Xavi Hernández pasa de la pizarra al teléfono. El técnico trabaja en el campo y en los despachos, también en su coche. Se conecta al manos libres y convence a los jugadores de fichar por el Barcelona. La última cruzada del técnico fue el central del Sevilla, Jules Koundé, de 23 años. “Fueron conversaciones muy fluidas. Me hizo sentir el cariño. Me demostró que quería que viniera aquí”, confesó ayer el defensa francés en su presentación con el Barça. El presidente azulgrana, Joan Laporta, cogió el testigo de Koundé y aprovechó para insistir en un mensaje recurrente de los despachos: el club le da a Xavi todo lo que pide. “Incorporamos a un jugador que era muy deseado por nuestro entrenador”, subrayó el máximo directivo azulgrana. Koundé estará vinculado al Barcelona por las próximas cinco temporadas y tendrá una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros.
Koundé tuvo paciencia para vestir de azulgrana. Según explicó, hasta se tuvo que tapar los oídos antes de recalar en el Camp Nou. “Me quiso el Chelsea, pero yo quería jugar en el Barça”, expuso el internacional con Francia —ha disputado 11 partidos desde que debutó con Les Blues en junio de 2021—. Sin embargo, su llegada al Barcelona no solo dependía de la insistencia de Xavi y de la voluntad de Koundé. El club necesitaba más aire económico después de haber cerrado los fichajes de Kessié, Christensen, Raphinha y Lewandowski, además de las renovaciones Sergi Roberto y Dembélé. “Quiero puntualizar una cosa”, intervino Mateu Alemany, director de fútbol del Barcelona. “Cada día me llamaba el representante de Jules para saber si ya habíamos arreglado el tema del fair play. Incluso le dije que no me llamara más porque no tenía nada nuevo que decirle”, reveló.
Pero el área económica tiene un plan. El club se desprende de activos para cuadrar las cuentas como también para reforzar la plantilla de Xavi. En junio, antes del cierre de la temporada 2021-2022, la entidad azulgrana cerró la venta del 10% de sus derechos de televisión al grupo inversor Sixth Street por los próximos 25 años a cambio de 207,5 millones. El traspaso le permitió cerrar en positivo el último ejercicio. Tres semanas más tarde, le cedió a la misma empresa y por el mismo periodo de tiempo otro 15% por 320 millones. De esta manera, encaminó su situación patrimonial (tenía fondos propios en rojo) y potenció su caja para continuar su extensa actividad en el mercado de fichajes. Alemany, entonces, ya le podía dar el OK al representante de Koundé.
El jeroglífico económico no ha terminado. El club necesita que LaLiga le otorgue el visto bueno para inscribir a las nuevas incorporaciones. Para calcular el fair play financiero, la patronal analiza el presupuesto de ingresos y le resta los gastos no deportivos planificados. En las oficinas del Barcelona entienden que tras regular su situación patrimonial, LaLiga no le pondrá objeciones. “Hacemos todo lo que piden para registrarlos. Supongo que no nos obstaculizarán. Espero que LaLiga haga la misma interpretación que nosotros. Si no, ya lo solucionaremos”, resolvió Laporta. Y, como quien no quiere la cosa, soltó que el club había cobrado 100 millones por la venta de Barça Studios.
Con Koundé como espectador, Laporta dio más detalles tras ser cuestionado. No muchos más. “Teníamos la autorización de la junta para traspasar el 49% de Barça Studios [productora que centraliza la oferta audiovisual del club] y hemos vendido el 24,5% a Socios.com”, añadió el presidente. El club ya trabajaba con Socios.com desde junio de 2020 a través de su app de fan tokens que comenzó a ser utilizada por la Juve y el PSG en 2019 y que permite a los aficionados interactuar con sus clubes. “Por ejemplo, elegir el diseño del brazalete del capitán o elegir los colores del banderín del córner”, cuentan fuentes de la negociación. Este negocio ya le había generado al Barça, según las mismas fuentes, cerca de 20 millones de euros.
Socios.com, en cualquier caso, no se presenta solo como un inversor del Barça, sino como un socio estratégico, que pondrá “sus conocimientos, experiencia y tecnología, a través de Barça Studios, donde se invertirá 98 millones”, detalló el comunicado de la empresa. Y añadió: “El objetivo de este acuerdo es fortalecer la estrategia blockchain [tecnología que permite la transferencia de un valor o activo de un lugar a otro, sin ayuda de terceros], NFT [criptoactivos exclusivos] y Web3 [descentralizar internet para reducir la dependencia de las grandes tecnologías], fortaleciendo la capacidad del club para crear productos digitales que aporten valor a los aficionados”.
Es decir, el Barça se alía a una empresa que le dará recursos tecnológicos pero no audiovisuales. Un pacto que dejó a algunos asambleístas sorprendidos, por la manera de comunicarlo de Laporta y porque no se ajusta a lo que se dedica Barça Studios. El Barça entrega un nuevo activo, otra palanca para salvar la situación económica y deportiva.
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