El año actual ha sido clave para las relaciones entre Colombia y Estados Unidos. Además de la conmemoración de los 200 años de relaciones bilaterales, el cambio de gobierno y los diferentes anuncios de la nueva administración acercaron aún más a los países.
Las reuniones entre delegados del presidente Joe Biden y el Gobierno colombiano se volvieron más frecuentes en los últimos meses. Sobre este nuevo panorama, la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), en cabeza de María Claudia Lacouture, conversó con LR al respecto.
Además del cambio climático, la cooperación económica y la implementación del acuerdo de paz ¿qué otros temas fuertes ven en la agenda?
Hay mucho que se puede trabajar para orientar la cooperación hacia el desarrollo económico, que permita generar oportunidades en aspectos clave como justicia, tecnología, bilingüismo, asesoría técnica, agilización de homologación, apoyo en los procesos de compras públicas, entre otros, pero dependerá de los intereses del Gobierno.
Colombia completa ya varios años con una balanza comercial desfavorable. ¿Qué se puede acordar entre las administraciones para mejorar esto?
Lo primero que debemos tener claro es que el problema del déficit de la balanza comercial no es con Estados Unidos, nuestro saldo es desfavorable con muchos países y eso no se debe a los acuerdos sino a la poca productiva y a la falta de competitividad en Colombia.
Se ha avanzado de forma importante pero tenemos camino por recorrer y este debe estar más enfocado en cómo se logran actualizar las normas de calidad, mejorar la competitividad, fomentar una cultura exportadora, facilitación de comercio, la agilización de trámites, entre otros.
El presidente Petro ha hablado mucho de renegociar los TLC. ¿En qué aspectos cree que se puede mejorar el TLC en pro de Colombia?
Dentro de este acuerdo existe la Comisión Administradora que tiene la función de establecer acciones para mirar las diferencias y necesidades de los dos países. Allí tienen asiento delegados del MinCIT y del Representante Comercial de EE.UU. y pueden revisar aspectos relacionados con reducción de aranceles, entre otros.
Si en esa instancia no se superan las diferencias, las partes pueden acudir a una renegociación en donde se abre la puerta a discutir sobre el acuerdo y allí se podría correr el riesgo de perder, teniendo en cuenta que este es un TLC moderno.
¿En qué sectores, desde su perspectiva, hay oportunidades para exportar más y en cuáles hay para importar menos?
Hoy tenemos 11.497 productos que pueden entrar con arancel cero a Estados Unidos. Entre los sectores que destacan en las oportunidades de ‘nearshoring’ se encuentran las actividades agrícolas, químicos, entre otros.
En cuanto a importaciones, 70% de los productos que importamos desde Estados Unidos no se producen en Colombia -principalmente insumos- o en algunos casos la producción local no atiende las necesidades de consumo, por lo que se importan.
¿Los nuevos gravámenes de la reforma tributaria podrían afectar la relación comercial binacional?
Los nuevos impuestos afectan a las empresas y al ambiente de negocios independiente de su nacionalidad. En general, las medidas que impacten la rentabilidad tienen efecto en los inversionistas tanto nacionales como internacionales, pues resta competitividad cuando los países buscan recursos para financiar su desarrollo.
La inversión extranjera es fuente de capital, pero con ello viene de la mano transferencia de tecnología y de conocimiento esenciales, lo cual está dentro del propósito del Gobierno del presidente Petro para diversificar las exportaciones vía fortalecimiento de la industria y reducir la dependencia minero-energética de nuestras exportaciones.
En general, los más gravados serán los naturales y los hidrocarburos. ¿Cuánto representa eso en la canasta comercial entre los dos países?
Estados Unidos es el mayor inversionista extranjero y el destino número uno de nuestras exportaciones. Al analizar en detalle, de toda la inversión que recibimos de EE.UU., el sector minero energético es el principal sector y en cuanto a exportaciones. De acuerdo con los datos del Dane, representaron 47,4% de las ventas entre enero y junio de este año.
Estos datos muestran la importancia de tener un trámite de la reforma juicioso con participación de las empresas para evitar enviar las señales equivocadas, desincentivar los negocios y que se reduzcan los ingresos que esta industria le ha generado al país para su crecimiento y desarrollo social.
Estados Unidos ha sido uno de los mayores promotores del proceso de paz. ¿Va a seguir ese apoyo con los diálogos que se adelantan con el ELN?
En este ámbito hay muchas coincidencias, pero la cooperación depende de la relación en todo su conjunto, no de un solo tema.
La cooperación estadounidense ya trabaja varios proyectos de desarrollo social y de acceso a oportunidades especialmente en zonas afectadas por el conflicto armado, apartadas y vulnerables y están dispuestos a escuchar propuestas viables porque, además, existen importantes fondos privados interesados en ese tema.