doctora Vivianne Bachelet, es la capacidad de lucro que tiene el sistema privado de seguro de salud, en relación a lo que es el derecho humano fundamental, como es la salud.
La crisis de las entidades, la judicialización del sistema y la discusión sobre el traspaso de su condición actual a la de seguros complementarios, ha aumentado la incertidumbre en la industria. La última resolución del Máximo Tribunal, es tan solo el aspecto coyuntural de un problema que se arrastra hace mucho años y que ha obligado a los usuarios a recurrir a los tribunales, cada vez que consideran que las alzas en los planes son arbitrarios y es una muestra más de lo inviable que es el sistema que se ha caracterizado por obtener millonarias ganancias, pero que no son traspasadas a las prestaciones de salud.
El colapso del sistema
Para el secretario nacional del Colmed José Miguel Bernucci, hay un tema que puede ser preocupante para los usuarios del sistema privado de salud, ya que la resolución de la Corte Suprema está fallando en forma y no en el fondo, principalmente “porque lo que ha hecho la Corte Suprema es decirle a la autoridad y a las Isapres que estas alzas en realidad no es que no se puede hacer, sino que no tienen la justificación suficiente para poder realizarla. En ese sentido, ha instruido a la autoridad a buscar la justificación para que esta alza se pueda llevar a cabo y por lo tanto, si la autoridad encuentra esa justificación y la argumenta, esta alza se va a poder aplicar”.
El dirigente gremial explicó que estas alzas responden a un proyecto de ley propuesto por un grupo de parlamentarios para congelar los precios en los planes de salud de las Isapres, para el periodo de la pandemia, que partió como un articulado único, pero se introdujeron cambios amparados por el superintendente de Salud del gobierno anterior, donde se planteó la tabla de factores con las razones y la forma en que podían se realizar esa tabla, para terminar con la judicialización que se producía trimestralmente. “Esa ley que fue discutida entre gallos y medianoche, es la que hoy finalmente estaría amparando y permitiendo que eventualmente se pueda producir está alza de precios”, indicó Bernucci.
Dado el escenario actual que enfrentan estas instituciones, el dirigente del Colmed afirmó que hace bastante tiempo, más de 15 años, vienen planteando que el sistema de Isapres es inviable. “Desde el punto de vista de cómo está diseñado económica y financieramente, es un sistema que iba a tender siempre al colapso. Lo que pasó ahora es que la pandemia, producto del aumento de costo lo que significa financiar más licencias médicas y financiar una pandemia, finalmente aceleró este proceso de inviabilidad económica que hoy día estamos viendo”, indicó.
Agregó que además, tiene que ver la inviabilidad social el sistema Isapres, que funciona en base a cautivar a las personas más jóvenes y que más ingresos generan al sistema, para expulsar al sistema público a las personas más enfermas y que menos ingresos llevan al sistema. “Si analizamos las causa del estallido social, por ejemplo el Programa de Naciones Unidas que sacó su libro Desiguales en el año 2016, las Isapres ya eran apuntadas como parte de las inequidades de la salud de nuestro país. Por lo tanto, la situación que estamos viendo hoy día, lamentablemente es la crónica de una muerte anunciada, tanto por un sistema inviable financieramente, como inviable socialmente”, puntualizó.
Frente al escenario político del país y a pocos días del plebiscito para decidir sobre la nueva Constitución, Bernucci afirmó que “el futuro del aseguramiento privado a través de las Isapres tiene sus días contados y esto es con la aprobación del texto constitucional del 4 septiembre o sin la aprobación del texto. En realidad gane el Apruebo o el Rechazo, el sistema de aseguramiento privado va a tener modificarse sustancialmente porque la situación no da para mucho más”.
El dirigente gremial afirmó que independiente del resultado del plebiscito, si se toma en cuenta la discusión pública en el año 2004, era impensable que alguien pudiera plantear el fin de las Isapres. Sin embargo, “hoy en día existe una opinión transversal que este sistema en realidad es inviable y se requiere un cambio probablemente de 180°. En este sentido, creemos que este cambio debe ser gradual y debe ser bastante lento. La experiencia internacional nos habla de cambios que han durado entre siete a 14 años”, precisó.
