¿Las estaciones de servicio reciben la bonificación con rapidez?
En cuanto al cobro, Hacienda está pagando con bastante celeridad según nos transmiten todos nuestros asociados. Sí que hubo algún retraso al principio de la puesta en marcha de esta medida en el que faltaba algún dato de gasolineras que no trabajaban con un único distribuidor.
¿Cuánto dinero tienen que adelantar de media?
Cuando se puso en marcha la bonificación, es cierto que se produjo una larga demora, pero ahora están pagando con un plazo de siete a diez días. Ese dinero lo tenemos que adelantar nosotros, que no es poco porque suponen una media de unos 3.000 euros diarios por estación. Con el plazo de una semana, nos supone una media de entre 15.000 y 30.000 euros, pero hay que admitir que la situación ha mejorado respecto al inicio.
¿Qué retraso llegó a haber al principio?
Se llegó a acumular un retraso de unos 22 días, que a 3.000 euros diarios representaron más de 60.000 euros que tuvimos que adelantar. En algunos casos se produjeron situaciones dramáticas que obligaron a un cierre temporal del negocio. Esto afectó principalmente a los pequeños, que cuentan con menos margen que las estaciones grandes. Su proveedor no les suministraba si no realizaba los pagos. En la situación actual, sin contar el adelanto, una estación de servicio está vendiendo a pérdidas. El tema del adelanto se solucionó a posteriori.
¿Cómo les afecta en el día a día?
Del precio del combustible, el 50% son impuestos. Es decir, del 1,80 euros que cuesta ahora el litro, representan unos 90 céntimos. Los 20 céntimos suponen una subvención y los otros 70 céntimos son beneficio para el Estado. Nosotros tenemos que adelantar esos 20 céntimos en esos días cuando vence el mes y no podemos contar con ese margen. En la escala del coste de los combustibles, somos los más débiles.
¿Navarra lo ha hecho mejor o peor que otras comunidades?
Ha habido comunidades que lo han hecho mejor. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana su gobierno facilitó préstamos para hacer frente a la situación de retrasos que se produjo en el arranque de la medida, que fue la etapa más complicada.
¿Qué tal va la actividad?
La situación ahora está estabilizada porque han pasado muchos meses, pero habría que introducir cambios para mejorar las cosas. Por ejemplo, se podría bajar el IVA, que sería lo más interesante para todos en un contexto como el actual de inflación elevada. Eso beneficiaría a todos los sectores.
¿Cuál es el problema con el IVA?
Los combustibles tienen los impuestos fijos a los hidrocarburos, que son de unos 330 euros por mil litros en el caso del gasóleo y de unos 450 euros en la gasolina, a los que se les aplica el IVA. Es un impuesto sobre otro impuesto.
¿Qué previsiones tienen?
La gente está cogiendo el coche aunque el mercado se retrajo un poco. De momento no hemos notado un efecto muy negativo. Ahora en septiembre, veremos como evoluciona la situación. Llenar el depósito ha llegado a costar más de cien euros, lo que no es una situación ideal para nadie.
¿Y eso por qué?
Nosotros tenemos la necesidad de vender mucho porque nos llevamos una pequeña comisión. Es un margen muy pequeño y las cuentas salen con grandes volúmenes de ventas. Si el mercado se retrae, nos vemos muy afectados.
¿Se nota la bajada del precio de los combustibles?
Obviamente, a nosotros nos conviene que bajen para que la gente se anime a usar el coche y podamos vender más combustible.