En medio del llamativo silencio del kirchnerismo frente a las primeras medidas económicas que anunció Silvina Batakis para tranquilizar a los mercados -que provocaron fuertes reacciones adversas en los sectores de izquierda aliados a Cristina Kirchner– el alfil de la Vicepresidenta en la Casa Rosada, Eduardo “Wado” de Pedro, recibió esta tarde a la nueva ministra, aunque en su entorno aseguraron que se limitaron a discutir temas pendientes vinculados a la gestión que llevó a cabo la funcionaria hasta la semana pasada al frente de la Secretaría de Provincias que depende del Ministerio del Interior.
Los detalles del encuentro, que se concretó entre las 14 y las 15 en el despacho de Eduardo De Pedro, se mantuvieron en reserva. Los entornos de ambos funcionarios les restaron relevancia, a pesar de que se produce mientras el Gobierno intenta tomar, a través de la nueva funcionaria, el control de una situación económica que se desestabilizó más que nunca la semana pasada, a partir de la renuncia de Martín Guzmán por las presiones del kirchnerismo.
En Interior se limitaron a recordar que, hasta la semana pasada, cuando fue nombrada al frente de Hacienda, Batakis se desempeñaba como nexo en la relación con las provincias y aseguraron que la reunión se gestó porque aún tienen asuntos pendientes en relación con los distritos. “El cambio (de rol) fue tan inesperado que habían quedado temas para cerrar de la gestión de Silvina en las provincias. Tuvo la cortesía de pasar un rato, ahora que estaba más ordenada”, dijeron.
El encuentro se produce al día siguiente de que Batakis anunciara, puntual y a primera hora, el paquete de políticas que planea aplicar en el segundo semestre para aplacar la incertidumbre en los mercados. Y aunque el dólar bajó y los bonos en pesos aumentaron, también subió el riesgo país, y la inestabilidad continúa. Como publicó Infobae, los mercados las recibieron con buenos ojos, pero desconfían del respaldo de Cristina Kirchner, que aún no se manifestó. En principio, por lo bajo, varios dirigentes del kirchnerismo calificaron la batería de anuncios como “ortodoxas” y resaltaron que son contrarias a las ideas que defiende la ex presidenta, orientadas, a grandes rasgos, a apostar a la emisión para promover el gasto.
Aunque Alberto Fernández y Cristina Kirchner volvieron a entablar el diálogo la semana pasada, las señales de parte del sector duro del Gobierno frente al plan económico son confusas. Si bien dejaron trascender que habían dado acuerdo al nombramiento de Batakis, los popes del ala K evitaron dar aval explícito a la hoja de ruta que presentó la nueva funcionaria este lunes, y que, como habían adelantado en Gobierno la semana pasada, evidenció una continuidad con la senda orientada a bajar el déficit fiscal que seguía Guzmán.
Aparte del silencio de La Cámpora y del Instituto Patria, dos anuncios de protesta de los sectores de izquierda del Frente de Todos aliados al kirchnerismo sumaron incertidumbre al escenario político-económico posterior a la conferencia de Batakis. Por un lado, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), que conduce Hugo Yasky -referentes sindical cercano a Cristina Kirchner-, dijo que impulsará movilizaciones en todo el país en rechazo al ajuste. Mientras que el titular del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois, de perfil independiente pero alineado con el kirchnerismo a partir del rechazo al acuerdo con el FMI, convocó a asambleas para evaluar una protesta en las calles el 20 de julio.
El malestar alcanzaba también a organizaciones afines a Alberto Fernández, como Barrios de Pie, de Daniel Menéndez, y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) que maneja Esteban “Gringo” Castro, que planean marchar el jueves a la Plaza de Mayo.
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