Bernucci afirmó que lo peor que puede pasar es que el cambio fuera abrupto, producto del quiebre de las Isapres. En ese sentido, el profesional afirmó que llamaron a la autoridad para que se tomen todas las precauciones y evitar problemas a las personas que están en el sistema con preexistencias y de los centros médicos y clínicas, que tienen deudas muy grandes con la Isapres, ya que la quiebra de una de ellas podría arrastrar a un centro médico y eso “pone en peligro en la reforma a la salud que se está planteando con el seguro único. Necesitamos todos los prestadores público y privado para poder aportar a la salud del país y lo peor que nos podría pasar es que estos prestadores privados cierren por las deudas que tienen con las Isapres”.
Lucro en la salud
Por su parte, la académica de la Escuela de Medicina de la USACh, Vivianne Bachelet, afirmó que la decisión de la Corte Suprema de frenar el alza en los planes de salud, está en línea con lo que se ha venido planteando acerca de las Isapres de hace más de 10 años y que las alzas de los precios han sido arbitrarias a juicio de todas las instancias judiciales. Recordó que también el Tribunal Constitucional se manifestó en contra de las alzas de carácter arbitrario por razón de discriminación por sexo y edad. Entonces “no es de sorprenderse, esto viene de una línea muy constante de ponerle algún tipo de techo a las utilidades, a la capacidad de lucro que tenga el sistema privado de seguro de salud, en relación a lo que es lo que es el derecho humano fundamental como es la salud”, precisó.
Durante décadas estas entidades de salud privada han obtenido millonarias ganancias. Sin embargo, de acuerdo con expertos, estas ganancias no fueron a parar al pago de prestaciones de salud, ni de licencias médicas, sino solo a hacer funcionar el sistema. Esto ha llevado a que desde distintos sectores se busque cambiar la visión que existe sobre este modelo. Al respecto, la académica expresó que efectivamente “desde hace mucho tiempo muchos venimos planteando que el lucro no puede ser parte de todo lo que es el ámbito de la prestación de salud y tampoco del financiamiento de la salud, es decir del aseguramiento, porque eso va en desmedro del resultado final que se busca que es que la condición de salud de las personas sea siempre la mejor a una eficiencia mayor. Es decir, que todos los recursos que ingresan, que se gastan en promover, proteger y resguardar la salud de las personas efectivamente vayan a ese fin y no a otros”.
La académica expresó que estas instituciones tradicionalmente han tenido un alto gasto en administración y por otra parte, son expresión de la “mercantilización de la salud, es decir cuántas transacciones de tipo comercial se tiene que producir para que una persona pueda tener acceso a su atención en salud, si es que tiene alguna enfermedad. Si uno le saca todo eso al sistema, lo que queda en el fondo es un sistema mejor financiado, trabajando a una mejor eficiencia y con grados más igualitarios de cobertura para las personas”.
Bachelet afirmó que no hay dudas que las Isapres enfrentan una situación compleja, pero es una condición necesaria para su subsistencia en cuanto a que sean negocios, aumentar el precio de los planes por sobre el IPC año a año. “Evidentemente que eso le da los márgenes que se requieren para decir que este es un negocio saludable considerando a la salud como un bien de consumo. Entonces yo creo que efectivamente las pone en una situación y el hecho que no haya podido aumentar los precios los últimos dos años en una situación de mayor restricción financiera que no les acomoda”, indicó.
Frente a esta realidad, la académica indicó que se debe definir si “queremos como país, seguir financiando el negocio de la salud en el ámbito por ejemplo del aseguramiento privado. Bueno esa es la decisión que tenemos que tomar el 4 de septiembre, cuando vayamos a votar por una nueva Constitución que en efecto limita y cambia completamente las condiciones en las cuales se lleva a cabo toda la estructuración de la salud”, dijo la académica.
