El ciclo de conciertos Industria Nacional, en el nuevo Centro Cultural Borges, propone un programa anual de música contemporánea argentina con curaduría de Marcelo Delgado, director del ensamble musical Compañía Oblicua.
Según el curador de esta iniciativa se trata de “un espacio abierto para facilitar el vínculo entre todos los actores de este territorio, que vaya desde la creación a la escucha”. Con respecto a la elección de autores e intérpretes nacionales, agregó: “Creo que es una buena manera de poner el foco en un colectivo artístico muy potente, que no siempre -más bien, casi nunca- llega a la consideración de los medios, y por ende, al público, más allá de los habitués. La creación musical actual de Argentina es de un vigor resaltable, tanto en sus creadores como en sus intérpretes. Si bien, comparado con la amplia región de lo que habitualmente se mal conoce como ‘música clásica’, resulta una provincia chiquita, no lo es en cuanto a la energía y calidad que moviliza. Y ante la recuperación de un lugar tan importante como el Borges me pareció que una acción se potenciaba con la otra: el Estado abriendo puestas en sus espacios, los creadores locales haciendo pie en ellos”.
Haydée Schvartz y Elías Guverich
En cuanto a la propuesta centrada de modo exclusivo en la música contemporánea, Marcelo Delgado explicó que “abrir un espacio dedicado a la creación actual, con una programación variadísima, grandes intérpretes y formatos amables para todo público, es una política que, en mis propios proyectos, vengo sosteniendo desde hace mucho tiempo. Y porque esta música es la de hoy, la de aquí y ahora, y está bien que tenga un lugar al lado de las demás, en igualdad de condiciones”. Respecto de la programación, dijo: “Pensé que cada concierto debía ofrecer un sonido específico desde el escenario. De allí que hay ensambles de diversos instrumentos, cantantes, cuarteto de guitarras, de percusión, de saxos, un dúo de violín y piano. Diversidad tímbrica, para que cada concierto se singularice. Más allá de eso, y con la sola condición de que todas las obras fueran de creadores argentinos, cada elenco hizo su propia elección de repertorio. Llamativamente, la gran mayoría de las obras que se van a escuchar son del siglo XXI, lo cual da cuenta de esa vitalidad que mencionaba antes”.
También se refirió a la diferencia entre la música de la época contemporánea y la actual al señalar que “la música de la gran tradición tonal se basa en temas representados por melodías y armonías que forman parte de la memoria sonora en la cual nos educamos. Ritmo que se puede marcar con el pie, melodías que se pueden tararear, etc. El siglo XX aportó la novedad de que se podía hacer música sin utilizar exclusivamente esos parámetros. La manera de pensar el tiempo, su transcurrir, el modo de imaginar el sonido como portador de información no necesariamente temática, son dos de las grandes novedades. Para hacerlo más gráfico a todo mundo: la diferencia entre la pintura figurativa y la abstracta es análoga -podemos ser un poco arbitrarios, pero sirve para establecer paralelos- a la existente entre la tradición europea clásica y lo que el siglo XX comenzó a aportar como novedad: una música sin tema, pero con contenido”.
Con vistas al año próximo, expresó: “Suponemos que, si el ciclo cumple con nuestras expectativas y las de la dirección del Centro Cultural Borges, seguramente podremos ir imaginando una segunda edición”. Y agregó: “Quiero invitar a todo el público a que se anime. En el primer concierto -a sala llena- hubo comentarios de gente que nunca había escuchado ese tipo de música, y que estaba fascinada. Una de las características es que somos los propios intérpretes quienes, dialogando con el público, presentamos las obras. Un modo amable de abrir la puerta e invitar a recorrer juntos un territorio extraordinario”.
Silvia Dabul
El segundo concierto será el domingo 24 de julio a las 18 h con la actuación de Graciela Oddone, soprano; Virginia Correa Dupuy, mezzosoprano; Silvia Dabul, piano. Tanto Oddone como Correa Dupuy tienen una extensa y riquísima trayectoria en el campo de la lírica y en el de la canción de cámara. Por su parte, Silvia Dabul ha cultivado el repertorio solista tradicional a la vez que la práctica camarística y, con especial énfasis, la música creada desde la segunda mitad del siglo XX en adelante.
El concierto que presentan construye un recorrido que hilvana la voz solista con la voz acompañada y el piano solista. La delicadeza de los Poemas para canto solo, de Susana Baron Supervielle sobre poemas de Alejandra Pizarnik, dialogan con los Ocho haikus, de Javier Giménez Noble, en su brevedad y apelación a lo íntimo. Lúa descolorida, de Osvaldo Golijov, expande su expresividad sobre la desesperanza que trasunta el poema de Rosalía de Castro que le da nombre a la pieza; en tanto que las canciones de Lienzo, de Marcelo Delgado, ofrecen un relato intimista a dos voces. En ese territorio de la voz humana, la aparición de Interludio: Pájaro profeta, para piano solo, de Gerardo Gandini, funciona como un eje articulador del programa.
Nuntemple Ensamble
Lo que viene:
Domingo 21 de agosto, 18 h
Nuntemple Ensamble (cuarteto de guitarras)
Domingo 18 de septiembre, 18 h
TamborFantasma (cuarteto de percusión)
Domingo 16 de octubre, 18 h
Tsunami (cuarteto de saxofones)
Domingo de noviembre, 18 h (fecha a confirmar)
Haydée Schvartz y Elías Guverich
Todos los conciertos son con entrada gratuita con capacidad limitada y reserva previa en el siguiente link en la sede del Centro Cultural Borges ubicado en Viamonte 525, CABA.