Las estimaciones adelantadas del Índice de Precios de Consumo (IPC) indican que la inflación anual de España para el mes de julio 2022 ha subido a 10,8%.
Con esta cifra el índice inflacionario del país ibérico se sitúa por encima del 10,2% alcanzado en junio pasado, cuando registró una marca histórica no vista en 37 años.
El dato actual supone un máximo de casi 38 años, desde septiembre de 1984. Se trata de un crecimiento que está afectando de forma significativa a los inversionistas de mercados tradicionales, de acuerdo a los datos presentados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España (CNMV).
El organismo publicó un comunicado este 29 de julio en el cual presenta estadísticas del mercado financiero en lo que va de 2022. Allí expone que, debido al repunte inflacionario, el indicador de estrés de los mercados financieros pasó a los niveles más altos al cierre del primer semestre de este año.
El indicador de estrés es una cifra que proporciona una medida en tiempo real del riesgo sistémico del sistema financiero. La marca oscila entre 0 (muy bajo estrés) y 1 (estrés muy alto).
Según la CNMV al término de junio y lo que va del mes de julio de 2022 el indicador está por encima de 0,5, dando la señal de alto estrés en el mercado.
El indicador partió de 0,24 y finalizó el semestre en un máximo anual de 0,501, que se corresponde con un nivel de estrés alto, algo por encima del umbral superior del nivel de estrés medio. Se registraron 2 máximos en el semestre, del 0,47 y el 0,50, alcanzados en momentos puntuales de alta incertidumbre.
Nota de Estabilidad Financiera de la CNMV.
Explica la CNMV que la tendencia alcista que se observa en el indicador de estrés, desde principios de este año, ha sido originada principalmente por la inflación. Aunque también incide el menor crecimiento que se espera en la eurozona en el actual contexto económico. Un hecho que “genera un entorno complejo con numerosas fuentes de incertidumbre”.
El ejercicio comenzó con una inflación al alza más allá de lo previsto en meses anteriores, la cual, lejos de ceder, se vio de nuevo impulsada por el aumento de los precios de las materias primas y la energía vinculados a la situación geopolítica.
Nota de Estabilidad Financiera de la CNMV.
De esta forma, los dos máximos del indicador de estrés que observa la CNMV (de 0,47 al inicio de año y el más reciente de 0,50), se corresponden con coyunturas álgidas en la economía española.
El primer pico del indicador se dio con el inicio de la guerra en Ucrania (en febrero 2022). Mientras el segundo –el más alto– se presenta en los últimos meses, «luego de endurecimiento más adelantado e intenso de lo esperado de la política monetaria».
El escrito recuerda que España, como miembro de la Unión Europea, también se ve afectada por el aumento de las tasas de interés en 0,5%. Un porcentaje establecido por el Banco Central Europeo el pasado 21 de julio, tal como informó CriptoNoticias.
Bitcoin, la otra cara de la moneda
Sin embargo, más allá de la incertidumbre y el estrés que el escenario inflacionario está generando entre la gran parte de la población española y los inversionistas, Bitcoin muestra otra cara de la crisis.
Así lo señalan bitcoiners y compañías ligadas al ecosistema que han venido asentándose en el país europeo. Es el caso de Enrique de los Reyes, representante de Bitbase, quien observa que muchos españoles han visto en la actual coyuntura una oportunidad para seguir creciendo.
Sobre este tema, el ejecutivo ofreció a principios de este año una entrevista a CriptoNoticias. Indicó que más de 5 millones de españoles han adoptado a bitcoin y otras criptomonedas como medio alternativo de inversión.
Infiere así que, con la creciente inflación, el precio de los rubros en aumento y una depreciación del valor del euro debido a la impresión de dinero inorgánico, los españoles se ven en la necesidad de buscar opciones que les ayuden a sobrellevar la situación.
Se trata de un creciente nivel de adopción que ha sido refrendada por el Banco de España, a pesar de sus críticas a Bitcoin.
En un informe presentado en abril de este año, el Banco admitió que un 12% de adultos españoles poseen criptoactivos. Ubicó además a la economía de España como una de las que tiene mayor actividad con criptomonedas.
Las cifras también posicionan al país en el puesto número 5 entre los que tienen más movimiento de criptomonedas en Europa, movilizando aproximadamente 60.000 millones de euros.