En ese sentido abundó que “la nueva Constitución no dice que no va a haber prestadores privados y deja mucho espacio a la ley para fijar las reglas finales de esto, pero sí determina que tiene que haber una preeminencia de un sistema nacional de salud como prestador en base a una atención primaria fuerte. Entonces los incentivos en el mundo en general y en particular lo que estamos viendo en Chile, es tratar de avanzar a sistema más igualitarios que no impliquen gastos catastróficos para las personas, fuertemente fundado en la atención primaria y mucho más eficientes”
En caso de colapso de las Isapres, Bachelet indicó que el sistema público está en condiciones de absorber toda la demanda, pero esto no pasa de forma automática. “El legislador y los gobiernos que vengan en el presente y en el futuro, van a tomar todos los resguardos para que la transición sea gradual, nadie está pensando que este es un cambio de un día para otro”, indicó.
Puntualizó que “el asegurador público que va a quedar si es que existe un fondo único de financiamiento en salud que es lo que se está pretendiendo hacer como reforma ahora, evidentemente va a reunir el 7% de todos de los cotizantes tanto de los que están en las Isapres como en Fonasa, por lo tanto, la torta aumenta y hay espacio para un mayor financiamiento fiscal”.
Agregó que también hay modalidades de recurrir a los prestadores privados, que no van a desaparecer y van a seguir estando vigentes en el país como una capacidad. “Otra cosa es que se le ponga techo al lucro o definitivamente se elimina el lucro de la prestación cuando hay recursos públicos involucrados. Esto ya se hizo en educación, ahora por qué no se puede hacer en salud. Obvio que también tenemos que avanzar en salud”, precisó Vivianne Bachelet.
El futuro del aseguramiento privado a través de las Isapres, tiene sus días contados, señaló el secretario nacional del Colegio Médico, José Miguel Bernucci. Esta es una de las ideas que ha sonado con fuerza en el debate sobre futuro de las instituciones de salud privada de los últimos días, luego de la decisión de la Corte Suprema de frenar el alza de 7,6% en los planes de salud, con lo que se ha consolidado una idea que ya se venía instalando sobre la crisis terminal de estas entidades.
En medio de la discusión por la nueva Constitución, donde se apunta al cambio de paradigma con la construcción de un modelo de salud universal para todos sin exclusiones, los distintos actores coinciden en que el traspaso a ese sistema público no será de un día para otro, sino gradual. El problema de fondo que se tiene que abordar, como lo explicó la profesora asociada de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago de Chile, Usach, doctora Vivianne Bachelet, es la capacidad de lucro que tiene el sistema privado de seguro de salud, en relación a lo que es el derecho humano fundamental, como es la salud.
La crisis de las entidades, la judicialización del sistema y la discusión sobre el traspaso de su condición actual a la de seguros complementarios, ha aumentado la incertidumbre en la industria. La última resolución del Máximo Tribunal, es tan solo el aspecto coyuntural de un problema que se arrastra hace mucho años y que ha obligado a los usuarios a recurrir a los tribunales, cada vez que consideran que las alzas en los planes son arbitrarios y es una muestra más de lo inviable que es el sistema que se ha caracterizado por obtener millonarias ganancias, pero que no son traspasadas a las prestaciones de salud.
El colapso del sistema
Para el secretario nacional del Colmed José Miguel Bernucci, hay un tema que puede ser preocupante para los usuarios del sistema privado de salud, ya que la resolución de la Corte Suprema está fallando en forma y no en el fondo, principalmente “porque lo que ha hecho la Corte Suprema es decirle a la autoridad y a las Isapres que estas alzas en realidad no es que no se puede hacer, sino que no tienen la justificación suficiente para poder realizarla. En ese sentido, ha instruido a la autoridad a buscar la justificación para que esta alza se pueda llevar a cabo y por lo tanto, si la autoridad encuentra esa justificación y la argumenta, esta alza se va a poder aplicar”.
