Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, señaló que el gran reto para combatir el desplazamiento forzado en México es la definición de las competencias y concurrencias de los tres niveles de gobierno en México; es decir que la federación, los estados y municipios tengan claridad en la injerencia que tienen en “el fenómeno al que por mucho tiempo se pretendió invisibilizar”.
Durante la presentación del libro “Desplazamiento Forzado Interno en México”, el subsecretario de la Segob enfatizó este jueves 14 de julio que el desplazamiento forzado interno es un fenómeno multifactorial, donde intervienen otros alicientes, los cuales obligan a los pobladores de algunas regiones del país a abandonar sus localidades de residencia.
“Se reconoce con la violencia e inseguridad, el tema de marginación y pobreza, el tema de las disputas y los conflictos agrarios, los conflictos religiosos, los fenómenos ligados a la disputa y control de territorio y recursos naturales, particularmente por el agua y la explotación minera, así como por desastres naturales y cambio climático, y en lo que se requiere una acción enérgica y puntual del Estado mexicano”
Junto con Encinas Rodríguez, estuvo Andrés Ramírez, coordinador general de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), quien señaló que México ocupa el segundo lugar en América Latina con mayor número de desplazados, por lo que reiteró la importancia de tener aprobada una ley en la materia para erradicar este fenómeno, que delimite responsabilidades y atribuciones de las instituciones, además de orientar y distribuir el quehacer de las autoridades en los tres niveles de gobierno.
La publicación del libro adquiere un valor simbólico particular para la administración federal de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pues es un paso importante para visibilizar y reconocer que existe este fenómeno al interior de la república y que el gobierno intenta comprenderlo para solucionarlo. Al mismo tiempo, reconoce que el desplazamiento es un fenómeno que se ha venido intensificando y se propaga en numerosas partes del territorio nacional.
En la presentación del libro también participó Rocío González, titular de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP), quien recalcó que la visibilidad de este fenómeno, no sólo es un acierto para la administración de la cuarta transformación, sino que evidencia que los gobiernos anteriores negaron que esto estuviera pasando.
Por ejemplo, el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), señaló desde 2010 que con la intensificación de la llamada guerra contra el narco, promovida por el presidente Felipe Calderón, el desplazamiento forzado por causas coercitivas se intensificó; sin embargo, aún en esa época, existía un negacionismo a este tipo de fenómenos.
De tal modo que González Higuera comentó que, desde el área que encabeza, se ha avanzado en al menos tres ejes: la generación de insumos de política pública, de información y perfiles, así como la vinculación interinstitucional. Además de que Cecilia Jimenez-Damary, relatora Especial sobre Derechos Humanos de los Desplazados Internos, aceptó la invitación del ejecutivo a realizar una visita oficial en agosto.
Finalmente, a la ceremonia también acudió Josep Herreros, quien representó al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), institución que reconoció el paso que dio México en materia de desplazamiento forzado.
“El reconocimiento del desplazamiento interno por el Gobierno de México es un paso muy relevante pues permite tomar acciones para su prevención y respuesta. Implica también un llamado al ACNUR y otras agencias para acompañar los esfuerzos gubernamentales que se realizan”, publicó la organización en su cuenta oficial de Twitter.
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