Dentro de la programación de la edición número 47 del Festival de Cine de Toronto (TIFF), el más importante y prestigioso de América, el cortometraje colombiano ‘Todo incluido’, del director Duván Duque Vargas y producido por Franco Lolli (‘Gente de bien’, ‘Litigante’) competirá en la sección oficial Short Cuts, dedicada a lo mejor del cortometraje mundial.
Se trata de un conmovedor relato sobre una familia recompuesta que sufre las consecuencias de un duelo y, a la vez, es una fotografía aguda de una sociedad que vive atrapada entre apariencias y que ha sido permeada en todos sus niveles por la corrupción y el narcotráfico.
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Esta coproducción con Francia, cuenta la historia de Fer, un niño de once años que viaja con su padre y su madrastra a un hotel en los llanos orientales a pasar un buen momento en familia, lo que no han tenido en mucho tiempo.
Allí, el padre de Fer debe hacer un negocio que puede cambiar sus vidas para siempre, no necesariamente para bien.
‘Todo incluido’ es ante todo un cortometraje íntimo sobre el duelo de la madre, inspirado en la experiencia propia del director, quien perdió a la suya por un cáncer, cuando él tenía dos años de edad.
Sin embargo, también es un acercamiento original a uno de los temas más tratados por la cinematografía colombiana, como lo es el narcotráfico.
El ángulo que propone este cortometraje frente al tema es singular e inesperado, pues está visto desde los ojos de un niño que al entender que su padre, un hombre de clase alta bogotana venido a menos, se dispone a lavar dinero de narcotraficantes, se aferra más que nunca a su madrastra.
El director Duván Duque Vargas que en sus anteriores cortos hace un retrato de la alta clase bogotana y su deseo de mantener su estatus a cualquier costo, confiesa que ‘Todo incluido’ es una continuación de ese proyecto:
“Sin embargo, al acercarme esta vez al problema del ‘dinero fácil’ en nuestra sociedad, no quise hacerlo enfocándome en los grandes nombres de los escándalos de corrupción o los carteles de la mafia, sino en esa capa más extensa y anónima que el problema también permea.
“’Todo incluido’ es el retrato de una familia que, como tantas en nuestro país, se enfrenta a un dilema moral en su lucha por mantenerse a flote”, explica el director.
Este cortometraje completa la cuota colombiana en Toronto junto con los largometrajes ‘So Much Tenderness’, de Lina Rodríguez y ‘La Jauría’ de Andrés Ramírez Pulido.
Sobre la participación del cortometraje en el TIFF, en competencia en la sección oficial Short Cuts dedicada a lo mejor del cortometraje mundial.
“Es una alegría poder estrenar en un festival de la talla de Toronto, tan importante en la carrera de muchos de los cineastas que más me han inspirado. Confío en que este estreno nos dará un empujón a la hora de llevar este corto a tantos lugares como sea posible”, dijo el director.
“Eso es, al final, lo que completa cada proyecto para un cineasta: sentir cómo reciben tu proyecto distintas personas de diferentes maneras en distintos lugares del mundo. Es también un honor poder contribuir así al buen momento que vive el reconocimiento del cine nacional”, agrega.
El rodaje se llevó a cabo a las afueras de Villavicencio. Se decidió rodar durante el Mundial de Coleo para poder capturar el fervor de la cultura llanera en esas fechas de la manera más natural posible, con un equipo conformado por una mezcla de talento local, nacional, e internacional.
Luego de un proceso de cuatro meses de casting, viendo cientos de opciones de actores profesionales y no profesionales, se escogió como protagonistas a Maximiliano Rojas, Alejandra Herrera y Leopoldo Serrano. Ninguno de los tres había actuado antes.