En el terreno de las cookies existe una gran variedad de tipos y su alcance se define por la clase. En primer lugar están las propias, que suelen generarse en la web que se visita, y las de terceros, que pertenecen a una página exterior, comúnmente las de los anunciantes.
Aquí la clasificación se divide en las temporales, que sólo duran mientras está abierta una sesión en el navegador, y las persistentes, las cuales siguen recopilando información en tanto los usuarios no las eliminen manualmente.
Estas cookies entregan detalles sobre las subpáginas que visita una persona, cuánto tiempo permanece en el sitio, los tipos de productos que ve o adquiere, así como otros hábitos de navegación e incluso su ubicación, si es que el usuario no deniega el acceso a este aspecto.
“Los datos proporcionados por cookies de terceros son un aspecto clave del marketing digital de precisión, pero comenzaron a bajar por medidas de privacidad a la vez que los clientes buscan una atención más personalizada”, menciona Ivette Dickinson Galicia, Chief Strategy Officer (CSO) en Sparkling y R!DE.