Zaporiyia: una central nuclear en la trampa de la guerra de Ucrania
La central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, controlada por Moscú, se ha convertido en un tema de preocupación internacional tras los bombardeos recientes de los que se acusan mutuamente rusos y ucranianos. Los recientes ataques llevaron al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a alertar ante un “riesgo real de desastre nuclear”.
Situada cerca de la ciudad de Energodar, sobre el río Dniéper, la planta tiene 6 de los 15 reactores nucleares de Ucrania, suficiente para alimentar la energía de cuatro millones de hogares.
Los reactores de Zaporiyia son del modelo de agua a presión VVER-1000, de diseño soviético (considerados de los más seguros) con una capacidad de 6.000 megavatios. Según la agencia ucraniana Energoatom, que gestiona la planta, los reactores se encendieron entre 1984 y 1995.
Antes de la guerra, la planta generaba una quinta parte de la electricidad del país. Ucrania, que tiene importantes reservas de uranio, es el séptimo productor mundial de energía nuclear, según el OIEA.
El país empezó a producir energía nuclear en los años 70, con la construcción de la planta de Chernóbil, cercana a la capital, Kiev, y desde el accidente de 1986 realizó importantes mejoras en seguridad.
Zaporiyia es “relativamente moderna”, según declaró Mark Wenman, del Imperial College de Londres, al Science Media Centre, quien señala que sus reactores están alojados en un edificio de contención reforzado, que puede “soportar eventos extremos, tanto naturales como provocados por el hombre, como una explosión”.