La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha defendido este domingo el nuevo impuesto propuesto por el Gobierno sobre los beneficios de la banca y las empresas eléctricas, alegando que “son dos sectores que proporcionalmente contribuyen en menor medida que las empresas medianas en el tipo efectivo de otras figuras fiscales”.
“Por ejemplo, en el impuesto de sociedades, las grandes corporaciones pagan tipos efectivos que no se corresponden con lo que sería un reparto equilibrado de las cargas a las que se tiene que someter las empresas pequeñas y medianas”, subraya la ministra en una entrevista concedida a La Vanguardia.
La responsable de Hacienda asegura que las propuestas legislativas podrán salir adelante ante los recursos que se interpondrán en los tribunales por doble tributación, porque lo han hecho “compatible con el resto de figuras tributarias”. “La litigiosidad en este tema no tiene ningún sentido”, afirma.
Además, vincula el hecho de que ambos impuestos puedan recaudar los 7.000 millones de euros previstos a cómo transcurra la tramitación parlamentaria – en la que dice no descartar un acuerdo con el PP – y a que se cumplan las previsiones de la cifra de negocios y de ingresos que calcula la Agencia Tributaria.
Por otra parte, ha insistido en que “no hay en el horizonte ningún atisbo” de que España vaya hacia una recesión, sino que los organismos internacionales apuntan que “el crecimiento seguirá siendo importante en 2023”.
Con respecto a la competencia fiscal entre comunidades autónomas, Montero ha vuelto a atacar las medidas de Madrid, “que tiene ventaja “por el efecto capitalidad y obliga al resto de comunidades a tener que bajar también impuestos para evitar ese efecto fuga y con ello debilita los servicios públicos”. “Lo que no se puede es bajar impuestos en tu marco competencial y pedir más dinero al Gobierno de España”, insiste.
Finalmente, la nueva vicesecretaria general del PSOE ha atacado al líder del PP, acusándole de no pronunciarse sobre los temas relevantes del país: “”Al señor Feijóo le viene grande España y por tanto no tiene opinión sobre muchos temas. Ya no es que practique el lenguaje a la gallega, es que no tiene opinión sobre los grandes problemas”, concluye.