Son engañados sobre el tipo de trabajo que harán, las mujeres son abusadas laboral y sexualmente, trabajan en calor extremo sin agua, o con una paga inferior a la que les prometieron, viven en condiciones de hacinamiento y muchas veces les retinen sus documentos para que no puedan huir. Es el tipo de vejámenes que reciben los migrantes, víctimas de trata laboral. No llegaron cruzando la frontera por pasos clandestinos o pagando coyotes, entraron a Estados Unidos (EEUU) por una supuesta puerta grande: con una visa de trabajo temporal.
Las fallas del sistema son graves. Solo entre 2018 y 2020, 4 mil fueron beneficiarios de algún tipo de visa temporal aprobadas por el gobierno de EEUU, al menos más de dos mil de ellos mexicanos, fueron identificadas como víctimas de tráfico laboral a través de la línea de atención Trafficking Hotline administrada por Polaris, una organización sin fines de lucro que trabaja para combatir y prevenir el tráfico sexual y laboral en América del Norte.
Los datos corresponden a un universo más grande: 15 mil 886 personas víctimas de ese mismo período. Del porcentaje de víctimas que indicaron su nacionalidad y que conocían su estatus migratorio —porque son datos que deben ser ofrecidos voluntariamente— 5415 personas eran beneficiarios de algún tipo de visa y 72% de ellos tenían una visa temporal. Los números son parte del subregistro y muestran la punta del iceberg de un delito que se extiende de este a oeste.
La investigación fue presentada el miércoles 13 de julio durante la divulgación del informe Labor Trafficking on Specific Temporary Work Visas, el cual analiza los testimonios colectados a través de la línea de atención National Human Trafficking Hotline, y cuyo principal objetivo es conectar a las víctimas con los servicios de protección estatales las 24 horas del día los 365 días del año. La línea es financiada por el Departamento de Salud y Recursos Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), así como otros donantes privados. Desde 2007 es gestionada por Polaris.
En teoría, las visas de trabajo temporales son buenas tanto para los trabajadores como para la economía de los Estados Unidos: permiten a los estadounidenses llenar plazas de trabajo con bajos salarios que de otro modo quedarían vacantes, al tiempo que les dan a los trabajadores migrantes la oportunidad de ganar más de lo que pueden en sus países de origen.
A este tipo de trabajos, por lo general, se les conoce como trabajadores invitados por el gobierno, “pero en la práctica, los datos de la Línea Directa Nacional de Trata de Personas muestran que estos huéspedes, trabajadores que han seguido todas las reglas y leyes y esperan simplemente ganarse la vida decentemente y regresar a casa, con frecuencia son víctimas de la trata o la explotación”, señala el informe.
“Lo que nos parece increíble es que un crimen como la trata suceda bajo medios legales, y uno de esos medios es tener una visa. Cualquiera imaginaría que aquella persona que viene con una visa a trabajar aquí no corre peligro alguno porque está protegida por la ley. Pues eso no sucede con estas visas temporales de trabajo (H-2A, la H-2B, J-1)”, apunta Polaris.
Los datos:
- 92% de los denunciantes cuya nacionalidad se conocía eran extranjeros: 9.026 personas
- 60% de las víctimas extranjeras compartieron el tipo de visa otorgada por migración: 5415 personas
- 72% de las víctimas que suministraron voluntariamente su estatus migratorio, eran beneficiarios de visas (H-2A, H-2B, J-1, A-3/G-5)
- 59% de las víctimas con visas temporales reportaron que fueron amenazados con ser deportados para hacerlos trabajar en contra de su voluntad.
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La investigación fue presentada un día después de la visita del presidente de México, Manuel López Obrador, a la Casa Blanca en el marco de una reunión con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en donde pidió que se otorgaran más visas temporales a trabajadores mexicanos, quienes representan el 90% de las víctimas halladas en este informe.
La solicitud es una paradoja de acuerdo con el análisis presentado por Polaris, pues el sistema actual de visas temporales — tal como está diseñado— “no permite ganar a ambas partes”, indicó Catherine Chen, CEO de Polaris. Pero no todo está perdido, sostiene que revertir las violaciones de derechos humanos, sí es posible si se atienden las fallas detectadas por diversas organizaciones, entre ellas Polaris.
Del total de casos analizados, la mayoría recibieron visas para trabajar en el campo (H2-A), seguido de jardinería, construcción y hospitalidad (H2-B). Y más del 90% de esas víctimas son mexicanos, seguidos de ciudadanos de Jamaica, Filipinas, Guatemala y Perú.
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La data analizada también concluye que:
- Las víctimas beneficiarias de visas H2-2, dedicadas al sector agricultura y las únicas que no se suspendieron durante la pandemia, fueron amenazados en un 58% con ser reportados a inmigración y un 32% con entrar a una especie de lista negra para trabajar en los Estados Unidos.
- 58% de las víctimas de explotación laboral con visas H2-A denunciaron que trabajaban horas excesivas, más de las legales, y un 41% reportó que tuvieron sus salarios retenidos. Adicional, el 13% de las víctimas trabajaban en industrias distintas al tipo de visa que se les otorgó.
- Los trabajadores con visas H2-B, generalmente para mano de obra en construcción, hotelería o jardinería, reportaron en el 68% de los casos ser amenazados con deportación y el 47% de que recibieron información fraudulenta sobre el tipo de trabajo y las condiciones.
- Los trabajadores con visas J-1, diseñadas para promover el intercambio cultural, se utilizan con frecuencia para trabajar por temporadas en parques o como au pairs. El 67% de las víctimas de explotación laboral en esta categoría eran mujeres, el 17% de Filipinas.
