“La guerra es una falta de diálogo”. Esa es la afirmación que el papa Francisco ha repetido en varias ocasiones, específicamente para abordar el tema de la invasión rusa en Ucrania. Un acontecimiento de actualidad que recuerda al resto del mundo cómo otros países también están en crisis, y obliga a reconsiderar el concepto de guerra justa.
Desde el vaticano, el papa ha ampliado esta reflexión sobre la guerra, en un extracto de una entrevista exclusiva realizada por Bernarda Llorente, periodista y presidenta de la agencia de noticias argentina Télam.
En el 2014, el papa Francisco ya hablaba de tercera guerra mundial, y la guerra en Ucrania parecería haber confirmado sus pronósticos. Hoy el Pontífice habla de una “guerra mundial a pedacitos”, y recalca que pesar de que esta guerra ha levantado la alarma debido a su proximidad geográfica, hay otros países que han vivido y siguen viviendo el mismo tipo de conflicto.
“Pensemos en Ruanda hace 25 años, pensemos en Myanmar hoy mismo. Esto está sucediendo en otros lados desde hace tiempo. Siria desde hace 10 años es un calvario, Líbano con las luchas internas…”
“La guerra es una falta de diálogo”
El papa también insistió en que su posición ante la guerra siempre ha sido la misma. Según él, “la guerra es una falta de diálogo”.
“Hay toda una estrucutra que favorece esto, como la venta de armas” dice el Pontífice. “Yo he declarado que el uso y la posesión de armas nucleares es inmoral, ya. Y resolver las cosas por la guerra, es decir “no” a la capacidad de dialogo que tienen los hombres, a ser constructivos”.
“Creo que llegó el momento de repensar el concepto de guerra justa”, declaró el papa Francisco.
La falta de poder de las Naciones Unidas
Están fallando frente a la guerra los mecanismos multilaterales. ¿Es posible conseguir la paz a trevés de ellos? ¿Buscar soluciones más conjuntas?, preguntó Bernarda Llorente.
“Después de la Segunda Guerra Munidal hubo mucha esperanza en la Organización de las Naciones Unidas. No quiero ofender, pero en este punto no tiene poder para imponerse. Ayuda, sí, a evitar guerras. Pero para parar una guerra, para resolver una solución de conflicto, no tiene poder”, respondió el papa.
“Hace falta valentía y creatividad. Sin esas dos cosas no vamos a tener instrucciones internacionales que puedan ayudarnos a superar estos conflictos”