En su visita a Estados Unidos, este 12 de julio, el presidente de México Andrés López Obrador, expuso al presidente norteamericano Joe Biden, varios planteamientos sobre la relación entre nuestras dos naciones, los temas que se trataron fueron sobre la protección y modernización de las instalaciones de los pasos fronterizos, sobre combatir de forma conjunta la inflación acelerando la facilitación del comercio bilateral y reduciendo los costos comerciales. El Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá potencia el libre flujo de productos agrícolas sin barreras, lo que promueve la innovación que impulsa la productividad y aumenta la resiliencia, ayudando a ambos países a combatir la inflación y apoyando a las familias vulnerables.
Durante su encuentro con el presidente Biden, el presidente de México pidió al presidente estadunidense regularizar y dar certidumbre a los migrantes mexicanos a la brevedad, muchos de ellos que desde hace años, trabajan honradamente y contribuyen al desarrollo de esa nación. Propuso ordenar el flujo de migrantes así como permitir la entrada de trabajadores de México y Centroamérica con visas temporales de trabajo inspirado en el programa “Bracero” de los años 40´s y 50´s del siglo pasado, este nuevo programa permitiría que no se paralice la economía por falta de fuerza de trabajo. “Eran otros tiempos, pero existían circunstancias parecidas a las de ahora y de esa política debemos extraer buenas lecciones porque la historia es la maestra de la vida”. El presidente de Estados Unidos le contestó que lidiar con la inmigración es un desafío continental compartido por su país y por México. “El tema migratorio ha llegado a niveles históricos aquí, en el hemisferio, y es un tema que no solamente afecta a Estados Unidos, también a México, porque también es uno de los destinos elegidos por los migrantes”.
El tema de la migración o flujos de movilización del ser humano, está presente desde los albores de su vida en el planeta. El hombre busca mejores condiciones de vida y por tanto cambia o migra constantemente.
Las razones pueden y son diversas, mejores condiciones climáticas, la incesante búsqueda de alimentos, alejarse de peligros eminentes y otras muchas causas. La migración, es pues consustancial al ser humanos, como la fecundidad y mortalidad.
En la actualidad, obviando los múltiples precedentes históricos, hemos testimoniado como miles de migrantes del Oriente Medio huyendo de las interminables guerras, asaltaban las fronteras turcas, griegas, italianas, rumanas, en fin, las fronteras de Europa toda. Al igual que oleadas de habitantes de África del norte, hacían lo propio.
La respuesta y reacción, de los países receptores ha sido diferente. Encontramos desde rechazo y fronteras rodeadas de alambres de púas, para evitar el ingreso; hasta la acogida fraternal y humanitaria.
Las guerras civiles, los conflictos internacionales, los disturbios étnicos, la discriminación racial, la intolerancia religiosa, la degradación del medio ambiente, los desequilibrios económicos, la pobreza extrema o la búsqueda de mejores niveles de vida han provocado que millones de personas abandonen su lugar de origen, produciendo efectos directos en las sociedades y en las economías de los países receptores.
En estos tiempos, presenciamos la llegada de caravanas de migrantes que buscan, unos radicarse en nuestro territorio y otros atravesar el territorio nacional para dirigirse a la frontera con los Estados Unidos para intentar el “american Dream” .
Hace tan solo unos días murieron de asfixia 50 migrantes de los cuales 22 eran de origen mexicano, que habían sido abandonados en Texas, al rayo del sol, encerrados dentro de un tráiler en un clima caluroso que en esta época la temperatura alcanza hasta los 40 grados centígrados a la sombra.
En razón de la situación en que se encuentra inmerso nuestro país, es necesario que logremos la sensibilización de la sociedad de que el migrante, independientemente de su condición documentada o indocumentada, debe ser tratado con dignidad y respeto. Lo que incluye la protección de su vida, libertad e integridad personales, así como el derecho a que se les trate, junto con su familia, con respeto a su dignidad, sin importar su sexo, religión, idioma, cultura o color de piel.
No hacerlo así, nos desnuda moralmente frente al actual gobierno de los Estados Unidos, en donde gobernadores como Abbot de Taxas está retomando el tema del Muro fronterizo para – según el – detener la migración de miles de mexicanos, centroamericanos y de otras nacionalidades que buscan internarse en su país, sigue sin entender y muchos de sus xenófobos seguidores tampoco. No será con Muros, ni amenazas de imposición de aranceles que se detenga la Migración.