El dirigente gremial explicó que estas alzas responden a un proyecto de ley propuesto por un grupo de parlamentarios para congelar los precios en los planes de salud de las Isapres, para el periodo de la pandemia, que partió como un articulado único, pero se introdujeron cambios amparados por el superintendente de Salud del gobierno anterior, donde se planteó la tabla de factores con las razones y la forma en que podían se realizar esa tabla, para terminar con la judicialización que se producía trimestralmente. “Esa ley que fue discutida entre gallos y medianoche, es la que hoy finalmente estaría amparando y permitiendo que eventualmente se pueda producir está alza de precios”, indicó Bernucci.
Dado el escenario actual que enfrentan estas instituciones, el dirigente del Colmed afirmó que hace bastante tiempo, más de 15 años, vienen planteando que el sistema de Isapres es inviable. “Desde el punto de vista de cómo está diseñado económica y financieramente, es un sistema que iba a tender siempre al colapso. Lo que pasó ahora es que la pandemia, producto del aumento de costo lo que significa financiar más licencias médicas y financiar una pandemia, finalmente aceleró este proceso de inviabilidad económica que hoy día estamos viendo”, indicó.
Agregó que además, tiene que ver la inviabilidad social el sistema Isapres, que funciona en base a cautivar a las personas más jóvenes y que más ingresos generan al sistema, para expulsar al sistema público a las personas más enfermas y que menos ingresos llevan al sistema. “Si analizamos las causa del estallido social, por ejemplo el Programa de Naciones Unidas que sacó su libro Desiguales en el año 2016, las Isapres ya eran apuntadas como parte de las inequidades de la salud de nuestro país. Por lo tanto, la situación que estamos viendo hoy día, lamentablemente es la crónica de una muerte anunciada, tanto por un sistema inviable financieramente, como inviable socialmente”, puntualizó.
Frente al escenario político del país y a pocos días del plebiscito para decidir sobre la nueva Constitución, Bernucci afirmó que “el futuro del aseguramiento privado a través de las Isapres tiene sus días contados y esto es con la aprobación del texto constitucional del 4 septiembre o sin la aprobación del texto. En realidad gane el Apruebo o el Rechazo, el sistema de aseguramiento privado va a tener modificarse sustancialmente porque la situación no da para mucho más”.
El dirigente gremial afirmó que independiente del resultado del plebiscito, si se toma en cuenta la discusión pública en el año 2004, era impensable que alguien pudiera plantear el fin de las Isapres. Sin embargo, “hoy en día existe una opinión transversal que este sistema en realidad es inviable y se requiere un cambio probablemente de 180°. En este sentido, creemos que este cambio debe ser gradual y debe ser bastante lento. La experiencia internacional nos habla de cambios que han durado entre siete a 14 años”, precisó.
Bernucci afirmó que lo peor que puede pasar es que el cambio fuera abrupto, producto del quiebre de las Isapres. En ese sentido, el profesional afirmó que llamaron a la autoridad para que se tomen todas las precauciones y evitar problemas a las personas que están en el sistema con preexistencias y de los centros médicos y clínicas, que tienen deudas muy grandes con la Isapres, ya que la quiebra de una de ellas podría arrastrar a un centro médico y eso “pone en peligro en la reforma a la salud que se está planteando con el seguro único. Necesitamos todos los prestadores público y privado para poder aportar a la salud del país y lo peor que nos podría pasar es que estos prestadores privados cierren por las deudas que tienen con las Isapres”.
Lucro en la salud
Por su parte, la académica de la Escuela de Medicina de la USACh, Vivianne Bachelet, afirmó que la decisión de la Corte Suprema de frenar el alza en los planes de salud, está en línea con lo que se ha venido planteando acerca de las Isapres de hace más de 10 años y que las alzas de los precios han sido arbitrarias a juicio de todas las instancias judiciales. Recordó que también el Tribunal Constitucional se manifestó en contra de las alzas de carácter arbitrario por razón de discriminación por sexo y edad. Entonces “no es de sorprenderse, esto viene de una línea muy constante de ponerle algún tipo de techo a las utilidades, a la capacidad de lucro que tenga el sistema privado de seguro de salud, en relación a lo que es lo que es el derecho humano fundamental como es la salud”, precisó.
