Rocío fue una niña muy activa y dinámica, y es una mujer que no se le pone nada por delante y será una abuela qué siempre defenderá al más débil.Fue alcaldesa de Sena durante doce años y como ella dice, “Sena representa en mi vida mucho amor por los vecinos, la familia y la política”. Para esta mujer rural lo verdaderamente imprescindible es la honestidad y la defensa de un proyecto de sociedad que haga avanzar en el bienestar colectivo. Además, gestiona junto a su marido, Alejandro Campoy, el Museo de Oficios Antiguos de Monegros.
Genio y figura. ¿Se identifica?
—Totalmente, tengo las ideas muy claras.
¿A quién le daría el premio nacional de gastronomía altoaragonesa?
—Al alcoleano Ramón Lapuyade.
Dice Howard Gardner que no hay buen profesional que sea mala persona. ¿No conoce a alguno para contradecirle?
—Solamente hay una pega, conozco buenos profesionales que les pierde la envidia.
¿La inmigración es una bendición o una necesidad?
—Creo que para los pueblos es una bendición porque nos enriquecemos de sus culturas, gastronomía, forma de vida, si bien, la mayoría emigran por necesidad.
¿Por quién doblan las campanas? (un recuerdo en positivo)
—El día que me casé tocaban las campanas y para mí es un recuerdo muy positivo y emotivo.
¿A palabras necias, oídos sordos, la otra mejilla o mamporro dialéctico?
—Como me aconsejó José Luis Rodríguez Zapatero (cuando era presidente del gobierno de España) hablando con él de este tema, tenemos que ir siempre con el diálogo por delante.
¿Quién es para usted un galáctico en su admiración?
—Pepe Mujica, expresidente de Uruguay tanto por su forma de gobernar y vivir, como de transmitir humildad.
En esto del deporte, ¿practica o admira?
—Practicaba mucho, balonmano, fútbol sala y atletismo. Ahora estoy en el lado de la admiración y del apoyo incondicional al equipo femenino de fútbol once de la S.D.Huesca, ya que mis dos hijas juegan en él.
¿El ejercicio físico está sobrevalorado?
—No, el ejercicio tiene muchos beneficios, me alegro de que siga creciendo.
Dime con quién te juntas y te diré quién eres. ¿Hace un casting para seleccionar sus amistades?
—A mí me gusta la gente real y transparente y decido invertir mi tiempo en las personas que realmente lo merecen.
Ojo avizor. ¿Se precia de ver las intenciones a la distancia?
—Me precio, soy un poco brujilla (risas). Me gusta vivir mi vida, no la de los demás.
¿Qué desearía ver en el futuro?
—Los Monegros tal y como son ahora de vírgenes, sin molinos eólicos que ahora nos quieren imponer bajo la ley del silencio.
¿Qué es lo que más le gusta de Monegros?
—Los parajes que lo componen, como el monte de Sena y el pantano de San Juan del Flumen.
¿Qué importancia y aportación al público tiene el Museo de Oficios Antiguos?
—Sobre todo, el mantenimiento de la historia de nuestros antepasados.
A la vista está lo que han recuperado, pero ¿han llegado tarde a algo?
—Se ha llegado en su debido momento, queda material por descubrir de oficios que no se encuentran en el Museo, sabemos dónde están pero nos falta tiempo y poder económico para adquirir nuevas piezas, transportarlas, restaurarlas y ampliar el espacio donde colocarlas.
¿Tiene un rincón especial?
—La habitación de la antigua Fonda, por los recuerdos de la tía Felisa, antigua propietaria de la casa en la que está ubicado el Museo Oficios Antiguos de Monegros.
¿Cuál es el objeto que más aprecia?
—Sentimentalmente, los utensilios de limpiar la remolacha que usaban mis padres antiguamente.
¿Cómo definiría su museo?
—Didáctico, sentimental y único.
¿Qué opinan sus hijas del museo?
—Han crecido viéndonos construirlo y aprecian el esfuerzo que hemos dedicado a su creación. También colaboran y nos ayudan en todo lo que necesitamos.
¿Qué función cree que cumple hoy en día el Museo?
—Recopilación de oficios perdidos mediante sus herramientas, también de restauración, catalogación y enriquecimiento cultural de Aragón.
¿Qué actividades se realizan y se van a realizar con respecto a poner en valor la cultura tradicional?
—Fomentamos el aprendizaje de los más jóvenes y por ello hemos decidido realizar descuentos a los colegios que visiten el Museo, gracias al premio que me fue otorgado en el concurso “Revuelta Rural”.
¿Hacia dónde tienen pensado dirigir el Museo en el futuro?
—Además de adaptarnos a los tiempos actuales, tenemos hecha una propuesta de futuro donde el Museo se convertirá en suite privada para las parejas que quieran disfrutar de una experiencia única hospedándose rodeados de 6.000 antigüedades.