- También detectaron trata y explotación laboral de trabajadores domésticas que recibieron Visas A-3 y G-5. En teoría estas visas son para diplomáticos y personas que trabajan en determinados organismos internacionales, como las Naciones Unidas y el Banco Mundial, con el objetivo de que puedan traer al personal del hogar desde sus países con visas A-3 o G-5. El 79% de estas víctimas fueron mujeres, 64% recibió amenazas de ser denunciadas a inmigración.
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Definiendo la trata de personas
La trata de personas es un delito federal e internacional. Las personas son captadas, trasladadas y recibidas para ser obligadas, a través de diversos métodos de coerción, desde la amenaza a la violencia, a trabajar en condiciones de esclavitud o servidumbre. Son mano de obra barata, muy barata, porque terminan trabajando en condiciones muy precarias para sus empleadores, generalmente empresas de agricultura que se sirven de reclutadores en México para captar gente.
La trata de personas en el caso de las mujeres, subraya Polaris, casi siempre incluye abuso sexual. Una víctima puede haber sido traficada de un país a otro voluntariamente, evadiendo las reglas migratorias del país destino, y luego ser víctima de trata laboral o sexual.
La Ley de Protección de las Víctimas de la Trata (TVPA, por sus siglas en inglés) es la primera ley federal en legislar sobre este tema en el año 2000. Bajo la ley federal de los Estados Unidos, las “formas graves de trata de personas” incluyen tanto la trata sexual como la trata laboral.
Así funciona la trata laboral (y sexual)
El programa de visas temporales sirve a empresarios estadounidenses, que ante la escasez de trabajadores, contratan a agencias de colocación para reclutar empleados en el campo. Toda una industria ha crecido, especialmente México, en torno al programa de visados H-2A, la más importante es la de los contratistas laborales de este tipo de visas, identificados como: H-2ALC. Estas empresas no tienen un lugar de trabajo fijo, indica Polaris. Existen para prestar un servicio a los propietarios de explotaciones agrícolas, reclutando y esencialmente alquilando trabajadores que han traído a los Estados Unidos con visados temporales específicamente para este fin.
Polaris explica que, en muchos casos, las agencias supervisan o gestionan a los trabajadores en los puestos de trabajo. “Los cultivadores y las agencias también pueden emplear a reclutadores en las comunidades locales, agencias de contratación, tramitadores de visados y otros intermediarios para buscar trabajadores, tramitar de los trabajadores, tramitar el papeleo, proporcionar el transporte y facilitar el proceso transfronterizo”.
Y es allí donde diversas organizaciones han pedido que se intervenga: “Sin supervisión ni aplicación, este sistema permite a los explotadores ocultar su responsabilidad y evitar la responsabilidad de los abusos”.
Un sistema roto
No es la primera vez que se denuncia que el sistema de visas temporales es desventajoso para los trabajadores y ampara a las redes criminales. Una investigación federal titulada Operation Blooming Onion reveló en noviembre de 2021 que decenas de trabajadores de México, Guatemala y Honduras, beneficiarios de visas de trabajo H-2A (visas temporales), fueron sometidos a esclavitud moderna en EEUU en los estados agrícolas de Georgia, Florida y California.
Andrew Walchuk, uno de los directores de Farmworker Justice, una organización sin fines de lucro fundada en 1981 que busca empoderar a los trabajadores agrícolas, señaló que la reforma del programa de visas temporales es urgente. En 2021, dijo, se otorgaron más de 3 mil 100 posiciones, el doble de lo que se otorgó en 2010. “Sabemos que esto es solamente la punta del iceberg, porque son las personas que pudieron tener acceso a la línea”, dijo. “Lo que escuchamos en todo el país es que esto es un problema generalizado (…) A veces los trabajadores ni siquiera saben quiénes son sus reclutadores”.
A raíz de la investigación, organizaciones que históricamente han pedido una reforma al sistema de visas temporales, insisten en que esta actualización es cada vez más urgente para subsanar la escasez de mano de obra en EEUU respetando los derechos humanos.
Miles de trabajadores hispanos que trabajan en el país generalmente temen denunciar abusos o incumplimientos de contratos, bien porque son indocumentados o no han resuelto su estatus migratorio.
La prevención y fallas detectadas por Polaris:
- El folleto Conozca sus Derechos del Departamento de Estado, también conocido como el folleto de Wilberforce, se proporciona a todas las personas que reciben una visa de trabajo temporal en su idioma nativo antes de ingresar a Estados Unidos. Antes del COVID-19, los titulares de visas temporales recibían esta información en una entrevista consular, ahora que se han reiniciado las entrevistas, no está claro cómo se distribuye el folleto que se considera clave para la difusión y promoción de los derechos de los trabajadores.
- La entrega de folleto es importante pero insuficiente porque pone toda la carga de la protección sobre el trabajador.
- Existe una clara necesidad de servicios y apoyo del gobierno tanto para reconocer estas situaciones abusivas como para rectificarlas, lo cual se traduce directamente en la necesidad de más inspectores (salarios y horas), inspectores de seguridad y salud en el lugar de trabajo inspectores, así como de profesionales que pueden investigar robo de salarios y buscar restitución para las víctimas.
- Los trabajadores huéspedes deben recibir información de contacto de los sindicatos, los centros de trabajadores y las ONG de derechos de los trabajadores migrantes en los EE. UU. y los empleadores deben estar obligados a proporcionar acceso a tales organizaciones en las viviendas o lugares de trabajo de los trabajadores.
- Los sobrevivientes de tráfico laboral con visas temporales también se les debe proporcionar asistencia legal para litigios de inmigración, penales o civiles. Estable vivienda, así como la capacitación y colocación laboral, también son servicios importantes a largo plazo para las víctimas.
Si eres víctima de trata llama a 8883737888, manda un mensaje de texto a 233733 o denuncia en la página de polarisproject.org .