Durante décadas estas entidades de salud privada han obtenido millonarias ganancias. Sin embargo, de acuerdo con expertos, estas ganancias no fueron a parar al pago de prestaciones de salud, ni de licencias médicas, sino solo a hacer funcionar el sistema. Esto ha llevado a que desde distintos sectores se busque cambiar la visión que existe sobre este modelo. Al respecto, la académica expresó que efectivamente “desde hace mucho tiempo muchos venimos planteando que el lucro no puede ser parte de todo lo que es el ámbito de la prestación de salud y tampoco del financiamiento de la salud, es decir del aseguramiento, porque eso va en desmedro del resultado final que se busca que es que la condición de salud de las personas sea siempre la mejor a una eficiencia mayor. Es decir, que todos los recursos que ingresan, que se gastan en promover, proteger y resguardar la salud de las personas efectivamente vayan a ese fin y no a otros”.
La académica expresó que estas instituciones tradicionalmente han tenido un alto gasto en administración y por otra parte, son expresión de la “mercantilización de la salud, es decir cuántas transacciones de tipo comercial se tiene que producir para que una persona pueda tener acceso a su atención en salud, si es que tiene alguna enfermedad. Si uno le saca todo eso al sistema, lo que queda en el fondo es un sistema mejor financiado, trabajando a una mejor eficiencia y con grados más igualitarios de cobertura para las personas”.
Bachelet afirmó que no hay dudas que las Isapres enfrentan una situación compleja, pero es una condición necesaria para su subsistencia en cuanto a que sean negocios, aumentar el precio de los planes por sobre el IPC año a año. “Evidentemente que eso le da los márgenes que se requieren para decir que este es un negocio saludable considerando a la salud como un bien de consumo. Entonces yo creo que efectivamente las pone en una situación y el hecho que no haya podido aumentar los precios los últimos dos años en una situación de mayor restricción financiera que no les acomoda”, indicó.
Frente a esta realidad, la académica indicó que se debe definir si “queremos como país, seguir financiando el negocio de la salud en el ámbito por ejemplo del aseguramiento privado. Bueno esa es la decisión que tenemos que tomar el 4 de septiembre, cuando vayamos a votar por una nueva Constitución que en efecto limita y cambia completamente las condiciones en las cuales se lleva a cabo toda la estructuración de la salud”, dijo la académica.
En ese sentido abundó que “la nueva Constitución no dice que no va a haber prestadores privados y deja mucho espacio a la ley para fijar las reglas finales de esto, pero sí determina que tiene que haber una preeminencia de un sistema nacional de salud como prestador en base a una atención primaria fuerte. Entonces los incentivos en el mundo en general y en particular lo que estamos viendo en Chile, es tratar de avanzar a sistema más igualitarios que no impliquen gastos catastróficos para las personas, fuertemente fundado en la atención primaria y mucho más eficientes”
En caso de colapso de las Isapres, Bachelet indicó que el sistema público está en condiciones de absorber toda la demanda, pero esto no pasa de forma automática. “El legislador y los gobiernos que vengan en el presente y en el futuro, van a tomar todos los resguardos para que la transición sea gradual, nadie está pensando que este es un cambio de un día para otro”, indicó.
Puntualizó que “el asegurador público que va a quedar si es que existe un fondo único de financiamiento en salud que es lo que se está pretendiendo hacer como reforma ahora, evidentemente va a reunir el 7% de todos de los cotizantes tanto de los que están en las Isapres como en Fonasa, por lo tanto, la torta aumenta y hay espacio para un mayor financiamiento fiscal”.
Agregó que también hay modalidades de recurrir a los prestadores privados, que no van a desaparecer y van a seguir estando vigentes en el país como una capacidad. “Otra cosa es que se le ponga techo al lucro o definitivamente se elimina el lucro de la prestación cuando hay recursos públicos involucrados. Esto ya se hizo en educación, ahora por qué no se puede hacer en salud. Obvio que también tenemos que avanzar en salud”, precisó Vivianne Bachelet.
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