La ministra de Economía, Silvina Batakis, deberá enfrentar este martes las malas condiciones climáticas que se prevén para la ciudad de Washington y el fuerte pesimismo que predomina entre los ejecutivos de Wall Street que la escucharán en la capital norteamericana.
Como parte del cierre de su gira por esta ciudad –tras reunirse con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Tesoro– Batakis se reunirá de 11 a 13, hora de Washington, con ejecutivos de fondos y de bancos de inversión, a partir de la convocatoria que armó rápidamente el embajador Jorge Argüello, con la colaboración del fundador de Adcap, Javier Timerman.
Los confirmados son directivos de Santander Investments, Stone Harbor, Goldentree, Bracebridge, Barclay’s Capital y Adcap-Banza; luego habrá un almuerzo en la embajada y de 14 a 17 la funcionaria se reunirá con la Cámara de Comercio (US Chamber of Commerce) que preside Suzanne Clark, antes de emprender el regreso a Buenos Aires.
“Todos los fondos creen que hay una oportunidad, pero también lo pensaron cuando los bonos valían 30 centavos, así que van a esperar unos meses hasta que se aclare el panorama político antes de volver a involucrarse”, señaló Timerman a Infobae.
Pese al esfuerzo de ambos, no fue sencillo convocar a fondos de relevancia porque la Argentina no genera interés en los mercados y porque la reunión se realizará en pleno verano boreal. Algunos de los asistentes al último encuentro organizado por la embajada argentina, al que asistieron el jefe de gabinete Juan Manzur y el entonces ministro Martín Guzmán, optaron por declinar cordialmente la invitación.
“Ya los escuchamos a ellos con promesas de coherencia política y medidas de fortalecimiento económico que no se cumplieron; nadie va a viajar de Nueva York a Washington para escuchar lo mismo de una ministra y en un contexto político mucho más complejo”, señaló uno de los ejecutivos de Wall Street consultados por Infobae, en sintonía con la advertencia de los grandes bancos internacionales.
Los únicos interesados, aclaró otra fuente, son “algunos pocos fondos de inversión que se quedaron largos –con muchos títulos- después del canje y que están esperando un rebote del valor para poder salir, porque nada justifica entrar ahora a 17 centavos cuando los bonos pueden valer 10 centavos en unos meses más”.
En este sentido, uno de los invitados que asistirá al convite en la embajada ubicada en Dupont Circle afirmó que “la situación es muy complicada, pero no necesariamente no tiene solución”. Cualquier salida, aclaró el ejecutivo, “pasa por un abanico de combinaciones, pero todas involucran tarifas, dólar y tasa de interés, entre otras cuestiones”.
Uno de sus pares, muy involucrado en compras de activos argentinos hasta el canje 2020, coincidió: “Dudo que diga algo nuevo. Pero es una buena chance para decirles que lo que hacen no funciona. En vez de trabajar en estimular la oferta, de todo, trabajan en restringir la demanda. Es demencial”.
El inversor aclaró que casi nadie pregunta en Wall Street para comprar bonos argentinos, tal como lo refleja su baja cotización, “puede haber algunos fondos de familia con horizontes más largos que compren a estos precios con la esperanza de una suba en 2023-24, pero el apetito ahora es mínimo y los hedge funds de siempre no compran”.
“Tal vez yo compraría sabiendo que los bonos 2035, que hoy valen 17, tal vez van a caer a 15 o 12 antes de recuperarse. Es una forma un poco dolorosa de ganar plata”, comentó.
Al respecto, Jorge Piedrahita, CEO de Gear Capital Partners, dijo a Infobae que “entre los inversores institucionales no hay capacidad de compras adicionales. Les gustaban a 30, les encantaban a 25 y a 18 no tienen municiones extras”.
“Entre los fondos de distress veo poco apetito también. Algunos ya han comprado, otros estaban desinteresados porque no ven que se acerquen soluciones y otros ven muchas oportunidades a lo largo y ancho del mundo con perfiles superiores de riesgo-retorno, aunque puedan ser precios más elevados”, expresó. Piedrahita aclaró: “En algún momento se frenará la debacle, pero me da la sensación de que ese momento no ha llegado aún”.
Escepticismo
Por su parte, Guillermo Mondino fundador de Mogador Capital indicó: “Todo el mundo está expectante de ver qué medidas anuncian. Por ahora, lo poco que hemos visto, genera escepticismo en un momento de mucha vulnerabilidad”.
“Está claro que Batakis vino a buscar a Washington algún alivio en términos de metas, pero creo que el Fondo y el Tesoro han sido extraordinariamente laxos con Argentina hasta ahora y no detecto un cambio de actitud”.
“En algún momento se frenará la debacle, pero me da la sensación de que ese momento no ha llegado aún” (Jorge Piedrahita)
“No creo que les convaliden mantener los desvíos (verdaderos, no los maquillados) sin explicitar políticas compensatorias. Es decir, cuál es el plan para acumular reservas, cómo será el programa fiscal del próximo semestre y qué va a hacer el Banco Central con el tipo de cambio y las tasas de interés”, afirmó Mondino.
“Hasta ahora, está clarísimo, mirando los números verdaderos, no hemos cumplido ninguna de esas metas y se suponía que vendría una corrección. Por eso, la discusión puede ser sobre la magnitud del ajuste, no si le permiten a Batakis seguir zafando. Argentina es percibida como que está al borde del abismo. Nadie quiere empujar a Argentina al vacío, pero tampoco quieren que el país, de motu propio, de ese pasito adelante”, aclaró.
Mondino aclaró que no se “detecta mucho interés en los bonos; hace meses que se especula que algunos ‘distressed funds estarían por entrar, pero no se escucha de muchos que le estén poniendo el pecho; más bien lo que uno detecta es verdadero hartazgo con el tema y absoluta falta de interés”.
Lo que uno detecta es verdadero hartazgo con el tema y absoluta falta de interés (Guillermo Mondino)
Su par Diego Ferro de M2M Capital “los precios están muy bajos, no hay duda, son de reestructuración, pero para entrar obviamente tenés que estar pensando en una expectativa de alza y, por el contrario, probablemente las noticias empeoren antes de mejorar”.
“Todavía hay que esperar a que se limpie un poco más el mercado, asumiendo que va a haber elecciones el año que viene y que el gobierno próximo va a ser un poquito más serio y por lo menos tenga un plan. Estos precios son baratos, pero yo no sé si compraría. Y no creo que haya mucha gente desesperada por comprar ahora”, concluyó, tajante, tras el fuerte conflicto con el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone, quien afirmó que no habrá nuevos créditos para la Argentina, como reflejo de su dura pelea con el Gobierno en torno del liderazgo de un banco con el que, hasta ahora, el país nunca había tenido un solo problema en sus 63 años de historia.
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