Biden que lidiar con la inmigración es un desafío continental compartido por su país y por México, y afirmó que con López Obrador tienen una buena relación, sólida y productiva.
También sostuvo que Estados Unidos ve a México como un socio igualitario y que los dos países están haciendo grandes inversiones de infraestructura en la frontera común.
López Obrador señaló que hay espacio para intensificar las relaciones bilaterales bajo el tratado de libre comercio de América del Norte (T-MEC), del que forma parte también Canadá, aunque advirtió que algunos aranceles bajo ese convenio pueden suspenderse inmediatamente.
El desaire de López Obrador a Biden en junio en la Cumbre de las Américas de Los Ángeles, a la que no acudió en protesta por la negativa de Washington a invitar a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, ha decepcionado a la clase política estadounidense.
La visita está teñida de luto por la tragedia de los más de 50 migrantes muertos en un tráiler en Texas, de los cuales más de la mitad eran mexicanos. Un drama que marca la pauta del diálogo: migración y seguridad.
Migración, el eje central
López Obrador, que defiende una agenda de programas de cooperación para el desarrollo, pedirá probablemente a Biden más visas para trabajadores temporales, sobre todo del sector agrícola, e inversiones en algunos proyectos para frenar las caravanas de migrantes.
Una funcionaria del gobierno estadounidense que pidió el anonimato coincide en que para abordar la migración irregular hay que “abrir vías legales adicionales”. Pero agregó que el encuentro estará más enfocado “en la cooperación y en la implementación” de acuerdos “y no tanto en compromisos numéricos específicos”.
Y es que a medida que se acercan las elecciones legislativas de medio mandato de noviembre, en las que los demócratas podrían perder el control del Congreso de Estados Unidos, Biden no puede exponerse a dar la sensación de una política de fronteras abiertas.
Durante su mandato, cada mes más de 200.000 personas que intentaron entrar en el país fueron enviadas de vuelta, invocando el programa Quédate en México, bajo el cual se expulsa a solicitantes de asilo para que esperen la resolución de sus casos al otro lado de la frontera.
Los dos presidentes tendrán que coordinarse porque esto podría cambiar ya que la Corte Suprema dio a Biden una de las pocas alegrías de las últimas semanas, autorizándole a poner fin a ese programa heredado de la administración de Donald Trump, una de sus promesas de campaña.
Inflación en alza
Por encima de la migración, el tema que realmente preocupa a la ciudadanía es frenar la inflación, de más del 6% en Estados Unidos y de casi 8% en México, y espantar el fantasma de la recesión.
La inflación se debe a los embotellamientos en la cadena de suministro y a la guerra en Ucrania, de la que también se hablará según el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Jake Sullivan.
Y, según López Obrador, a la falta de producción. “¿Cómo se produce, si no hay fuerza de trabajo?”, se preguntó el lunes, en referencia a la escasez de mano de obra en Estados Unidos.
Tensiones bilaterales
Para Biden “la relación con México es una prioridad”, afirmó el funcionario. Una prioridad que le obliga a sortear desencuentros, porque motivos de tensión no faltan.
La reforma energética impulsada López Obrador bloquea miles de millones de dólares de inversiones y es probable que desencadene alguna controversia en el marco del tratado comercial T-MEC.
Y el 4 de julio, Día de la fiesta nacional en Estados Unidos, el presidente mexicano salió en defensa del fundador de Wikileaks, Julian Assange, procesado por una filtración masiva de documentos confidenciales.
“Si lo llevan a Estados Unidos y lo condenan a pena máxima y a morir en prisión hay que empezar la campaña de que se desmonte la Estatua de la Libertad”, dijo el mandatario.
En cualquier caso, Biden “prefiere tenerlo cerca que lejos” y tanto él como López Obrador “son políticos de la vieja escuela a los que les gusta sentarse cara a cara, mirarse a los ojos y tener una negociación”, afirmó Andrew Selee, presidente del Instituto de Política Migratoria, en un foro celebrado por el centro de reflexión estadounidense Wilson Center.
Tras el encuentro, López Obrador rendirá homenaje por la tarde al expresidente Franklin D. Roosevelt y al defensor de los derechos humanos Martin Luther King. El miércoles mantendrá un encuentro con empresarios.